viernes, 29 de julio de 2011

La senda aborigen. Una re-visión de la prehistoria
Autor: Guillermo Piquero

La civilización griega debe ser desterrada de nuestro imaginario como origen de la sabiduría.
Como hemos comprobando hasta ahora, muchos miles de años antes ya existía una cultura mucho más avanzada y universal que la helénica y que además no necesitaba de esclavos ni de guerreros para mantenerse. La mitología Griega está elaborada con retales de saberes y creencias muchos miles de años anteriores a la elaboración de esos famosos mitos. Estos saberes y creencias (de los cuales hablaremos más adelante) tienen su origen, como poco a poco se irá descubriendo, en los pueblos aborígenes europeos. Más tarde, los griegos y otras culturas guerreras readaptaron la milenaria cosmovisión indígena y distorsionaron su contenido (pues su conocimiento les llego fragmentado), simbolizando metafóricamente en sus mitos el triunfo de la revolución patriarcal sobre las condiciones de vida anteriores, en las que la mujer tenía un protagonismo social que en modo alguno se corresponde con lo que nos quieren hacer creer los libros de historia.

ÍNDICE

A modo de INTRODUCCIÓN

Las piezas del rompecabezas

I PARTE. LA EUROPA ABORIGEN (Vida y muerte del viejo mundo)

Capítulo I. La “Vieja Europa”. Las culturas animistas del Neolítico

  1. Lo que está destapando la arqueología
  1. Una re-visión del matriarcalismo
  2. El útero o el corazón arcaico
Capítulo II. La muerte del viejo mundo. La irrupción de la guerra y el patriarcado

  1. Las invasiones indoeuropeas y el nacimiento de la civilización griega.
  1. La mitología clásica como sistema de propaganda patriarcal.
  1. La desaparición de la serpiente.
Anexo a la I parte:

  1. El matriarcalismo Cantábrico (Un superviviente de las culturas del neolítico)
  1. Influencia del Patriarcado en la cultura "basca"
  1. Restos de un pasado común
Notas

II PARTE. EL CIELO Y LA TIERRA (La sabiduría aborigen).

Capítulo I. El cielo. De constelaciones, agricultura y saber astronómico

  1. ¿Qué es la arqueoastronomía global?
  2. Leyendas de enfrentamientos entre seres animalísticos, humanos o divinos, como mitos de carácter astronómico.
  1. Contenido de pinturas o dibujos como obras de arte de carácter astronómico.
  1. Días de fiestas con rituales de carácter astronómico.
  1. Resumen de nuestra propuesta de arqueoastronomía global.
  1. El calendario “Vasco”.
Capítulo II. La tierra. De piedras, árboles y energías telúricas

  1. La cultura megalítica.
  1. Lugares energéticos.
  1. Cielo y tierra (electricidad atmosférica)
  1. El fuego celeste
  1. El tiempo del no tiempo
Anexo a la II Parte. La búsqueda del árbol del conocimiento

III PARTE. EN BUSCA DE LA LENGUA ABORIGEN (Siguiendo el rastro del euskera)

Capítulo I. La antiquísima comunidad Cantábrico-Pirenaica

  1. Los estudios lingüísticos, genéticos y arqueológicos “claman a voces”
  1. Siguiendo el rastro del euskera por Europa Occidental

Capítulo II. Siguiendo el rastro del euskera por la península Ibérica

1. El desciframiento del ibérico-tartésico a través del euskera antiguo.
2. La cultura ibero-euskérika.
Capítulo III. Siguiendo el rastro del euskera por los países mediterráneos

El desciframiento del minoico, etrusco, egipcio, bereber, guanche, caucásico, hitita,
sumerio y hurrita desde el euskera antiguo.

Capítulo IV. La palabra (etimología del euskera)

  1. Las lenguas primitivas
  1. Estudio de las consonantes
  1. Estudio sobre las vocales.
  1. El fonema aspirado
Anexo a la III Parte. Egi-Putzua (El Imperio Romano contra Cantabria)
Bibliografía


A modo de INTRODUCCIÓN

La civilización que hoy padecemos, digna heredera de sus abuelas griega y romana, es mil veces más sanguinaria y destructiva que aquellas dos juntas. Grecia y Roma han sido elevadas a mito y señaladas como punto de partida del “progreso humano”. Y es que si “progreso humano” es someter a gran parte e su población a la esclavitud para que una elite pueda dedicarse a pensar y disertar y otra a guerrear y expandir el Imperio, no hay duda, la humanidad ha llegado a cotas de “progreso” inimaginables. Y claro, al no tener otros referentes en los libros de historia o en los manuales escolares, nos hemos creído que esto ha sido siempre así, que la historia discurre unida al poder y la guerra desde siempre.

Afortunadamente, la arqueología está desenterrando las pruebas que están provocando el derrumbamiento de la prehistoria oficial. Está destapando una cultura común que nos puede ayudar a vislumbrar el sendero de nuestra primitiva identidad perdida. Un tiempo más milenario en duración y antigüedad que toda la historia guerrera que nos cuentan los libros de la escuela y en el que además, el ser humano vivía en paz e integrado en la naturaleza. Una sociedad “ igualitaria, no patriarcal, no guerrera y en la que el trabajo estuvo unido al juego”.

En el pasado que se nos oculta están las claves para comprender y transformar el presente, no se trata de fabricar piezas de museo, sino de valorar la manera de ver y entender el mundo que tenían aquellos pueblos primitivos como válida para nuestra realidad cotidiana. Una cosmovisión que, como comprobaremos en la primera parte de esta obra, esta radicalmente enfrentada con la del Imperio que hoy nos domina, basado éste en el racionalismo a ultranza, la conquista por la fuerza y el patriarcado.

No espere el lector o la lectora un análisis profundo y exhaustivo, pues aquí hay material suficiente para realizar una tesis. Se trata de una pequeña aproximación realizada con el objeto de mostrar las premisas básicas de un estudio que por fuerza necesita de la unión de la mayor parte de las ciencias. Por tanto, esta obra tiene un carácter multidisciplinar, y en ella tienen cabida diversas disciplinas como la lingüística, la antropología, la etnología, la astronomía, la geobiología, la genética, la historia, la sociología, la psicología, la arqueología,...

Como comprenderéis, resulta del todo imposible hablar con propiedad de campos tan diversos. Es por ello que la mayor parte de los pasajes resultan mucho más inteligibles en boca de los que verdaderamente los conocen. Por este motivo podríamos calificar a “La Senda Aborigen” como una obra periodística, como periodismo de investigación histórico. Hágase la idea el lector que esta viendo un documental en la televisión en la que se van sucediendo cortes de diversas entrevistas con los expertos de cada materia entre los que se intercala, de vez en cuando, la voz del narrador. En este caso las entrevistas serán los libros y la voz en off del periodista las frases de quién escribe.

Algunos me acusarán de plagiador y yo les diré que no plagió, sino divulgo.

Las piezas de este complejo rompecabezas son fruto del trabajo realizado por diversas gentes que, a mi juicio, se dirigen hacia el mismo lugar a través de diferentes caminos. No pretendo pues elaborar una tesis propia, sino sintetizar y acercar las de otr@s al mayor número de gente posible. Es por ello por lo que los nombres de l@s autor@s van en negrita, también por lo que al inicio presento a los que propongo como conocedores de cada campo específico y es por ello también, por lo que al final ofrezco una bibliografía con direcciones que facilitan conseguir los libros de los que hablo (en caso de que así se desee).

Todo este cúmulo de factores ha propiciado una obra “de corta y pega”, heredera del espíritu Punk del “háztelo tu mismo” o “tu también puedes”.
Mi intención es que este montón de hojas tome vida propia al ser fotocopiadas y vueltas a fotocopiar, intentando así romper, en la medida de lo posible, con el carácter mercantilista de esta sociedad podrida y enferma. Así que animo a todo aquel que considere relevante o digno de comentario lo que estas páginas recogen, a que fotocopié este trabajo o haga con él lo que le parezca.


LAS PIEZAS DEL ROMPECABEZAS

El testimonio de los heterodoxos ha sido siempre muy difícil. Muchos han sido expulsados o perseguidos y otros han tenido que ceder y cambiarse de bando. En todos los tiempos ha sido necesaria la fuerza de Sísifo para levantar el peso de la independencia intelectual, y muchos no han podido resistir.

El intelectual desinteresado, que no sirve a intereses poderosos, que dice y escribe lo que cree, es un modelo difícil de encontrar, desplazado, muchas veces incomprendido, ignorado o silenciado”. Gregorio Peces-Barba.

Josu Naberan, quien en su libro “La vuelta de Sugaar” nos sumerge en aquel universo igualitario de "La Vieja Europa” y lo contrapone como alternativa al modelo capitalista actual. Además sugiere que el re-descubrimiento de aquellas culturas primitivas es fundamental para recuperar la identidad perdida que aún perdura en el inconsciente colectivo vasco, el último pueblo indígena de Occidente.
Casilda Rodrigañez, quién en su libro “El asalto al Hades” y según sus propias palabras, realiza “una propuesta de recuperar la vida que queI PARTE. LA EUROPA ABORIGEN (Vida y muerte del viejo mundo) do prohibida y excluida del orden patriarcal. Los mitólogos inventaron el Hades para desterrar esa vida que no debía saberse ni imaginarse; las manzanas y la serpiente, símbolos del placer que impulsa la vida, fueron conquistadas y destruidas por Hércules, arquetipo del nuevo ser humano patriarcal, que instituye la superioridad masculina y sustituye el principio del placer por el de la fuerza física”.

Francisca Martín Cano, que en sus múltiples y diversas páginas-web y en su libro “Las claves astronómicas del arte y la religión”, realiza una detallada y revolucionaria descripción de aquellas sociedades matrifocales con el fin de demostrar el grandísimo conocimiento astronómico de aquellos pueblos y como ese conocimiento estaba estrechamente relacionado con sus mitos y sus
representaciones artísticas. Demuestra como la mayor parte del arte neolítico mundial, está inundado de metáforas astronómicas que a su vez se relacionan con la agricultura.

Ignacio Abellá, que en esa auténtica obra maestra que es “ La magia de los árboles” nos transmite “un mensaje de los árboles para los hombres; día a día hemos ido descifrando el significado de las diferentes costumbres y leyendas, de los susurros del viento entre las hojas; de los sentimientos que todos compartimos desde nuestras respectivas religiones, tradiciones, culturas..., hacia los árboles”.
Jorge Ma Ribero-Meneses que a través de sus innumerables libros y artículos lleva veinte años reivindicando contra viento y marea que los pueblos de la Cornisa Cantábrica y su lengua originaria, el euskera, son la matriz desde donde se puebla Europa y el Mediterráneo. Esta teoría le ha valido la persecución y el descrédito de la comunidad científica durante años. Sólo ahora, que a través de la genética se está llegando a las mismas conclusiones a las que llego él hace dos décadas con la “arqueolingüistica” y el estudio de la toponímia, parece que empieza a ser ¿reconocido?.

Antonio Arnáiz Villena y Jorge Alonso García que en sus diferentes libros realizados para la Universidad Complutense de Madrid traducen los textos (en su mayor parte funerarios) supervivientes de las culturas más antiguas de la humanidad. Lo novedoso es que lo hacen desde el euskera antiguo, la única lengua preindoeuropea que sobrevive en el continente. Además, elaboran una serie de comparaciones entre los vocablos de estas diferentes culturas que permiten descartar las simples coincidencias casuales dada la inmensísima similitud lingüística entre ellos. En el lenguaje funerario de estos pueblos aparecen siempre referencias a la diosa neolítica a la que en general denominan como “ama”.

Francisco Berlanga García, qué supo pensar por si mismo y despojarse de lo pre-establecido al escribir el libro “Apellidos Iberoeuskérikos”. Un sencillo método de desciframiento etimológico con el que conocer el verdadero significado que esconden los topónimos y apellidos Iberoeuskérikos.

Jakue Pascual y Alberto Peñalva, quienes en su libro “El juguete de Mari” nos acercan a la primitiva cosmovisión montañesa a través de las pistas que aquel pasado ha dejado en nuestro presente: el euskera y la mitología “vasca”.

Imanol Mújica, al que ya es hora de reconocer los estudios lingüísticos y antropológicos que desarrolla en sus libros “Lingüística baska” y “Iainkoa”.

Baltasar de Echave, al que le estaremos eternamente agradecidos por salvaguardar la memoria de nuestro pueblo. Y también: Terence Mckena, Jose Gómez Fernandez, Louis Pauwels y Jacques Bergier, Alfontso Martinez Lizarduikoa, Mircea Eliade, Andrés Ortiz-Oses, Pedro de Astarloa, Félix Zubiaga, Eutimio Martino, Manuel Pereda de la Reguera, y otro@s much@s...

Y como no, la arqueóloga lituana Marija Gimbutas, quién hizo saltar la chispa que encendió el fuego.

NOTA: Este trabajo ha sido elaborado sin en el consentimiento previo de las personas anteriormente citadas. No obstante, espero que no se enfaden.
Lógicamente echarás en falta bastantes autores que a tu juicio son importantes. Seguro que lo son; pero estos han sido los mimbres de los que he dispuesto para elaborar el cesto.
Selecciones la cresta de la simiente.



I PARTE. LA EUROPA ABORIGEN (Vida y muerte del viejo mundo)

De las profundidades de la tierra y del inconsciente humano, arqueólog@s y psicoanalistas están desterrando la verdad de la condición humana: aquello que fue enviado al Hades (o al infierno) por los mitólogos fundadores del orden simbólico patriarcal. Lo que no debe ser, ni saberse, ni imaginarse” Casilda Rodrigañez, “El asalto al Hades”.

Capítulo I. La “Vieja Europa”. Las culturas animistas del Neolítico

Su cultura parece haber sido básicamente igualitaria, pacífica, prospera y jovial. Sus ciudades carecían de muros defensivos, y en su arte no se aprecian escenas de violencia. (...) Asoma una cultura basada en la “celebración de la vida”. No hay hordas ni estados, sino poblaciones autónomas de varios miles de habitantes; se conoce la metalurgia, pero no se aplica para fabricar armas. (...) Su culto esta guiado por mujeres y la descendencia pasa por línea femenina, pero no hay dominio sobre los hombres sino igualdad entre los sexos” Nikolas Platón, director del museo de pre-historia de la isla de Creta.

1) LO QUE ESTÁ DESTAPANDO LA ARQUEOLOGÍA
Como bien nos recuerda Josu Naberan en su libro "La vuelta de Sugaar”, nos han obligado a creer que la historia humana ha sido siempre así: gobernada por hombres guerreros más o menos poderosos según la fuerza de sus espadas y el poder de sus ejércitos. Hemos interiorizado una única versión de la historia llena de fronteras, emperadores y guerras. Nos han hecho creer, o nos hemos creído, que antes de la aparición de las catalogadas como “primeras civilizaciones” no había nada, que los seres humanos vagaban por ahí malviviendo y luchando contra la naturaleza hostil.

Pues bien, según nos revelan innumerables muestras arqueológicas hubo un tiempo (entre el 10.000 y el 2.000 adne.) en el que el ser humano vivió durante milenios en pequeñas aldeas y ciudades asentadas en el centro de los valles, mucho tiempo antes de que sus futuros descendientes se vieran obligados a vivir en fortificados castros en lo alto de las montañas por temor a que alguien les atacase. A esta época de nuestro continente se la conoce como “Vieja Europa”, término acuñado por la arqueóloga lituana Marija Gimbutas, cuyas investigaciones se han convertido en referenciales para tod@ aquel/lla que pretenda sumergirse en la prehistoria “El término Vieja Europa se aplica a la cultura pre-indoeuropea, una cultura matrifocal y probablemente matrilineal, agrícola y sedentaria, igualitaria y pacífica. Contrasta agudamente con la cultura proto- indoeuropea que viene después, que era patriarcal, estratificada, pastoral, móvil, y guerrera, que se impuso en toda Europa excepto en algunas franjas del sur y del oeste de Europa, a lo largo de tres olas de infiltración desde las estepas rusas, entre el 4500 y el 2500 a.c.” Marija Gimbutas, Diosas y Dioses de la Vieja Europa.

En los milenios VII, VI, y V a/c., los agricultores del Este de Europa desarrollaron un modelo cultural peculiar, una cultura contemporánea, al menos, a las que se desarrollaban en Anatolia, Mesopotamia,Siria, Palestina y Egipto.

Esa cuna de la civilización comprende los mares Egeo y Adriático (las islas incluidas), y llega al norte hasta las actuales República Checa, Eslovaquia, sur de Polonia y oeste de Ucrania, incluyendo en su centro los Balcanes, Moldavia y la Cuenca del Danubio Medio. Es el área cultural al que la eminente antropóloga Marija Gimbutas ha bautizado con el nombre de “Old Europe”, Vieja o Antigua Europa.” Josu Naberan, “La vuelta de Sugaar”.

Este tiempo del que hablamos, es coincidente con la aparición de la agricultura y el progresivo sedentarismo, lo que ha venido a conocerse como Revolución Neolítica (el progresivo paso de las sociedades cazadoras-recolectoras hacia la agricultora) y en muchas regiones europeas coincidiría además, aunque un poquito más adelante, con la cultura megalítica (construcción de dólmenes, menhires y Cromlechs). Todo esto comenzaría a ocurrir hace 10 ó 12 milenios según los lugares.
El término Neolítico significa literalmente “edad de piedra nueva”. Cuando se introdujo por primera vez en el siglo XIX, otorgaba reconocimiento a la aparición de instrumentos líticos que habían sido preparados mediante técnicas de pulimentado. Hoy en día, el término se utiliza para designar no sólo nuevos métodos de trabajar la piedra, sino también nuevos métodos de producción de alimentos.

Durante el Neolítico se logro un mayor control de la reproducción de plantas y animales gracias al desarrollo de la agricultura y la ganadería. Esto a su vez sentó las bases materiales para el surgimiento de densos asentamientos sedentarios y un rápido crecimiento demográfico” Marvin Harris, “Introducción a la antropología general”.

Se han clasificado siete complejos culturales, que han recibido los nombres de sus regiones o lugares de asentamiento: Adriático, subdividido en las culturas Impresso, Danilo-Butmir y Hvar (datadas del 6400 al 3500 a.c.), Egeo, subdividido en Pre-cerámica, Sesklo y Neolítico tardío (7500 a 3500 a.c.). Centro de los Balcanes, subdividido en Satarcevo, y Vinca (6400 a 3500 a.c.), Este de los Balcanes, subdividido en Karanovo, Boian y Gumelnita (6300 a 3500 a.c.), Moldavia y Este de Ukrania, subdividido en Dniesterburg, proto-Cucuteni y Cucuteni (6300 a 3500 a.c.), Danubio Medio, subdividido en Lineal y Lengyel (6000 a 3500 a.c.) y Tisza, subdividido en Alfold, Tisza-Bukk y Tisza-Polgar (6300 a 3500 a.c.)” Casilda Rodrigañez, “El asalto al Hades”.

Estos pueblos no adoraban a belicosos dioses guerreros (como los que se han apoderado de la mitología calificada como “Clásica”) sino que sus ritos y creencias seguían siendo herencia del “animismo”paleolítico y, por tanto, muy similares a los de las pocas culturas indígenas actuales que se mantienen todavía al margen de la sociedad industrial:
"Las culturas más antiguas de la humanidad llegaron a la conclusión de que la vida surgía, se perdía y volvía a aparecer en un ciclo incesante (como les daban a entender las distintas fases de la luna, el “renacimiento de la serpiente”,...). Entendieron que todos los elementos componentes de la naturaleza sin excepción (plantas, árboles, rocas, montes, agua, viento, sol, luna, estrellas, mar...) eran seres vivientes como el ser humano mismo, puesto que todos esos elementos tomaban parte de igual manera en el ciclo de vida, muerte y regeneración.

En el marco de este pensamiento animista, concluyeron que la naturaleza en su conjunto era una mujer/madre generadora de vida y crearon la gran metáfora que ha marcado el pensamiento del ser humano hasta nuestros días. Hoy en día está plenamente documentado que esta metáfora de natura/mujer (que ha quedado bautizada con el nombre contaminado de “Diosa”) es patente en todo el arte neolítico a través de miles y miles de imágenes”. Josu Naberan, “La vuelta de Sugaar”.

Esta cosmovisión aborigen ha quedado reflejada en infinidad de representaciones femeninas que las excavaciones arqueológicas están desenterrando a lo largo y ancho del planeta. Y aunque la mayor parte de ellas corresponden al periodo Neolítico, no son más que una continuación más sofisticada de los ritos y creencias de nuestr@s antepasad@s del Paleolítico, como lo demuestra el hallazgo también de multitud de estatuillas pertenecientes a este último periodo.

El análisis del imaginario mítico de la Vieja Europa ha reconstruido el eslabón entre la religión del Paleolítico Superior y el substrato pre-indoeuropeo de las culturas europeas (...) La persistencia de la veneración a la Diosa durante más de 20.000 años, desde el Paleolítico al Neolítico y más allá del Neolítico, se demuestra por la continuidad de una variedad de series de imágenes convencionalizadas.

Los aspectos específicos de sus cualidades, tales como el de dar la vida, la fertilidad y el parir nuevas criaturas, es extraordinariamente persistente”. Marija Gimbutas, “Diosas y Dioses de la Antigua Europa” .

La más arcaica forma de manifestación artística antropomorfa realizada por la humanidad prehistórica, de la que queda constancia, son las esculturas, exclusivamente femeninas en el Paleolítico, llamadas "Venus", datadas del año 45.000 al 10.000 adne, las posteriores figurillas femeninas y antropozoomorfas del Neolítico datadas del año 10.000 al 2.000 adne. Y a partir aproximadamente del año 16.000 adne. hasta épocas históricas, nuestros ancestros realizaron otras manifestaciones artísticas en variados medios: bien pintura en paredes o techos de cuevas, o grabados en paredes o suelo o en estelas de piedra, bien a la intemperie o en cuevas, también hileras de piedras en el suelo formando dibujos,... Con diferentes motivos, en agrupaciones escénicas combinando animales, figuras antropozoomorfas, humanos, de objetos, vegetales, motivos geométricos o abstractos, o en representaciones aisladas,... Y desde el IV milenio adne. se produce un cambio. Primero aparecen las figuras masculinas itifálicas acompañando a otras representaciones de seres humanos con animales, hasta que se realizan mayoritariamente figuras masculinas y las femeninas terminan por desaparecer de raíz.

O sea que durante cerca de 42.000 años de la Prehistoria sólo había figuraciones femeninas, algunas fálicas, además de representaciones de animales, quiméricas, objetos, vegetales, abstractos, geométricos, etc, hasta que aparecieron las fálicas al final del Neolítico.
Y según teoría generalmente aceptada por el mundo científico, las figuras femeninas, reflejan a la Diosa Suprema que ejercía la Soberanía en el panteón, de la primera religión matriarcal y después de la religión agrícola Mistérica”. Francisca Martín-Cano, “Las claves astronómicas del arte y la religión”.

Hay evidencia de sociedades matrifocales humanas desde hace unos 35.000 años. Desde 33.000 años a.c. y hasta 3.000 años a.c., es decir, durante al menos, unos 30.000 años, la evidencia arqueológica prueba que la sociedad humana fue matrifocal. Los restos arqueológicos relativos a estas sociedades se van haciendo, cuantitativamente y cualitativamente más significativos, a partir de hace unos 10 ó 12 mil años. De tal manera, que hoy se podría escribir (y de algún modo, ya se ha empezado) la historia de unos 7 mil años de humanidad anteriores a los 4 ó 5 mil de la historia oficial”. Casilda Rodrigañez, “El asalto al Hades”.

Durante los últimos cien años se han encontrado más de un millar de imágenes de mujeres de la época paleolítica entre grabados, relieves y esculturas. Estas imágenes, de un periodo comprendido entre el 33.000 y el 9.000 a/C, se han hallado en una vasta zona que se extiende desde Aquitania hasta Siberia, muchas de ellas en las inmediaciones de los Pirineos, Francia, Alemania, República Checa, Eslovaquia y Ucrania. Pues bien, esta tradición tendrá continuidad en el Neolítico, habiéndose encontrado unas 30.000 imágenes (la mayoría de arcilla y de mármol) correspondientes al periodo 6500-3500 a/C encontradas en el Este de Europa, así como Menhires de figura femenina, pequeñas imágenes de mujer o pendientes, en el Mediterráneo Occidental y en las costas de la Europa Atlántica pertenecientes al periodo comprendido entre el 5000 y el 2000 a/C”. Josu Naberan, “La vuelta de Sugaar”.

Por su parte, Marija Gimbutas nos dice: “Creo que la clave principal para desentrañar el significado de la Venus paleolítica reside en esa continuidad milenaria del Mito (de la portentosa renovación de la naturaleza simbolizada por la Diosa Procreadora). Veo una línea simple de desarrollo (comenzando en el Paleolítico Superior, a lo largo del Neolítico, hasta el Calcolítico y la Edad del Cobre) de un sistema religioso basado en un ordenamiento social matrifocal. Y en el preciso instante en que la instauración de la era indoeuropea trajo consigo un sistema social y religioso totalmente diferente (dirigida por hombres y por dioses masculinos) aconteció el final de la Antigua Europa y se interrumpió el desarrollo de su sistema cultural. De esta manera, la superioridad religiosa de la mujer aparece documentada de modo continuado a lo largo de veinticinco milenios”.

El 3 de Octubre del 2005 se presentó oficialmente ante la prensa el hallazgo de un colgante de piedra paleolítico en la cueva de Praile Aitz, en Deba (Gipuzkoa). La piedra de una antigüedad mínima de 15.000 años, parece representar una mujer de anchas caderas y grandes pechos.

Hacemos un pequeño alto en el camino para reseñar el continuo “alo religioso” con el que la mayor parte de arqueólogos e historiadores cubren sus crónicas sobre la llamada “Civilización de la Diosa”. Incapaces de imaginar o sentir el pensamiento mágico y animista de las culturas primitivas, se empeñan en catalogar a las representaciones femeninas como “diosas” que se adoraban al estilo de la Virgen María. A este respecto J.Naberan afirma:
Es un nombre un tanto contaminado, tocado por los prejuicios teístas de la divinidad (es decir, un ser divino “sobrenatural” que tuviera existencia más allá de la naturaleza) y mezclado asimismo con el concepto indoeuropeo del “ídolo”. En cambio, la Diosa de la que hablamos aquí no es más que la representación múltiple de la naturaleza misma (un concepto bastante cercano, por tanto, al de la divinidad panteísta); y los miles de estatuillas de esa diosa no son ídolos a adorar, sino imágenes, las más de las veces enmascaradas, para representar el drama cósmico. Y, como señala Gimbutas, por eso mismo son tan abundantes: porque la representación o el drama exige muchos personajes”.
Por su parte Casilda Rodrigañez recalca: “Tanto la obra de Mellaart como la de Gimbutas son una fuente de conocimiento importantísima, a pesar de su divulgación tendenciosa bajo el prisma de la religiosidad que impide percibir “el telurismo más puro” y la condición gaiática del “mundo de las madres”: es decir, su auténtico significado material y simbólico”.

Riane Eisler, en un artículo que publicó en Ser mujer y que lo titulaba Transformación social y lo femenino: de la dominación a la colaboración solidaria, dice textualmente: Pero en este proceso de desmadejar y volver a tejer de manera consciente los mitos convencionales de la masculinidad y la femenidad, tenemos que estar atentos/as al peligro de podernos encontrar inconscientemente atrapados/ as en la red de los arquetipos sexuales de dominación, y tejiendo de nuevo sin quererlo un tapiz de ritos y realidades dominadoras” (Extraído de “Atenea o la niña que perdió el ombligo).
Pero sigamos nuestro recorrido. Estos antiguos habitantes de la vieja Europa han sido bautizados por los sesudos investigadores con el nombre de pre-indoeuropeos, pues representan la cultura originaria y anterior a la que más adelante se extendería por todo el continente, la denominada cultura indoeuropea.

Veamos cuales eran las características de aquellas primeras sociedades agrícolas.
"Según nos revelan diversos estudios arqueológicos (como los de James Mellaart y su grupo de arqueólogos que descubrieron dos ciudades enteras del neolítico en Anatolia, o los cientos de lugares examinados por el equipo de Marija Gimbutas en Grecia, Rumania, Los Balcanes, Polonia, Ucrania,...) las sociedades de la Antigua Europa se caracterizaban por:

a) Explotación agrícola de fértiles valles atravesados por ríos en los que sembraban trigo, avena, cebada y diversas legumbres.

b) Los restos arqueológicos de aquella época no muestran sólidas murallas ni fortalezas, y en su abundante arte no se reflejan motivos guerreros, batallas memorables, ni armas letales. Edificaron sus viviendas en valles abiertos, a la orilla de los ríos, y no, como lo harían posteriormente los indoeuropeos, en lugares de difícil acceso rodeados de gruesas murallas. Además en las citadas ciudades no aparecen daños de guerra durante largos periodos de siglos

c) La “Diosa” aparece como el símbolo principal y omnipresente en todo aquel mundo". ( Extraído de “La vuelta de Sugaar”)

Según Villar "...sus gentes se caracterizan por ser pacíficas, con poblamientos sin fortificar con abundante agua y suelo de buena calidad, con casas rectangulares y economía agraria; utilizaban el cobre y después el oro para adornos e instrumentos, si bien no conocen el bronce; religiosamente parecen adorar a diosas madres y cultos de la fertilidad de los campos, animales y hombres que reflejarían una estructura social matriarcal. Juntamente han dejado su huella en la toponimia de Europa común en los ríos y montes". (Extraído de “La llegada de los indoeuropeos a Grecia”).
Como vamos viendo, el ser humano, al sedentarizarse, comenzó a desarrollar un tipo de sociedades mucho más complejas que aquellas originarias paleolíticas que se habían mantenido durante más de dos millones de años.

Como señala Gimbutas, si la civilización se define como “la aptitud de un pueblo para desarrollar las artes, la tecnología y una escritura apropiada, así como para mantener relaciones sociales”, está claro que esa Antigua Europa fue una civilización exitosa.
Esa civilización alcanzó su clímax en el V milenio, pero los comienzos se remontan a dos milenios antes por lo menos. Aquellos primeros colonos fueron asentándose en valles fértiles bañados por los ríos, empezaron a cultivar cereales y legumbres, domesticaron los animales, hicieron grandes avances en la técnica de labrar los utensilios tanto de piedra como de hueso”. Josu naberan, “La vuelta de Sugaar.

Entre el 7000 y el 3500 a.c. los habitantes de la Vieja Europa desarrollaron una organización social compleja. Según Gimbutas, pequeñas ciudades más que pueblos (como por ejemplo, la de Tal ́noe, al sur de Kiev, de 1500 casas en un área de 700 acres y con una población de 20.000 personas, datada del 5000 a.c.), con un alto grado de organización no jerarquizada y especialización cultural y tecnológica reflejada en las herramientas y objetos de adorno y uso, de cobre y oro, mármol y arcilla. No solo vasijas, cuencos, jarras y todo tipo de cacharros, también se han encontrado husos de hilar, útiles de tejer, agujas e instrumentos de música (flautas, tambores...). Y todo ello decorado con pintura, grabado o esculpido. Como explican los especialistas, tan importante es lo que representan las imágenes dibujadas, como lo que no aparece en ningún sitio (escenas de guerras, de héroes peleando y recibiendo honores, arsenales de armas, etc.). Por las inscripciones que han perdurado en estos objetos, sabemos que también tenían formas rudimentarias de escritura.” Casilda Rodrigañez, “El asalto al Hades”.

En 1988, comentaba Gimbutas: mis propias excavaciones en el sureste de Europa muestran que entre hace 8.000 y 6.000 años la gente vivía más cómodamente que en algunos lugares del siglo XX. Cuando hace veinte años, excavé un poblado de 7.000 años de antigüedad en el sureste de Yugoslavia, desenterramos casas espaciosas y pulcras con losas de piedra en el suelo, y en los altares de los hogares encontramos vasijas exquisitas en forma de pájaro, esculturas de tamaño natural o en miniatura de animales y deidades, vasijas de casi un metro de alto con la cara de la diosa en su cuello... y muchos otros artefactos notables. Irónicamente, el equipo de excavación vivía en cobertizos construidos con estiércol de vaca, en un ambiente mugriento, sin agua corriente. Hace cuatro mil años, los templos- palacio minoicos tenían agua corriente y agradables lavabos. Está claro que no hubo un desarrollo progresivo de la civilización”.

No hay ningún enterramiento más lujoso o principal que otro, ni casas más importantes o lujosas que otras; esto está considerado como uno de los más importantes indicadores de ausencia de jerarquización".
Desde el punto de vista cultural, lo que caracteriza a algunas sociedades neolíticas desenterradas, es un orden simbólico no manipulador, que recrea y emula el continuum gaiático. Algunos investigadores lo han llamado acertadamente Cultura de la Celebración de la vida. Lo que llama la atención más que ninguna otra cosa, es que es un arte que discurre sobre la vida misma, sin despegarse de ella, que consigue captar y fijar en sus obras los rasgos de la vida que describíamos en el capítulo anterior: la interacción entre lo vegetal y lo animal, los movimientos asociativos, la diversidad de las formas, la armonía del caos, los ciclos, la noción del tiempo en la vida, la generación y la regeneración, la sucesión, el continuum; la calidez, el bienestar, la alegría de la vida autorregulada. Desde el punto de vista social, se caracteriza por la ausencia de jerarquía y de cualquier tipo de jefaturas o de instancias superiores, ausencia de jerarquización entre los sexos, ausencia de acotaciones territoriales, de guerras y de violencia, ausencia también de símbolos de prestigio o de poder”. Casilda Rodrigañez.

Su cultura parece haber sido básicamente igualitaria, pacífica, próspera y jovial. Sus ciudades carecían de muros defensivos, y en su arte no se aprecian escenas de violencia. Nikolas Platon, director del principal museo de la isla (de Creta) escribe:
aquí la sucesión se transmitía por línea femenina... y el conjunto de la vida estaba impregnado por una ardiente fe en la diosa naturaleza, fuente de toda creación y armonía que inspiraba amor por la paz, aborrecimiento por la tiranía y respeto por la ley. Su arte, a la vez grácil y realista, entona un himno a la naturaleza lleno de formas ondulantes y dinámicas, revolotean las abejas, saltan gozosos los delfines, ondean las serpientes, vuelan libres los pájaros. Todo fluye, como atestiguara Heráclito muchos siglos después. En el centro de las escenas suele estar la diosa, a menudo representada como una bella muchacha de pechos descubiertos, a veces rodeada de sacerdotisas y jóvenes varones. Las figuras humanas aparecen llenas de vida, plácidas, espontáneas, siempre gesticulando, en marcado contraste con las rígidas poses del arte egipcio de la época. (... asoma una cultura basada en la celebración de la vida. No hay hordas ni estados sino poblaciones autónomas de varios miles de habitantes; se conoce la metalurgia, pero no se aplica para fabricar armas; no se levantan fortificaciones ni hay signos de violencia, pero existe un arte floreciente... su culto está guiado por mujeres y la descendencia pasa por línea femenina, pero no hay dominio sobre los hombres sino igualdad entre los sexos”.

Como vamos viendo, esta Cultura de la Celebración del Vida (hija de las cosmovisiones animistas del paleolítico), que hasta ahora la historia oficial nos ha estado presentando en islotes (Creta, Troya,...), está emergiendo del pasado para reivindicarse a sí misma como común a toda Europa y si seguimos tirando de la madeja la podríamos catalogar como universal. Así, la metáfora femenina aparece en las tres cunas principales de la agricultura: Asia Menor y Antigua Europa, Tailandia y Centroamérica. Algunos ejemplos universales son: la diosa Nammu de Mesopotamia, Ua-Zit e Isis de Egipto, Quetzalcoath de México, Dani y Kali de la India, Kuan Yin de China, Yoruba Sango de Nigeria, Stara Baba de Siberia, Mari en Kantauria..

2) UNA RE-VISIÓN DEL MATRIARCALISMO
En 1861 Bachofen escribió un libro en el que explica, basándose directamente en algunos autores de la Grecia antigua, la cualidad y la función social y civilizadora de la libido maternal en las primeras sociedades humanas; lo que ahora ya la antropología con la nueva aportación de la “revolución arqueológica” está confirmando; Bachofen dijo que la fraternidad, la paz, la armonía y el bienestar de aquellas sociedades del llamado Neolítico en la Vieja Europa, procedían de los cuerpos maternos, de lo maternal, del mundo de las madres. No de una religión de las Diosas ni de una organización política o social matriarcal, sino de los cuerpos maternos. Es decir, que aquella sociedad no provenía de las ideas o del mundo espiritual, sino de la sustancia emocional que fluía de los cuerpos físicos y que organizaba las relaciones humanas en función del bienestar; y de donde salían las energías que vertebraban los esfuerzos por cuidar de la vida humana." Casilda Rodrigañez
a) El “Ginecogrupo” y la estructura “matrifocal”

El derecho materno, cuya existencia histórica ha sido probada, no representa solamente la organización de la democracia natural del trabajo, sino también la organización natural de la sociedad que obedece a los imperativos de la economía sexual”. Wilhem Reich.

Como hemos visto hasta ahora, una de las principales características de estas culturas primitivas es lo que l@s autor@s denominan como “matriarcal”, “matriarcado”, etc... Es muy difícil describir algo que nunca se ha vivido. Muy al contrario, la mayor parte de nosotros hemos sido educados en valores contrapuestos. No obstante, intentaremos acercarnos a aquellas culturas con el fin de comprender mejor nuestra realidad cotidiana patriarcal.

Comencemos:
El primer vínculo social estable de la especie humana no fue la pareja heterosexual (mujer y varón) creada por el cazador, como sostiene la mayoría de científicos sociales, sino el conjunto de lazos que unen a la mujer con la criatura que da a luz. El vínculo original diádico madre/criatura se expande al agregarse otras mujeres en estado de gestación-crianza, y las que habían pasado por esas etapas, para ayudarse en la tarea común de dar y conservar la vida la misma circunstancia las auña, y el conocimiento compartido permite que cristalice la solidaridad entre ellas. Se origina así el grupo social primario, compuesto por mujeres de varias generaciones y sus proles. Los lazos que establece la cópula en la época arcaica son momentáneos e inestables, y no parecen haber sido el elemento fundacional del grupo.

(...) El ginecogrupo (y no la pareja heterosexual) es la primera forma de organización humana, original y universal. Esto significa que no es un tipo de organización cualquiera, sino la primera forma grupal que permite la consolidación de la especie en el tiempo, y que se estructura a partir de exigencias específicamente humanas, es decir, culturales y no instintivas. Dicho de otra manera, no es un resto de una forma de organización entre varias posibles, sino la original, a partir de la cual se derivarán todas las variables conocidas.” Martha Moia, “El no de las niñas”.
Intentaremos ahora, a través de las palabras de Casilda Rodrigañez, desenmarañar ese “batiburrillo” de términos y significaciones que se utilizan para describir a estas sociedades organizadas a partir de lo que Marta Moia calificaba como “Ginecogrupo”:
Ante todo hay que tener en cuenta que no podemos establecer paralelismos; por ejemplo, frente al linaje patrilineal dar por sentado también un linaje matrilineal, cuando la reproducción grupal excluye el linaje. Pero la reproducción grupal es algo que la perspectiva patriarcal no puede concebir ni conceptualizar.

En primer lugar, porque los matriarcados existieron en las épocas de transición precediendo al desarrollo de la paternidad; la existencia de lo que Bachofen llama “ginecocracia”, se sitúa en el tiempo, más o menos con las primeras ciudades-Estado que se formaron a partir del 3000 a.c., y que aparecen con la deificación de la imagen de la mujer, con el matrimonio demétrico, la agricultura extensiva, y posiblemente la institución de algunos linajes matrimoniales que vinieron de la mano de determinados pactos matrimoniales y políticos, y que implicaron la aparición del sistema de identidad individual y la propiedad, y la pérdida de la “identidad” grupal y de la comunidad de bienes.

En segundo lugar, porque si estamos analizando una sociedad desconocida, no podemos dar por sentado que el calificativo general automáticamente nos esté calificando todo lo demás.
Mutterlich” y “muttertum” no pueden traducirse por “matriarcal” porque estamos con sociedades no jerarquizadas, por lo tanto exentas de autoridad; así pues no estamos en matriarcados, ni en ginecocracias. Estamos en sociedades acratas, sin archos, con una forma de organización asamblearia y comunalista, sintonizada con el continuum gaiático autopoyético (sin dioses) y autorregulado (sin ley sin estado).

Para una definición general de la sociedad pre-patriarcal, la voz “MATRÍSTICA” que está siendo cada vez más aceptada, es mucho mas acertada que la de “matriarcado” que debería excluirse o restringirse a los periodos ginecocráticos concretos; también se puede usar lo de sociedad de “derecho materno” propuesta por Bachofen (aunque lo de “derecho” es cuando menos ambiguo) o el “mundo de las madres”, el “muttertum”.

Para definir el grupo, tribu, gens, etc., tenemos el concepto de “matrifocal” y el de “ginecogrupo” empleados por diversos antropólg@s; “matrifocal” se empezó a emplear cuando se constato que el lugar de residencia de cada núcleo humano que se formaba, era el de la mujer-madre. Es decir, que la relación de apareamiento no daba lugar a un cambio de residencia de la madre, puesto que la cópula no era el punto de partida de un grupo humano; copular y engendrar hij@s no eran actividades que supusieran la exclusión de la mujer del clan al que pertenecía, si no todo lo contrario. Puesto que una sociedad sin linajes individuales se renueva con las criaturas de las mujeres del grupo.

Por lo tanto la mujer no cambiaba de residencia y seguía viviendo en el lugar donde había nacido con las demás mujeres y hombres con vínculos uterinos (hermanos uterinos o nacidos de la madre).
Hay, pues, que empezar a pensar y a imaginarse lo que puede ser el despliegue social de la sexualidad de la mujer, alentando la simbiosis primaria del ser humano; imaginarnos creciendo en el “muttertum”; imaginarnos como seríamos después l@s adult@s crecid@s en el “muttertum”, con las criaturas pequeñas saltando de regazo en regazo, chupando y lamiendo, incorporadas a nuestros cuerpos en todo el quehacer cotidiano. Imaginarnos los grupos humanos formados no al lado, no en contra, no a pesar de los inconvenientes de la crianza, sino en función de ella, para protegerla y cuidarla como el bien más preciado del grupo. Ni tuya ni mía, las criaturas serían de los grupos humanos, no por ley, no por decreto establecido, sino por la cualidad de la energía libidinal. Por eso, su bienestar sería de hecho el de tod@s.

Y si un grupo humano se pone a funcionar teniendo como lo primordial el bienestar inmediato y el cuidado de la pequeña criatura, recuperaría el impulso vital de búsqueda del bienestar; haría volver la sabiduría perdida, el impulso general por el cuidado de los demás que ha sido sustituido hoy por el afán de dinero y de éxito”. Casilda Rodrigañez .

En el pasado tampoco existía lo que hoy conocemos como “pareja” sino una gran libertad sexual que propiciaba saber quién era la madre, pero en muchas ocasiones no se sabía a ciencia cierta quién era el padre, es más, la mayor parte de las veces, ese dato, carecía de importancia. “En época arcaica, el varón adulto no se responsabilizaba de los hijos de una mujer y no existía vinculación mujer-varón: las primeras familias estaban compuestas por la madre e hijos. (Ampliamos en: Creencia arcaica en la ausencia de poder fecundador del varón) Así, en la familia matricéntrica, en la que no se daba la vinculación masculina, la mujer era fuerte junto a sus hijos, era autosuficiente económicamente y existía la sucesión matrilineal por la certeza de saber quien era la madre de los descendientes”. Francisca Martín-Cano, “Causas de la prostitución arcaica” .

La familia matricéntrica, compuesta por la madre y los hijos, formaba una unidad económica autosuficiente: la madre proporcionaba los alimentos vegetales y los hijos los de la caza o pesca, por lo que era muy grande la influencia femenina en la sociedad. Ella desempeñaba el principal papel en el terreno económico, regía la estructura social y ejercía el poder.

Entre la madre y los hijos existirían lazos muy fuertes, mientras no existía vinculación varón-mujer, ni vínculos entre el padre e hijos (igual que pasa entre los primates). La razón principal estaría basada en el hecho de que el varón desconocía ser padre de sus hijos.

Son múltiples los testimonios existentes que corroboran la afirmación del desconocimiento de la paternidad en época antigua, por lo que se creía que la mujer era madre virgen: "... el sociólogo escocés (Mac Lennan) parte del supuesto de que la incertidumbre de la paternidad fue lo único que determinó la fase matriarcal." (Espasa, Tomo 33, 1988: 1001). "En el grupo humano es sobre todo la madre la que aparece esencialmente como fuente de toda vida, de un modo particular en esa época en que la unión conyugal no existía de modo estable." (Pirenne, 1982: 44). Su expresión "como fuente de toda vida" referida a la madre, expresa la creencia arcaica de que la mujer sola creaba al nuevo ser, se creía que la reproducción era asexuada, no intervenía el varón, se realizaba por partenogénesis / virginal / hermafrodita / agámica / afrodita (afrodita = sin cooperación del sexo masculino) (Espasa, Tomo 3, 1988: 231).”Francisca Martín-Cano.

Bachofen afirma que en la sociedad organizada desde lo maternal, lxs niñxs tenían muchos “padres” ̧de este modo, Bachofen explicaba el que muchos adultos cuidasen de cada niño; y sin poder imaginar otra forma de conceptualizar esa función masculina, caía en el mimetismo de llamarlo “polipáteres”, una sociedad en la que cada niñx tenía muchos “padres”. (...) El concepto de “polipáteres” es un acercamiento a la función social masculina, desde nuestra perspectiva patriarcal; es a la vez rompedor y equívoco. Rompedor, porque tener muchos padres es lo mismo que no tener ninguno desde el punto de vista de la posesión; y equívoco, los “polipáteres” no tenían nada de la patria potestad, que es el contenido básico del concepto de “padre”; por ello el concepto de “polipáteres” es un sinsentido, porque el “poli” es incompatible con el “pater” “.Casilda Rodrigañez “En la sombra de la cultura, el vientre todavía palpita”.

b) La sexualidad arcaica.

Teniendo en cuenta la perspectiva gaiática de la vida humana, y un punto de vista no patriarcal. En primer lugar, hay que partir de que en el Paleolítico, como luego en el Neolítico, el sexo no se había instituido en tabú ni era objeto de represión alguna. Sin inhibiciones, ni pudor ni recato, el sexo y la búsqueda del placer corporal formaría parte de su vida cotidiana, y se practicaría de forma espontánea sin reglamentación alguna”. Casilda Rodrigañez.

La escisión del cuerpo de la mujer y el invento del amor espiritual se inscriben en un orden general de los sentimientos. Según De Choisy hay datos históricos que prueban que hubo un tiempo en el que el amor al prójimo era físico, y era una regla en una sociedad basada en la conservación de la vida, en el bienestar y en la ayuda mutua. La espiritualización cristiana del “amor al próximo” forma parte del orden sexual represivo patriarcal. De Choisy cuenta también cómo, en la transición a la sociedad patriarcal, cuando empiezan a instituirse la monogamia y la exclusividad, aparecen las hetairas, lo que nuestra cultura ha llamado “prostitutas sagradas”, para "expiar el pecado del matrimonio" y mantener vivo el fluido del amor. Cuando la monogamia y la pareja se generalizan, las prostitutas sagradas se mantendrán todavía durante algún tiempo en algunos lugares junto con los cultos a la diosa Madre.

El matrimonio aparece, ante todo, como la violación de una ley religiosa. Por muy incomprensible que sea para nuestra conciencia moderna, esto tiene el testimonio de la Historia. (...) El matrimonio debía ser expiado ya que "por su exclusivismo viola la ley de la divinidad". La naturaleza no ha dotado a la mujer de tantos encantos para que se marchite en los brazos de uno solo. La ley de la materia, según esta filosofía religiosa odia la coacción, rechaza todo límite, considerado como una ofensa hacia la diosa. El matrimonio sólo fue posible después de un cambio de moral (...) La monogamia debe compensar con la prostitución sagrada su infracción a las leyes de la materia y reconquistar así la complacencia divina. Marise De Choisy.

La religión de la diosa apareció durante la transición, en las primeras ciudades-Estado (y sus vestigios han perdurado hasta la Edad Media, con los druidas, celtas etc.), como una forma de resistencia: un modo de conservar el antiguo modo de vida y de cultivar la vida contra el Patriarcado, y por eso, entonces, las prostitutas eran “sagradas”: eran sacerdotisas de la diosa que vivían en los templos para rendir culto al amor. No es casualidad que la mariología, el culto a la Virgen María, aparezca en el siglo XII para machacar los vestigios de los diferentes cultos a la diosa Madre y hacer prevalecer el amor “espiritual” sobre el amor verdadero.

Al abandono al primero que llegaba le sucede la elección de las personas; Deméter ha vencido a Afrodita. Pasamos al reino de la pareja”. Marise de Choisy

Ahora el deseo lo induce el neocórtex ante aquél o aquella cuya imagen representa el prototipo de lo que te debe gustar, de lo que es adecuado para formar la pareja, obedeciendo al orden sentimental establecido. Hoy no podemos entender el significado de "el abandono al primero que llega" de los otros tiempos. No podemos ni imaginar algo tan simple como el deseo descodificado. Pero lo cierto es que, sin mediar la destrucción del tejido social y los procesos de devastación y de domesticación de las criaturas, el deseo no codificado es inducido por el deseo de otr@; y basta sentirse desead@ para desear a quien te desea.

El deseo, por su propia condición, se derrama para fundirse con otr@s, y se guía por su anhelo de complacer a otr@. Es cierto que, cuando de la integridad de nuestro ser mana el deseo y el sentimiento puro, su tránsito es como una caricia que lame todos los vericuetos de nuestros cuerpos y de nuestras almas; pero el hecho de que el derramamiento del deseo nos produzca placer, no debe de confundirnos.

El deseo genuino no es egocéntrico. Como diría Kropotkin se obtiene placer dando, porque la búsqueda del placer y la solidaridad son las vías generales del mantenimiento y de la expansión de la vida. Y no hay en ello nada misterioso ni romántico: sin esta cualidad (la ayuda mutua y la búsqueda del placer o de "lo agradable") el reino animal jamás se habría desarrollado o alcanzado su perfección actual. Desear a otr@ es ante todo deseo de saciar sus deseos; y al saciar los deseos del ser deseado, nos fundimos y nos saciamos. Es el complacer del placer, y el placer de complacer. El sentir del consentir, y el consentir de los sentimientos que se originan precisamente para expandirse -la condición del mantenimiento de la vida es su expansión-, y por eso decimos que, en su origen, los deseos no son ni posesivos ni egocéntricos. La posesividad, con palabras de Deleuze y Guattari, es un contraefecto de la represión.

Nuestra condición humana está preparada para la abundancia de la producción de los deseos, de unos deseos saciables; y no para la carencia ni para la frustración. Pero el orden social tal y como está constituido, frustra y asfixia nuestro anhelo de vida desde el mismo nacimiento, y crecemos con los deseos bloqueados y reprimidos. Y ese anhelo profundo reprimido, que habita en lo más hondo de nuestro ser, es el que se idealiza y se canaliza hacia el “amor” posesivo, con toda su fuerza contenida y con toda la ansiedad acumulada durante años. La criatura humana abandonada por sus congéneres se convierte en individuo en busca de compañía. El deseo se ha transformado ya en miedo a carecer, y este miedo, a su vez, en afán de poseer a otra. Hemos entrado en el reino de la pareja, que presupone el reino del individuo.

El ego es el resultado del bloqueo del flujo de la vida; cuando el deseo deja de fluir, el ser humano queda en soledad, y aparece el individuo, que trata de compensar la carencia y la soledad con la posesión; por eso su `identidad ́ se define por lo que retiene, acapara y convierte en su posesión (`mi ́ papa, ́ni ́ mamá, `mi ́ casa...); aparece el “yo-poseedor“ por contra del yo-vivo-disuelto: por contra del vivir disuelto que hace innecesaria la metafísica y la “identidad”.

El “ego” se forma por la imposibilidad del deseo de fluir y con la descomposición del amor, por un lado, en “amor” sexual posesivo, que sí es egocéntrico; y por otro, en “amor” espiritual, que puede que no sea egocéntrico, pero que está desprovisto de deseo.

El “amor”, el desprendimiento, la generosidad gozan de un prestigio hipócrita en nuestra sociedad siempre y cuando sea un sentimiento mutilado, no sea amor sexual. ¿Por qué, en medio de tanta generosidad, el amor sexual tiene que ser posesivo, exclusivo y egocéntrico? La respuesta es clara: el deseo es el sustento de la ayuda mutua, y el Poder no puede manipular y controlar la vida más que mutilándola.

El “ego” es una impostura que aparece con las relaciones de Poder. L@s antropólog@s han constatado en ciertas tribus la inexistencia de la identidad individual; la conciencia que cada cual tiene de si es la mera pertenencia a un grupo, la de ser parte de un grupo humano: a esta forma de percibirse lo han llamado miméticamente `sistema de identidad grupal ́.

Según la antropóloga Martha Moia, en la estructura social matrifocal, la “identidad” era grupal y la convivencia estaba basada en el deseo (sexual) materno de bienestar directamente vinculado a la conservación y protección de la vida. Se trataba de "ayudarse en la tarea común de dar y conservar la vida". Los mayores y los fuertes cuidaban y protegían a los pequeños y a los débiles como requisito de bienestar de conservación del grupo. La ayuda y no la lucha eran la garantía de la vida.

Del reconocimiento de la madre y de su amor materno, brotan los sentimientos de fraternidad.

c) Falsas ideas estereotipadas sobre varón imponiéndose sexualmente a mujer

Os podéis hacer una idea del comportamiento sexual en sociedades libres: cuando una mujer tenía "ganas" invitaba al varón elegido. Y cuando no tenía, ningún varón se atrevía a imponerse por la fuerza, si no quería convertirse en un paria "solitario" y quizás con maldiciones de poderosas "hechiceras" que le llevarían a la muerte. La violación es un comportamiento cultural nacido en la especie humana tras la revolución patriarcal. “Francisca Martín-Cano.

Muchos se preguntan, cómo tenía lugar la seducción en época prehistórica entre sujetos de ambos sexos. Desde luego no existen fuentes exactas para informarnos de ello, pero sí indicios".
Y precisamente esos indicios se pueden deducir basándose en las nuevas teorías antropológicas, nacidas tras las más recientes investigaciones de la conducta de los primates, y complementadas con los sucesivos estudios de las creencias y de las sociedades primitivas. Tras analizar sus resultados se constata que no es cierta la idea imaginada por algunos sujetos con ideas androcéntricas, que proyectaban sobre la Edad de Piedra, a los varones como seres superiores que subordinaban a su compañera arrastrándola por los cabellos.

Estos nuevos descubrimientos ponen de manifiesto, que la visión estereotipada que aporta Auel en sus novelas, mostrando que los varones prehistóricos imponían brutalmente la relación sexual a mujeres maltratadas, es un mito machista, totalmente inexacto. Subraya esta idea Fisher (1984, 110):
"Tres tratados más, todos de científicos sociales influyentes, remitieron el parentesco primitivo a la mujer, a la madre. Estos estudios no atribuían, sin embargo, ningún estatus social generoso a las mujeres primitivas. Como la mayoría de estos pensadores concebían a los hombre y mujeres prehistóricos como individuos similares a los que veían a su alrededor de la Inglaterra victoriana, se imaginaron a sus ancestros masculinos como los patriarcas agresivos, dominantes, militantes y autoritarios de aquellas familias matrilineales. Y describieron a las hembras como seres sumisos, débiles, inactivos..."

Con los resultados de las contemporáneas investigaciones de primates, se puede uno hacer la idea de la conducta sexual de la mujer en los inicios de la cultura humana, ya que algo parecido debió ocurrir con nuestros remotos antepasados homínidos: el modo de vida sería similar al de los primates no humanos.

Os cuento el más significativo resultado de los estudios de la conducta sexual de las primates superiores de varias especies: LA HEMBRA ES LA QUE ELIGE A LAS PAREJAS SEXUALES, que no pueden imponerse por la fuerza.

Kay y Voorhies afirman en (1978, 153): "Los chimpancés y gorilas, ciertamente, muestran lo que algunos han llamado pautas de dominio. Ahora bien, entre los monos el dominio se establece mediante actos de exhibición en lugar de hacerse a base de agresiones dentro del grupo. Estas actividades exhibicionistas suelen tenerlas los machos para con los machos y a menudo su carácter es casi teatral."...

"Aunque el dominio así conseguido puede a veces llevarse a la práctica en presencia de alimentos, nunca es ejercido en el campo de la sexualidad. Es significativo que la jerarquía de dominio de los monos es exterior a las relaciones macho-hembra. ¿Cuál es, entonces su función?..."

Aporta José Luís Moreno en (1997, 44): "Por lo demás, la hembra, según De Waal, «es libre de elegir si quiere tener o no relaciones sexuales. Si la hembra no quiere aparearse, no hay nada más que hablar, y los insistentes corren el riesgo de ser perseguidos no sólo por la hembra a la que acosa, sino también por las demás hembras.»"

Según Kay y Voorhies (1978, 109): "Esta autora (Sally Linton) afirma que la idea de que los machos seleccionen y posean con exclusividad a las hembras es una noción típicamente euroamericana..."
Informa Meredith F. Small refiriéndose a las hembras bonobos (1996, 115): "Las hembras son las que dirigen el negocio: sexo y comida -dice Dewaal- creo que es una especie ideal para feministas."
Afirma Strum de los babuinos (1996): "Al ser más grande y más fuerte, un macho como Belius podía desplazar con facilidad a una hembra o a un macho más pequeño..." "... pero por lo visto los machos más fuertes no podían obtener cuanto deseaban por la fuerza, tenían que encontrar otros medios..." Corrobora que es la hembra la que elige pareja, el comentario de Kay y Voorhies (1978, 109): "Se ha observado asimismo que las hembras de orangutanes, gibones, gorilas y chimpancés muestran a veces claras preferencias por machos concretos y han sido vistas cuando rechazaban, durante el estro a machos completamente dispuestos y capaces. Estas observaciones indican que la actividad sexual de las hembras de estos primates superiores no depende totalmente de las hormonas."

Y más adelante (1978, 153): "Según Van Lawick-Goodall (1971), los chimpancés machos en estado salvaje tienen una actitud muy despreocupada ante el coito y no sienten interés por la competencia o los celos relacionados con las relaciones sexuales. Del mismo modo, Schaller (1963) informa que los gorilas macho no compiten por obtener determinada hembra y de hecho no muestran gran interés por el coito." Y Ronald Nadler ha investigado la conducta sexual de los gorilas en el Centro Regional Yerkes de Investigación de Primates y descubrió, según refiere Fisher en (1984, 22): "Los machos no se acercaban nunca a las hembras, y las hembras que no estaban en celo rara vez se acercaban a los machos. Pero cuando una hembra estaba en celo (un período breve de unos cuatro días) perseguía realmente al macho y en algunos casos le obligaba a copular varias veces."

Me parece que todos estos resultados, indican claramente que se puede deducir que la MUJER EN LA PREHISTORIA sería la que se acercaría a un varón elegido y le indicaría que estaba "preparada" para la cópula. Francisca Martín-Cano “La seducción en la prehistoria”.

Es sabida la importancia del sexo en las sociedades de primates, inclusive no es extraño escuchar que el sexo es el “pasatiempo” favorito de todos los monos. Los bonobos resuelven las tensiones sociales a través de su sexualidad libre, sin tabúes, no reprimida. Los bonobos no se pelean por el alimento, antes follan y comparten. Los bonobos se dan besos con lengua, se miran a los ojos cuando hacen el amor en la postura de frente. Las hembras tienen la vulva por delante, como las muchachas humanas. Practican también otras muchas posiciones. Se acarician mutuamente los genitales y esporádicamente practican el sexo oral.

Constituyen un matriarcado, una sociedad que ha preferido gozar de sus placeres preferidos y echar abajo los brotes de dominación violenta. Pese a la libertad en la práctica de su sexualidad tienen una frecuencia de reproducción baja. Es posible que las hembras controlen en cierto modo su embarazo como las mujeres forrajeras podían y pueden hacer antes de la domesticación de su cuerpo, de los orígenes del genero y el patriarcado” (http://www.salvajistas.tk )

d) Algunas características de conductas sexuales de sociedades matrilineales

En las sociedades matrilineales, según manifiesta Burguière (1988, 55): "... apenas se preocupan del problema de la paternidad, sólo se otorga una importancia limitada a los vínculos maritales. En ellas, además el divorcio es frecuente y fácil".Martín-Cano.

Son numerosas las culturas ya desaparecidas en muchos lugares de la tierra o sociedades primitivas que aún milagrosamente permanecen, en las que la conducta sexual femenina es exactamente opuesta a la patriarcal: son las sociedades matrilineales y matrilocales, en las que perviven o pervivían hasta hace poco, costumbres y antiguas instituciones matriarcales, aunque atenuadas, consideradas reminiscencias del matriarcado. (Amplío en: http://es.geocities.com/culturaarcaica/ sociedades.matrilineales.html ).

El hecho de que en estas sociedades, PERVIVAN COSTUMBRES DE GRAN LIBERTAD SEXUAL FEMENINA ejemplifica la que tendría en la Prehistoria. Algunas características de la conducta sexual femenina de las sociedades matrilineales, son:

-Existían costumbres licenciosas y de promiscuidad sexual por parte femenina, que tenía relaciones sexuales libres.

-La mujer casada podía ser infiel a su esposo y otorgaba la «amistad del muslo» al huésped (la cultura occidental considera machistamente que el varón prestaba la esposa al huésped).

-O las mujeres elegían a sus múltiples amantes, síntomas de que no se dejaban dominar por ningún varón.

-Sociedades en las que no se daban los celos masculinos por la conducta de su esposa infiel y si algún esposo los sentía podía vengarse en el amante, no en la esposa intocable.

-O existía la costumbre de que a veces eran los esposos varones adúlteros los que se entregaban a los parientes de la mujer ofendida para que la vengasen.

-En algunas sociedades se practicaba la poliandria: una mujer con varios varones, institución social que subrayaba la alta posición femenina y que tenía por resultado darle un lugar preponderante en la sociedad.

-En otras s. m. la mujer no vivía con su esposo quien sólo la visitaba de noche (y ella le pagaba el favor sexual).

-O existía "el esposo desconocido".

-Y eran sociedades que consideraban nacimientos milagrosos los que tenía una mujer de padre desconocido.
En palabras de los autores de la Encicl. Espasa, Tomo 33 (1988,1005): "... fue engendrado por Zeus, es decir, por un padre desconocido, una característica del matriarcado."

-La mujer poseía gran autonomía en las sociedades matrilineales y gozaban de grandes derechos y poderes de libre decisión, siendo la elección de pareja dependiente de la joven. Hayes en la Encicl. Espasa, Tomo 33 (1988, 1000) afirma: "...en las sociedades exógamas las mujeres pueden rechazar a los pretendientes..."

-Y añado: que en las sociedades matrilineales existía la promiscuidad sexual entre los jóvenes de manera reglamentada antes de casarse.

-En correspondencia a la estructura de la sociedad en el panteón lo femenino ocupaba el lugar de honor y las Diosas tenían multitud de amantes Divinos y humanos, mitos que reflejaban la gran libertad sexual que gozaba la mujer.

-(...) Y un comentario jocoso sobre los dibujos de esculturas amorosas. Es que justo estos días, en una conversación me hicieron caer en la cuenta (a mi edad por fin lo entendí), del por qué se llama "postura del misionero", la manera de hacer el acto amoroso de frente y tumbados, con el varón encima aprisionando a su pareja. Ya veis que los misioneros no sólo se dedicaron a imponer "la única religión verdadera" en los países descubiertos, sino que también les impusieron a las mujeres aborígenes, una manera de hacer el amor dominadora por el varón.

Los Na (Mongolia)

Y por último sólo hablarles de una cultura que conserva instituciones de la organización social y familiar de tipo matriarcal y que sobrevive aún hoy día. Comunidad matriarcal "caso único en el mundo" en palabras de Soutif, Dray y Dibie, (1999, 38), quienes cuentan sus costumbres aportadas por el etnólogo chino Cai Hua. Comunidad campesina en la que sobrevive costumbres del matriarcado arcaico, cuando el mundo y los niños pertenecía a las mujeres y los varones no tenían hogar permanente (según documental de Malcolm Penny, 1988).

Se trata de los Na, pueblos mongoles del norte de China cercana a la frontera, que viven en las montañas de Yunán. Allí las mujeres son exclusivamente las dueñas de las posesiones valiosas, de las casas y los hijos. La prole son educados por la matriarca anciana, que está al mando y la herencia es matrilineal. En esos hogares no existe el matrimonio, reina gran libertad sexual y una auténtica ausencia de celos. En esta sociedad no hay lugar para el varón, que no posee ningún bien y sólo como "hachu", como "varón aceptado", como amante furtivo, visita de noche a la mujer que lo elige y ni siquiera existe la palabra "padre".” Francisca martín-Cano.

Los Mosuo (Sur de China)

(...) El grupo humano matrifocal es una de las cosa más difíciles de imaginar (sin embargo quedan pruebas vivas como la de los Mosuo), ligado a ese ámbito femenino “remoto” y difícil de recuperar, tan opuesto a la familia edípica patriarcal.

(...)Recientemente nos está llegando información de un pueblo perdido en el sur de China, los Mosuo, que tienen una organización social como la que describe Martha Moia, y que confirma su estudio antropológico.

Entresacamos retazos de un artículo de la periodista Paka Diaz sobre los Mosuo:
Los mosuo tienen un asombroso sistema social en el que el matrimonio y la paternidad no existen como tales...Se suelen agrupar tres generaciones de mujeres con sus respectivos hijos. Abuelas, madres e hijas viven bajo el mismo techo sin admitir la presencia de padres o maridos. Solamente los tíos, hermanos, hijos y sobrinos...no existe el concepto del matrimonio...el sexo se practica de forma abierta y libre. solo hay que elegir pareja para pasar la noche...mientras el matrimonio y la fidelidad son considerados como una herejía...no dan muestras de celos. Las tragedias amorosas latinas de amantes vengativos y atormentados les hacen reír. Parecen pensar que el visitante se está burlando de ellos.”¿Cómo es posible que alguien acabe con una preciosa vida por algo tan banal como el sexo?”, se preguntan tras escuchar una historia truculenta de amor y pasión occidental...
Según su propia historia oral, ya que carecen de restos escritos, los Mosuo fueron en su origen unos soldados tibetanos que regresaban de la guerra y que, hartos de pelear, decidieron asentarse en este lugar donde tenían todo lo que podían desear. “Debió de ser uno de esos pueblos que, huyendo de las guerras patriarcales, recuperaron en su nuevo asentamiento sus costumbres matrísticas, que han conseguido mantener hasta nuestros días gracias a su aislamiento”. Casilda Rodrigañez

Las tribus cazadoras-recolectoras

Los pigmeos del Zaire celebran las primeras menstruaciones de las chicas con una gran fiesta de gratitud y alegría. La mujer joven experimenta el orgullo y el placer, y todo el grupo demuestra su felicidad. (...)

Dramper se impresionó por las relaciones distendidas y igualitarias entre hombres y mujeres San, con su suavidad y respeto mutuo, tipo de relación que perdura, mientras los San continúan siendo recolectores cazadores.

Duffy ha descubierto que todos los niños de un campamento Mbouti llaman padre a todos los hombres y madre a todas las mujeres. Los niños de los recolectores cazadores se benefician de más atención y cuidados y más tiempo de dedicación que los de las familias nucleares aisladas por la civilización. Taylor ha descrito "un contacto casi permanente" con sus madres y con otros adultos de los que se benefician los niños bosquimanos. Los bebes Kung estudiados por Ainsworth presentan una precocidad marcada del desarrollo de las primeras actitudes cognitivas y motrices. Eso se atribuye tanto a la estimulación favorecida por una libertad de movimientos sin trabas, como al nivel de calor y proximidad física entre los padres y los niños.

Draper ha podido observar que la "competición en los juegos está prácticamente ausente entre los Kung, igual que Shostack observa que "los chicos y chicas Kung juegan de una manera parecida y comparten la mayor parte de las juegos". Ha descubierto también que no se prohibe a los niños los juegos sexuales experimentales, esta situación es pareja a la libertad de los jóvenes Mbouti durante la pubertad “se libran con deleite y alegría a la actividad sexual preconyugal”. Y los Zoumi “no tienen ninguna noción de pecado”, como dice Ruth Benedict en la misma línea de ideas, “la castidad como estilo de vida está mal considerada...las relaciones agradables entre sexos no son más que un aspecto de las relaciones agradables entre humanos...La sexualidad es un hecho banal en una vida feliz”.John Zerzan “Futuro primitivo”

Los Sufíes

"En la cosmogonía sufi, como en la tántrica, el universo es un inmenso océano de amor, que se define como una energía vital que pervade todos los cuerpos viniéndoles desde fuera. Todos los seres, vivos o inanimados, son receptores y emisores de amor pero no son acumuladores. El amor no es un estanque, sino una corriente; sólo existe el movimiento, y para que entre ha de estar saliendo: la llama amorosa ha de pasarse para que no se extinga. Si se quiere acumular, se escapa. Su paso por el cuerpo templa la personalidad.

Desde esta filosofía sufi, la energía amorosa tal como se concibe hoy ha sido banalizada y desvirtuada: primero, porque en el amor, según la concepción sufi, no se pueden dar los celos; y segundo, porque el amor siempre es desinteresado y los que dicen amar sin ser correspondidos, no aman, sino que están neuróticos. Vamos de aclarar estos dos puntos.

En primer lugar, desde la perspectiva sufi, los celos son imposibles. El amor es un fenómeno sinergético, es decir, no cumple el principio de conservación de la energía. En la ley de la materia o la energía, cuando tengo 8 y doy 3 me quedo con 5; en la ley del amor, cuando tengo 8 y doy 3 me quedo con 11. Esto es lo característico de fenómenos sinergéticos, o multiplicadores de energía, como el conocimiento o el amor. En el conocimiento sucede que si doy una clase a 30 personas, mi conocimiento pasa a ellos (o a unos cuantos) y yo, no sólo no lo pierdo, sino que normalmente lo aumento. Así es en el amor y por tanto para amar a una persona no he de quitar amor a otras.

Además, no se puede amar a una sola persona: o se ama a todo el universo, o lo que se llama amor es un egoísmo a dúo. Por otra parte, desde la concepción del amor sufí, es imposibles amar y pasarlo mal, porque el ser o no correspondido es irrelevante. Un amor no correspondido será una irradiación pasajera que se lanza y de la cual se pasa a irradiar hacia otras cosas y personas.

Empeñarnos en irradiar hacia una sola persona y que ésta nos corresponda, es estancarnos en una neurosis obsesiva, lo cual no debe considerarse como un amor ejemplar y abnegado, sino como una estúpida negación de la vida. Hay tantos objetos de amor en el mundo, que encerrarse en uno solo es atentar contra el propio flujo de la vida. Extraído de "Filosofías del Underground de Luís Racionero".

3) EL ÚTERO O EL CORAZÓN ARCAICO

Un curioso fenómeno concerniente a las mujeres recolectoras cazadoras, es su capacidad de impedir la preñez en ausencia de todo tipo de anticonceptivo. Diversas hipótesis han sido formuladas y rechazadas, por ejemplo que la fertilidad esté ligada a la cantidad de grasa del cuerpo. La explicación que parece plausible se apoya en el hecho de que los humanos no domesticados están más en armonía con su ser físico que nosotros. Los sentidos y los procesos físicos no les son extraños ni se les hacen grandes; el dominio sobre la fecundidad es sin duda menos misterioso para aquellos para los que el cuerpo no se ha vuelto un objeto externo sobre el que se actúa.” John Zerzan “Futuro Primitivo”
(Extracto de “La sexualidad de la mujer”. Casilda Rodrigañez.) “A lo largo de unos años nos hemos ido encontrando con una serie de datos que, en principio, casi no llaman la atención ni sugieren nada; son datos sueltos, que en su desconexión no resultan significativos; son como las piezas de un puzzle que, almacenadas en algún lugar de nuestra conciencia a la espera de ocupar su puesto en la resolución del puzzle.

a) Para Masters&Johnsons, las contracciones uterinas son un componente esencial en todo orgasmo femenino. Marise de Choisy va más lejos al afirmar que éste... “tiene su origen en el cuello del útero. Y que si los psicoanalistas, desde hace tiempo, vienen confundiendo el orgasmo cérvico-uterino con el orgasmo vaginal, no es sólo debido al narcisismo masculino, ni tampoco sólo a la ignorancia femenina, sino también porque las cérvico-uterinas no frecuentan nuestras consultas”.

b) Bartolomé de las Casas y otros viajeros del siglo XVI han escrito que las mujeres de las poblaciones que habían encontrado en zonas del planeta desconectadas de nuestra civilización parían sin dolor.

c) Histeria viene de “hysteron”, es decir, de “útero”. En la Antigua Grecia se creía que las enfermedades nerviosas o “histéricas” de las mujeres eran debidas a que el útero sufría un desplazamiento hacia arriba. Platón y otros hablan del “vientre errante”, de un “animal dentro del animal”.

d) El útero aparece sistemática y cuantiosamente reproducido en la cultura que ahora se está desenterrando de la llamada Antigua Europa, datada entre el 6.500 y el 3.500 a.c. En aquel mundo simbólico, el útero era aquello cuyo latido significa la vida; algo análogo a lo que en nuestro mundo simbólico significa el corazón: el amor y la vida.

La arqueología está obteniendo datos sorprendentes y reveladores de aquella civilización. Con esta información se vuelve evidente que lo que relata el Génesis (datado precisamente hacia el 3.000 a.c.) no es la creación de la naturaleza humana, sino las condiciones de un nuevo modo de convivencia y de ser humano que se imponen contra otras, y que incluyen el parto con dolor, la transformación del “hysteron” en “histeria”. De hecho, el Génesis habla de un paraíso del que fueron expulsados nuestros primeros progenitores; es decir, que aunque lo de “primeros” da pie a pensar que desde el principio esa fue nuestra condición, no pudieron omitir la existencia de otro mundo anterior al actual. ¿Por qué si no inventar la historia de un paraíso, de una serpiente-demonio, de un Árbol del conocimiento del bien y del mal cuya accesibilidad queda también prohibida con la expulsión del Paraíso? .

e) La oxitocina, que se utiliza como oxitócico, como dilatador del útero en la medicina, se empleaba en las orgías eleusíacas por medio del hongo del cornezuelo de centeno. La misma química, una aplicada en el parto con dolor forzado, la otra como afrodisíaco. La misma hormona (la oxitocina) que está presente en el parto para dilatar el cuello uterino es también la hormona del orgasmo, que por ello se la conoce como “la hormona del amor”.

f) En los partos actuales existen casos de partos orgásmicos. Y según los que lo han estudiado, como Serrano Vicens, Merelo-Barberá y el Dr. Schebat del Hospital Universitario de París, son más frecuentes de lo que se cree.

g) Dentro de la práctica de partos “alternativos” o humanistas existe la constatación de Michel Odent de que cuanto menos se interfiera, cuanto menos se provoque el neocórtex de la mujer, haciéndola presta atención (racional) a conversaciones, y cuanto más desinhibido permanezca el cerebro ancestral, más fácil resulta el parto. La mujer está en ese clima de confianza y de cierta intimidad.

CASOS DE RECUPERACIÓN DE CIERTA SENSIBILIDAD UTERINA. Lo que acabó de retener nuestra atención sobre este tema, fueron los testimonios de unas mujeres que habían recuperado una cierta sensibilidad uterina, tras la lectura del libro de Merelo-Barberá, en el que afirma que la mujer se socializa en la ruptura psicosomática entre la conciencia y el útero. Esta percepción o sensibilidad, aunque difícil de traducir en palabras, fue descrita así:
En el momento del orgasmo habían empezado a percibir, en el centro y en el interior de la cavidad pélvica, como una ameba que se retrae y que se expande rítmicamente con cada oleada de placer. Podía también asimilarse al latido de un corazón, aunque más lento, o al latido del cuerpo de un rana. En el momento en que se termina el movimiento de retraimiento y comienza la expansión, podían empujar y amplificar la onda expansiva, lo mismo que en las contracciones de la fase expulsiva del parto, o al defecar, cuando “vienen las ganas” como normalmente se dice. Al ampliar la onda expansiva del latido, se amplifica al mismo tiempo la contracción uterina y la ola de placer.
Esto supuso un cambio en el modo de percibir sus cuerpos y en su sexualidad. El simple hecho de dirigir la atención/pensamiento al útero produce excitación y placer ubicados en las paredes del útero y en los pechos.

Otra amiga nos comentaba que entre la tercera y la octava semana de un embarazo, se encontraba en un estado de bienestar flotante permanente, que podría calificar de pre-orgásmico. Lo relacionaba con el concepto de “gravidez”, de sentir la matriz pesada, hinchada, presionando el suelo de la cavidad pélvica.

Contrastados estos testimonios con Juan Marelo-Barberá, este afirma que el útero efectivamente comienza a palpitar como un corazón desde el momento en que la mujer se excita sexualmente; a palpitar y a descender. Afirma que el cuello uterino se hace incluso visible desde el exterior a simple vista en estado de excitación fuerte. Por eso en la Antigüedad la mujer frígida era aquella cuyo útero no podía moverse y descender. Luego se invierte la valoración: la mujer cuyo útero se mueve como un pez es una mujer lasciva y pecaminosa; la del “vientre errante”, la del “animal dentro del animal”; la que no está castrada ni sometida al varón.

LA FISIOLOGÍA DEL PARTO

Un animal crece a partir de una sola célula, un zigoto que crece hasta hacerse un embrión. Este proceso requiere una protección especial, porque el zigoto/embrión no puede dársela a sí mismo. Las especies animales que no se dotaron de una protección adecuada, no prosperaron. Una vez más, una forma de simbiosis entre dos seres vivos resuelve el problema de la conservación y regeneración de la vida. Los huevos de las aves tienen una protección, una cáscara de calcio que no puede ser más dura y proteger más de lo que hace, porque, dado que se trata de una estructura ovoidea herméticamente cerrada, el embrión mismo tiene que poder romperla cuando llega el término: esto, la salida, determina su fragilidad. El invento de los mamíferos es sorprendente, como todo o casi todo en la evolución de las formas de vida. La madre guarda dentro de sí el óvulo fecundado en lugar de expulsarlo y lo protege al tiempo que se protege a sí misma, con su movilidad, su propia nutrición, etc. Pero debe resolver la contradicción entre la consistencia de la envoltura protectora y la salida del embrión de dicha envoltura en su debido momento. La contradicción la resuelve el tejido muscular: fuerte y a la vez elástico y flexible, conectando con el sistema nervioso de la madre, y formando una bolsa con una puerta de salida que puede cerrarse y abrirse. Una articulación (la neuromuscular) puesta a punto para la locomoción, bombear la sangre (el corazón es tejido muscular), etc., combinando el sistema nervioso involuntario y el voluntario. Aquello que nuestro organismo debe ejecutar sistemáticamente (el bombeo de la sangre, la respiración, la digestión cuando llega alimento al estomago) se realiza automáticamente por el sistema nervioso involuntario; pero aquello que sólo se realiza en momentos determinados, como correr para cazar, coger un fruto de un árbol, requiere la actuación del sistema nervioso voluntario, seguramente siempre en conexión con el sistema nervioso involuntario: los engranajes neuromusculares realizan su cometido a la perfección.

Entonces intervienen los sentidos: la percepción sensorial indica cuándo el sistema nervioso voluntario debe ponerse en marcha. Los sentidos en su origen, antes del desarrollo cultural que los recrea, están al servicio de la conservación de la vida: el gusto, la vista, el oído, el tacto, el apetito, et. El deseo sexual, al igual que el deseo de comer, tiene ese origen. La reproducción en los mamíferos tiene involucrada una sensibilidad especial, una inducción de tipo sensitivo que pone en marcha un sistema de producción de hormonas (la oxitocina del orgasmo y del parto es una de ellas) para realizar las funciones sexuales reproductivas. Esta inducción sensitiva es lo que llamamos instinto, o en los humanos, deseo sexual. Por ejemplo, las cerdas sólo eyaculan leche de sus mamas cuando son estimuladas por la succión del lechón. No es una producción continua, sino una serie de eyaculaciones sucesivas a la estimulación. Si alguien entra en la cochiquera y distrae a la cerda, deja de hacerlo. Hemos visto parir a una gata varios gatitos. Cuando terminaba de lamer la bolsa y de comerse la placenta de un gatito, reactivaba las contracciones para expulsar al siguiente. Como si pudiese controlar de modo voluntario las contracciones uterinas.

Unos versos mesopotámicos del tercer milenio a.c. nos dan a entender que los humanos de los tiempos en los que las mujeres parían sin dolor, tenían también el útero en el sistema nervioso voluntario:

                  Ninhursaga, única y grandiosa, 
                           contrae la matriz;
                  Nintur, que es una gran madre 
                          desencadena el parto.

¿Qué mejor invento podría hacerse para tener seguro al embrión y para que salga cuando llegue el término, que la fuerte, dúctil y elástica bolsa uterina, con su cuello que cierra firmemente y es a la vez capaz de abrirse? En este contexto situamos las contracciones uterinas para dilatar el cuello. Ahora bien, no es lo mismo mover un músculo contracturado, rígido, que está medio atrofiado por no ser usado, que mover un músculo distendido y que es utilizado habitualmente. Actualmente parimos con el útero rígido, sin elasticidad, medio atrofiado y sin que el deseo estimule la producción de oxitocina. Por eso duelen también las reglas.

La sexualidad en la que nos educan es la sexualidad de un cuerpo despiezado, escindido en “cuerpo” y alma. Lo que llamamos “cuerpo” es en realidad el subproducto de un cuerpo despiezado y en buena medida desvitalizado. La clave de esta escisión es “la ruptura psicosomática entre la conciencia y el útero”, como dice J.Merelo Barberá.

El “cuerpo” que la mujeres creemos que tenemos, es un cuerpo al que le ha sido arrebatado el órgano central de su sistema erógeno; es un cuerpo sin útero, con un sistema erógeno que comprende sólo vagina y clítoris.

Y todo esto, establecido por la Ciencia; porque cuando la sexualidad fue abordada “científicamente” en el siglo pasado, la sexualidad femenina que se definió fue la de un cuerpo castrado, devastado, despiezado; sometido y explotado: una sexualidad falocrática, vaginal y/o clitoridiana. Aunque algunos llegaron a reconocer que había algo “indefinido” en la sexualidad de la mujer (Groddeck), que era un “continente negro” inexplorado y desconocido (Freud al final de su vida, Lacan). ¡Y tan desconocido!

¿Y qué ocurre realmente con la verdadera líbido y anhelo de la mujer?. El deseo se reprime, se sublima en amores románticos y espirituales, se manipula y, finalmente, lo que queda después de toda esta descomposición, se orienta hacia el falo, dejando un rastro de enfermedades psicosomáticas que prueban la quiebra de la autorregulación de la vida: partos traumáticos, histerias, depresiones post-parto, falta de leche, dolores menstruales, etc.

Pensemos en nuestro útero inexistente; en nuestro tejido muscular uterino. Y pensemos en que si una simple inmovilización durante algún tiempo por una escayola requiere después ejercicios de rehabilitación para que el tejido muscular se recupere, ¿qué sería, por ejemplo, de un brazo que hubiese permanecido inmovilizado durante toda la vida porque no sabíamos que teníamos ese brazo ni para que servía? Y si quisiéramos utilizarlo, nos encontraríamos con unos músculos que habrían perdido su elasticidad, rígidos y contracturados. Y como todo el mundo sabe lo que duele un calambre, podemos entonces entender los dolores de la dilatación del cuello uterino en nuestra sociedad. Es significativo que en el Génesis se diga “parirás con dolor”, como algo nuevo que iba a ser y que antes no era.

Todavía hay una observación más sobre la fisiología del parto en la especie humana:
Al adquirir la posición erecta, el plano de inclinación del útero se hace casi vertical, quedando el orificio de salida hacia abajo, sometido a la fuerza de la gravedad, Esto supone/requiere un perfeccionamiento del dispositivo de cierre y apertura del útero, un cierre más fuerte para sujetar 9 u 11 Kg. De peso contra la fuerza de la gravedad. Y el dispositivo de cierre y apertura del útero no es otra cosa que el cuello, cuya relajación total deja una abertura de hasta 10 cm. de diámetro. Por eso “el origen del auténtico orgasmo femenino está en el cuello del útero”. Nuestra opinión, contrastada con Merelo-Barberá, es que el orgasmo fue el invento evolutivo para accionar el dispositivo de apertura del útero.

Esto da coherencia a los datos inconexos del punto 1o, y permite acercarnos al modo de vida que expresa la simbología de la cultura pre-patriarcal: explica el paso del útero al corazón, del hysteron a la histeria, de la serpiente como símbolo del bien a la serpiente como símbolo del mal”.
Extracto de “La sexualidad de la mujer”. Casilda Rodrigañez

Si las niñas bailasen las danzas del vientre con sus hermanas mayores, sus madres, sus abuelas, y nadasen como sirenas, crecerían sin parar de mover las caderas, la pelvis, el útero; y éste volvería ser como un pez que se mueve en nuestro vientre, tal cual lo representaban en el neolítico. Cuando se habla de recuperar nuestro cuerpo de mujer, en concreto quiere decir recuperar la sensibilidad y el movimiento uterino. Que nuestro vientre canalice y exprese nuestra emoción y nuestra alegría de vivir.”

LA RECUPERACIÓN DEL “LATIDO DEL UTERO”

Tenemos varias “pistas” que podemos seguir. Una de ellas es la tradición olmeca que están recogiendo algunas mujeres, como Silvia Sterbova y Elena Lázaro; recuperando el pensamiento y los ejercicios de aquella civilización para expandir "la energía femenina", nos proponen "las prácticas femeninas" para lo que ellas llaman el "despertar del útero". Esto está directamente relacionado con lo que dice Carlos Castaneda en su libro Los pases mágicos: Según Don Juan Matus, uno de los intereses más concretos de los chamanes que en la antigüedad vivieron en México es lo que denominaban "la liberación de la matriz" ...A los chamanes les interesaba "el despertar" de la matriz porque, a parte de su función primaria reproductora, sabían de una función secundaria; una capacidad para procesar conocimientos directos sensoriales e interpretarlos directamente sin el auxilio de los procesos de interpretación que todos conocemos (lo que también podemos llamar "conocimiento o intuición visceral" de lo que desean l@s hij@s, por ejemplo). ...

Al igual que otros chamanes de su linaje (Don Juan) estaba convencido de que si se apartan del ciclo reproductor, la matriz y los ovarios se convierten en herramientas de percepción, y ciertamente, en el epicentro de la evolución.... En virtud de los efectos de la matriz, las mujeres ven directamente la energía con más facilidad que los hombres, decían y se quejaban de que las mujeres no son conscientes de su capacidad.... Resultaba paradójico que la mujer tuviese a su disposición un poder infinito y no se interesara por conseguirlo. Don Juan estaba convencido de que esta falta de deseo de hacer algo no era natural, sino adquirida.

Quizá si las mujeres estaban menos interesadas que los chamanes en la evolución humana en sentido general era porque estaban más interesadas en la evolución concreta de sus criaturas y a ello dedicarían su "energía", su capacidad de percepción, su intuición. En cuanto a las funciones secundarias, cabe imaginar, y así debió de ser por las informaciones que tenemos, que en un contexto matrifocal, a las mujeres les sobraba energía y tiempo para desplegar su capacidad de percepción y su intuición a otros aspectos de la vida y de su conocimiento.

En cualquier caso, "los pases mágicos", o sea, lo que nosotras llamaríamos "ejercicios", que Castaneda recopila, sin duda favorecen el despertar de la sensibilidad uterina, puesto que tienen por objeto anular las consecuencias de la socialización nociva que las (nos) vuelve indiferentes.
En nuestra cultura, la matriz es una gran desconocida; ha sido rebajada a una víscera con un papel casi vegetativo, cuando no como un sifón de un sistema de cañerías. Sin embargo, si el cerebro es una especie de unificador a ciertos niveles de nuestra percepción y de nuestra voluntad, a otro nivel, la matriz es otro centro de percepción y de toma de decisiones (las "viscerales"). Podríamos decir que el "alma" en el sentido de "ánimo" de la mujer, en cierto modo es la matriz. En este mundo la mujer está "desanimada", "desalmada", paralizada, porque la vitalidad genuina de la mujer es incompatible con esta sociedad y por eso quedó prohibida y excluida de este mundo (des-terrada al Hades); como dice Melandri, es como si el existir de la mujer se hallase ya incluido en una forma de existencia que la niegan en cuanto a mujer; como si la única posibilidad de existir en este mundo tuviese como condición la "indiferencia" de la matriz, la castración de la mujer que después tres o cuatro milenios de dominación física, se efectúa ya a nivel simbólico e inconsciente (No por casualidad en la Biblia, el establecimiento de la sociedad de dominación sobre todo el ecosistema se enuncia paralela y simultánea al parir con dolor.) y esta castración de la mujer trae consigo, tanto la congelación de su "capacidad de percepción" que decían los chamanes, como el realizar la función primaria reproductora en ese estado de "indiferencia",- lo que con otras palabras, llamamos "robotización", que quiere decir eso, "des-animación", o "des- vitalización".

Desde el campo del psicoanálisis y de la sexología, la psicoanalista francesa Maryse de Choisy ha constatado, referido al útero, algo muy parecido a lo que dice Michel Odent referido a los médicos obstretas: no saben lo que es un parto porque sólo han conocido los partos hospitalarios; entonces se dedican a hacer "ciencia" y a sentar cátedra sobre el parto de una manera falaz, sobre una base no verdadera, no cierta. Maryse de Choisy dice que los profesionales de la sexología, que han "sentado cátedra" sobre la sexualidad, lo han hecho basándose en un tipo de mujeres determinado; pero como dice ella, las mujeres "uterinas" o "cérvico uterinas" no se preocupan por la sexualidad ni acuden a las consultas de los sexólog@s. Es algo como que nadie se preocupa de su hígado mientras le funciona bien, y sólo empieza a preocuparse cuando le deja de funcionar bien; a continuación, imaginemos lo que sería ir a un médico que desconoce el funcionamiento normal del hígado a que te lo arregle... Se institucionalizaría una patología hepática mantenida y reproducido por el Poder médico. Hace poco hablando con un grupo de gente joven, una chica decía que ella no había hablado nunca con nadie de que notaba y sentía su útero porque pensaba que era lo normal, que todas las mujeres lo sentían. Así concluíamos que era muy importante hablar de ello, eliminar el pudor absurdo que pueda haber, que solo sirve para mantener la ignorancia.

Maryse de Choisy después de diez años de trabajo con cuestionario, ofrece una perspectiva sobre el orgasmo femenino que rompe la tradicional dicotomía "orgasmo vaginal-orgasmo clitoridiano". El orgasmo más global e importante de la mujer, afirma, no es ni vaginal ni clitoridiano; apretando los muslos o los glúteos firmemente (las mujeres) alcanzan un tipo de orgasmo que arranca en el centro de su cavidad pélvica, en algún punto muy profundo de su interior, y se expande por todo el cuerpo... pues el verdadero orgasmo femenino es cérvico-uterino, o tiene su origen en él...
Tenemos también la pista a seguir de las mujeres de la India, que nos proponen la práctica de la visualización, con los pétalos de la flor de loto abriéndose... o la imagen de las ranas pre-colombinas palpitando rítmicamente como un corazón... o el animal errante de Platón y otros, quitándole la intención peyorativa y visualizando/sintiendo una preciosa ameba que se alarga y se encoge y se vuelve a alargar, y se mueve, una onda tras otra, como las parras de las cenefas y frisos, que se enroscan una tras otra, (y de las que cuelgan formas uterinas en lugar de racimos de uvas); una ola tras otra, como los dibujos de los tentáculos de los pulpos en las vasijas neolíticas... hasta que el útero, más allá de su forma, se hace todo latido, pulso, ritmo, que irradia y expande el placer (por eso la oxitocina y el placer son también pulsátiles y rítmicos).

O la "pista` de las mujeres de Arabia Saudí, bailando la danza del vientre en corro alrededor de la parturienta, para inducir su movimiento uterino... o el movimiento de los delfines, o la experiencia conocida de la pornografía por la cual sabemos que el neocórtex puede inducir la excitación sexual, a falta del deseo de el/la otr@, y no solo la falocéntrica...

La danza del vientre, dice Karmele O"Hanguren: no tiene fecha de nacimiento, pero parece ser la supervivencia de una forma de danza ligada a los ritos de fertilidad y maternidad, ya que reproduce simbólicamente los movimientos de la concepción y del alumbramiento... En sus distintas versiones, que van desde el raks sharki con música clásica árabe, al estilo baladí más popular, la danza del vientre es uno de los bailes más sensuales del mundo reservado únicamente a mujeres. ....

Las mujeres que la practican obtienen importantes beneficios fisicos, como la regulación de los ciclos menstruales, la renovación de la energía corporal y un conocimiento mayor del cuerpo y de los propios sentimientos. No requiere un cuerpo escultural ni un vientre plano, por lo que las aprendices de bailarinas aprenden a amar su cuerpo y a descubrir su gracia y su sensualidad. Por estos motivos, la danza oriental vive un momento de gran auge,... lo que la experta Isabel Fuentes ha constatado en su academia de baile de Granada...

Por último, recordar que los ejercicios que se recomiendan para fortalecer los músculos pélvicos en la preparación al parto, también sirven en las no embarazadas para despertar el útero inmovilizado.
También podemos afirmar que mujeres que conocemos, sin mediar prácticas femeninas olmecas, ni visualizaciones hindúes, ni pases mágicos, ni danzas del vientre, con el solo hecho de saberlo, han recuperado la percepción sensible de su útero. Por eso creo que aun siendo difícil, no es imposible perder la rigidez e insensibilidad producidas por la represión de la sexualidad básica, a lo largo de toda una socialización castradora.

El yoga también nos puede ayudar. Yo no lo practico ni lo conozco, pero transcribo una carta de un amigo: Tanto el yoga... como otras terapias se basan en los siete chakras de energía del ser humano. La kundalini (representada simbólicamente con una serpiente enroscada) es la energía vital que se encuentra en el segundo chakra, a la altura de los genitales, y la función de este chakra es movilizar la kundalini (la serpiente se desenrosca y se mueve) y redistribuirla por todos los otros cinco chakras (el primer chakra, que se encuentra más o menos entre los genitales y el ano, es elencargado de tomar contacto con la energía vital de la tierra para que el segundo chakra la pueda canalizar).

Tanto en yoga como en las psicoterapias corporales que te comento son práctica habitual ejercicios de movilización de la cadera para activar la kundalini, es decir, la energía vital y/o sexual. Una persona con poca movilidad y conciencia de esa parte del cuerpo es una persona que no canaliza correctamente esa energía. Es un poco como las danzas del vientre de las sociedades matrísticas del neolítico...” Casilda Rodrigañez


Capitulo II. La muerte del viejo mundo. La irrupción de la guerra y el patriarcado

La muerte del viejo mundo (La irrupción de la guerra y el patriarcado)
El tipo de sociedad esclavista que consiguieron imponer las oleadas de pastores seminómadas indoeuropeos que empezaron a asolar las antiguas aldeas y ciudades matrifocales, a partir del 4.000 a.C., al principio esporádicamente, no buscaban el bienestar y la armonía sino la dominación para extraer, acaparar y acumular las producciones de la vida; es decir, crear Poder, a cualquier precio, con toda la violencia necesaria y con los quebrantamientos de la autorregulación de la vida que sus objetivos requisieran, con tal de sedimentar su Poder contra esta vida humana autorregulada. Para esto, para devastar, luchar, conquistar, expoliar y acaparar se requiere un tejido social distinto del que se crea para el bienestar y conservación de la vida, partiendo de lo maternal. Un tejido de guerreros, de jefes de guerreros, de linajes de guerreros, de esclavos, de jefes de esclavos, de líneas de mandos, de mujeres disciplinadas y dispuestas a acorazar y adiestrar criaturas, es decir, de cambiar la maternidad por la construcción de los linajes verticales y organizar la crianza de esos futuros guerreros dispuestos a matar y esclavos dispuestos a dedicar sus vidas a trabajar para los amos.” Casilda Rodrigañez.

1) Las Invasiones Indoeuropeas y el nacimiento de la civilización griega.

Los padres de nuestra civilización descubrieron lo que hay que hacer para convertir a un toro en buey y poder utilizar su fuerza sumisa para tirar de la carreta o labrar los campos: castrarlo cuando es muy pequeño; entonces inventaron la ganadería, tener un montón de vacas, de ovejas o de lo que sea, reproduciendo lo que interesa; se trata de dominar a la especie en cuestión para reducir su vitalidad sin matarla del todo para poder explotar la producción de esas vidas mutiladas. Este arte de la dominación, de la devastación y de la explotación lo aplicaron a la sociedad humana, para conseguir ejércitos para las guerras de conquista, y esclavos para el trabajo forzado” Casilda Rodrigañez.

Como hemos visto hasta ahora de manera esquematizada, hubo un tiempo en el que existió una cultura y unas sociedades de las que no nos hablan los libros de historia. Estas culturas terminaron por no dejar prácticamente ni rastro. Sólo en este último siglo, y gracias sobre todo a la arqueología, comenzamos a atisbar lo que hasta ahora se nos escondía pero, ¿Qué ocurrió en Europa y en el mundo para que progresivamente fueran desapareciendo las diferentes expresiones sociales, artísticas y culturales de las llamadas “Culturas de la celebración de la vida”?.

En realidad, los primeros episodios de civilización patriarcal en esta zona (Vieja Europa), datan de mediados del 4000 a.c., y se irán desarrollando hasta el 500 a.c. cuando en esa misma zona se concreta la civilización actual, con reglas y leyes desarrolladas que abarcan todos los aspectos de la vida humana del contrato social moderno. Sabemos que nuestro Derecho se basa en el Derecho romano y éste a su vez en el griego. Hasta ahora la civilización humana y su historia arrancaba de ahí; pero hoy, gracias a la “revolución arqueológica, que además ha tirado de la manta de todos los otros indicios (mitológicos, psicoanalíticos, antropológicos, biológicos), tenemos a nuestro alcance saber como vivían los humanos de aquellos lugares entre el 7000 y el 3500 a.c. cuando prevalecía un modo de vida humana con características esencialmente distintas, y cómo fue y qué ocurrió en la Vieja Europa durante una transición de 3000 años, desde mediados del cuarto milenio a.c. cuando empezaron las oleadas de invasiones del Norte, hasta el 500 a.c.” Casilda Rodrigañez, “El asalto al Hades”.


Parece ser, aunque hay investigadores que lo rebaten, que “a partir del 4.400 a.C. Europa comienza a sufrir el ataque de pastores nómadas que trajeron consigo el final de la cultura neolítica de la Vieja Europa gradualmente en tres etapas: 4.400-4.200, 3.400-3.200 y 3.000-2800 a.c. Estas primeras etapas no trajeron en casi ningún o en ningún caso a los pueblos históricos que conocemos, sino que griegos, latinos, celtas, germanos y eslavos se superpusieron a originarios pueblos y lenguas. Los indoeuropeos en su conjunto parecen caracterizarse por un cambio de costumbres y hábitats: nueva religión masculina por su sociedad patriarcal con instituciones sociales y especialización social por la presencia de guerreros; sociedad guerrera y por tanto poblados fortificados en lugares altos y predominantemente estratégicos; supusieron también el desarrollo del comercio en Europa y el uso del Bronce; su típica edificación era el mégaron y su cerámica característica la de
meandros y espirales". (Extraído de “La llegada de los indoeuropeos a Grecia”).
Se produjeron las invasiones de bandidos indoeuropeos, de pueblos nómadas
desconocedoras de la agricultura, que residían en zonas donde los recursos alimentarios habían sido abundantes. Pero tras sobrepasar sus límites y empezar a escasear y necesitados de pastos para alimentar a sus rebaños, atravesaron e invadieron territorios ajenos, en busca del codiciado alimento, saquearon, devastaron las codiciadas regiones y terminaron destruyendo gran número de pueblos y modificando la estructura social.

Fueron los arios, los luvianos, los aqueos, los kurgos, los hebreos, los dorios: las oleadas de migraciones que según Gimbutas asolaron Europa en tres fases: la ola no 1 del año 4300 adne, la 2a ola del año 3200 adne y la no 3 del año 3000 adne.
Conquistaron otras regiones y destruyeron culturas de muchas regiones, en donde impusieron sus ideologías. Y se generalizó el patriarcado por la fuerza de la violencia y la guerra:
"según Gimbutas la cultura patriarcal de los indoeuropeos supuso la destrucción de una cultura uniforme, matriarcal y pacífica, que había perdurado en toda la Europa antigua durante veinte mil años atrás, del Paleolítico al Neolítico." (Eliade, 1990: 184). [...]

Los pueblos semíticos estaban invadiendo el mundo de los sistemas de la Madre Diosa, con lo que las mitologías de orientación masculina se volvieron predominantes, y la Madre Diosa se convierte... pues en algo así como la Abuela Diosa, algo muy, muy lejano en el pasado. (Campbell, 1991a. 240 y 241).

Durante los primeros mil años de su existencia, esos primeros pueblecitos fueron capaces de sobrevivir sin murallas de protección. Sin embargo, sobre el sexto milenio antes de nuestra era, y sobre todo durante el quinto, las murallas empiezan a ser evidentes... y eso nos indica que violentos pueblos guerreros empezaban a amenazar ocasionalmente a invadir y saquear los ahora comparativamente ricos asentamientos de los pacíficos destripaterrones. (Campbell, 1994: 202).
... la parte (coloreada en su mapa) indica la zona de extensión continua, desde Europa hasta la India, de las florecientes civilizaciones matriarcales antes de la irrupción de las hordas bárbaras de las estepas y los desiertos... Estos bárbaros (persas, medas, armenios, baltos, celtas, germanos, eslavos, luvitas, frigios, escitas, kurdos, albaneses, tracios, griegos, ilirios, vénetos, italiotas) no eran ni de raza pura ni superiores, salvo en fuerza bruta. En todas partes destruyeron civilizaciones (matriarcales) (Van Lysebeth, 1990: 30).

En particular, a través del estudio de las representaciones antropomorfas de arcilla (figurillas) procedentes de contextos arquitectónicos arqueológicos, trató de demostrar, para su propia satisfacción (Gimbutas, 1970, 1980, 1982) y la del público (Eisler, 1987) que la sigue, el contraste entre el carácter pacífico de esos pueblos amantes del arte de la "civilización de la Europa Antigua" y el de la sociedad que la destruyó: los invasores kurganes indo-europeos, patriarcales, jerárquicos y amantes de la guerra. (Ruth E. Tringham, 1999: 101-102).
Los saqueadores robaban las valiosas propiedades de las sociedades agrarias sedentarias, incluyendo como botines sobre todo a las valiosas mujeres, con sus conocimientos y sus facultades procreadoras.

Por lo que surgió la necesidad de defenderse del acoso, el robo y el rapto de los asaltantes. En principio, también las mujeres recurrirían a la violencia y la guerra para defender sus posesiones apetecidas por los saqueadores: ahí están los numerosos testimonios de mujeres guerreras que así lo corroboran.
Pero debido a los cambios profundos producidos a lo largo del tiempo y a la continua sangría de las guerras y dada la necesidad de hacer frente a las bajas y aportar los necesarios recursos humanos para evitar la extinción humana y aumentar el poderío del clan, se quedaría la mujer en su papel exclusivo de
procreadora.

Y para evitar la provocación de los violadores, para que no estuviesen expuestas al rapto y para evitar que se expusieran a peligros, que implicasen el riesgo de morir y por tanto el abandono de su prole, que correría igual suerte, se impondrían a las mujeres restricciones en su libertad de movimiento y se les prohibiría el desplazamiento lejos del hogar, por caminos solitarios; se las encerraría, con lo que significa de limitación cultural y pocas posibilidades de cambio. Y con la limitación de la libertad femenina, se fue pronunciando más el estado de sometimiento. Y consecuencia de ello sobrevino la revolución patriarcal y en unos pocos siglos la subordinación femenina.” Francisca Martín-Cano.
Ha sido la arqueóloga de origen báltico Marija Gimbutas la que más en detalle ha analizado este proceso (“Begining of the Bronze Age”). Para empezar, respecto a las fechas, las excavaciones masivas realizadas después de la II Guerra utilizando técnicas nuevas de datación, indican lo siguiente: que la transición de la Edad del Cobre a la del Bronce sucedió mucho antes de lo que se pensaba (sucedió entre 3500 y 2500 a.c.), pues es por esas fechas cuando aparecen las primeras aleaciones de cobre-arsénico y de cobre-estaño.

Por lo tanto, la extensión temprana de la metalurgia del bronce a Europa está
estrechamente relacionada con las irrupciones crecientes de aquellas tribus de pastores seminómadas (los kurgos) provenientes de las estepas eurásicas. Como en dichas estepas no había cobre, aquellas gentes de a caballo aprenderían las técnicas metalúrgicas de los transcaucásicos (pues en los montes del Cáucaso ya se conocía la metalurgia del bronce en el V y IV milenios) y más tarde explotarían ellos mismos esa zona.

Esos hechos marcaron una gran encrucijada de la civilización: aquellos pueblos cuyo sistema social se basaba en la jefatura, en la jerarquía y en el predominio patriarcal utilizaron por primera vez los metales y el caballo para la guerra. Y cambió completamente el escenario cultural”. Josu Naberan, “La vuelta de Sugaar”.

Esta teoría global de la extensión de los pueblos indoeuropeos por Europa y Asia es pues la de la arqueóloga lituana Marija Gimbutas, enunciada entre los años 60 y 70. Para ella, uno de los rasgos definitorios de la cultura indoeuropea es lo que se ha denominado como Kurganes (palabra eslava que designa tumbas, aplicada ésta a unas tumbas enterradas y cubiertas que forman un montículo). Pues bien, situado el punto de origen de los pueblos indoeuropeos en el sur de las estepas de la actual Rusia, Bielorrusia y Ucrania, las gentes de estas tumbas se fueron extendiendo en diferentes oleadas de migraciones.

Sobre la importancia histórica del momento Josu Naberan recalca: "La invasión de los “bárbaros” y la caída del Imperio Romano no fue más que un episodio entre indoeuropeos. El cambio sustancial ocurrió en Europa varios milenios antes (hace unos 5000 años) con la irrupción de los “Kurgos”. Eran los primeros pueblos de habla indoeuropea y reciben sus nombres de los túmulos (Kurgan) que empleaban para enterrar a sus muertos”.

Según la “Gran Enciclopedia Larousse”: “Los pueblos indoeuropeos constituían tribus guerreras bien organizadas, que conocían el caballo y la metalurgia del hierro (arios, hititas y aqueos). Su hábitat primitivo es objeto de controversias; se trata quizás de las estepas que se extienden del Dnieper al Kazajstain. El estudio del léxico indoeuropeo ha permitido determinar su modo de vida (agricultura y ganadería), sus estructuras sociales (organización patriarcal, jerarquización de los estamentos: religioso, guerrero y agricultor) y su religión (culto a los antepasados, adoración del Dios Celeste)”.

Los “Kurgos” eran pueblos de pastores semi-nómadas que vivían en grutas o pequeños poblados de temporada, conduciendo el ganado de un sitio a otro por las anchas estepas situadas entre el norte del Mar Negro y el Caspio, donde se sitúa probablemente su origen. Eran tribus organizadas según el sistema de jefatura y descendencia patrilineal, y adoraban a dioses guerreros masculinos. El hacha, el puñal y la espada constituían los símbolos del poder divino. Domesticaron el caballo y aprendieron la metalurgia del bronce de los caucásicos hacia el 3500 a/C, y aplicaron por primera vez los metales y los animales para la guerra. He ahí el salto cualitativo. A partir de entonces, y debido fundamentalmente al crecimiento demográfico y al cambio de clima atlántico a suboreal que desecó las estepas, empezaron a emigrar masivamente hacia Europa. Según la arqueóloga M.Gimbutas, partiendo del Sur de las estepas de la actual Rusia, Bielorrusia y Ucrania, se extendieron en tres grandes invasiones, la última de ellas hacia 3000-2800 a/C.
De la “Gran Enciclopedia Larousse” extraemos:
Comparación entre la cultura Europea pre-indoeuropea y la cultura de los Kurganes (Según Marija Gimbutas).

CULTURA DE LA ANTIGUA EUROPA                CULTURA DE LOS KURGANES
Economía: Agrícola (sin caballo),                         Economía: Pastoril (con caballo)
sedentaria.
Hábitat: Grandes aglomeraciones                         Hábitat: Pequeñas poblaciones
De pueblos y ciudades.                                         Con casas subterráneas.
Estructura social: Sociedad igualitaria  
matrilineal.                                                           Estructura Social: Patriarcal,                                                                           
Pacífica, artista, mujer                                          Patrilocal
Ideología: Pacifica artistica, mujer                       Ideologia: Guerrera, hombre
Creadora.                                                             Creador

Del libro de Andrés Ortiz-Osés, “El inconsciente colectivo vasco” hemos sacado:
Podría decirse, ciertamente de un modo general pero no obtuso, que, mientras religión matriarcal- agrícola se correlacionaría con el comunismo libertario, la religión patriarcal se correlaciona de hecho con el Estado indoeuropeo, el cual sitúa al frente de su panteón político-religioso, junto a un dios Padre (Zeus), el garante de su ley -ley patriarcal que, como ha dicho García Calvo, emerge del sometimiento de la experiencia matriarcal-femenina de la vida (en Qué es el Estado, La Gaya Ciencia).

Frente a la madre-mujer como eje de consaguinidad y heredad, la cultura indoeuropea establece al padre (palabra, por lo demás, indoeuropea) como eje de la vida familiar y político-social. En lugar de las diosas de la fertilidad y fecundidad (ritos agrarios y de sexualidad), el dios patriarcal-racionalista. Finalmente, en lugar del cultivo femenino, del agro, el cultivo masculino del campo con tecnología falico-agresiva, superproduccionismo y ganadería (que viene de «ganancia», y que se remite al vocablo indoeuropeo «pecu») Como afirma Rodríguez Arados, el heroísmo caballeresco (no en vano el caballo es típicamente indoeuropeo) suplanta al naturalismo, del mismo modo que la divinización del cielo y del sol suplantan a la vieja divinización de la tierra y la luna. Una sociedad guerrera belicosamente jerarquizada se enfrenta, pues, a lo que Humboldt consideraba como la medula de la nación vasca: los labriegos. Thomson ha estudiado para Grecia el paso del primitivo concepto de «destino terraceo» (suerte/sorteo de campos) al de ley política (abstracta).
Creo que podríamos establecer una diferencia entre matriarcalismo agrario y patriarcalismo ganadero» del siguiente modo: mientras que la primera mentalidad es arcaico -circular o cíclica- (los ciclos de la naturaleza), la segunda es histórico-lineal o progresionista “ Andrés Ortiz-Oses.
He aquí por tanto un momento clave de la historia mundial. Para muchos historiadores, sociólogos o antropólogos representa el inicio de una época que aún persiste en la actualidad bajo otros parámetros pero idéntica en esencia.
Las dagas de bronce, las alabardas, los mazos y las hachas de guerra y las flechas de puntas de pedernal encontradas en numerosos sitios arqueológicos, junto con los ídolos masculinos, permiten seguir con exactitud las rutas de aquellos indoeuropeos. A partir de entonces se notan cambios profundos en los registros arqueológicos: aparecen muchas armas, pero desaparecen el sistema de símbolos y el arte de la Antigua Europa neolítica; se nota el hundimiento de la agricultura y el auge de la ganadería, la decadencia de las ciudades y el aumento del nomadismo; la abundancia de los ídolos masculinos y la desaparición de las representaciones de la diosa”. Josu Naberan, “La vuelta de Sugaar”.
"El arma de bronce, la espada, el puñal, el hacha de guerra van a reducir todo ello a la nada, y si bien los conquistadores utilizarán los dólmenes(construidos hacía siglos por los antepasados de las poblaciones ahora conquistadas) para enterrar a sus propios jefes, abatirán las estatuas-menhires. (...)Ahora bien, las poblaciones autóctonas, aun las más pacíficas, no se dejaron reducir voluntariamente por aquellos guerreros más experimentados que ellos. Y así, a comienzos de la Edad de Bronce se encuentran diseminados por toda Europa Occidental huellas de combates, restos calcinados, cuerpos atravesados por flechas, y sobre todo la preponderancia de una civilización muy diferente a la anterior” J.C.Perpere, “Les Pierres qui Parlent”.
Y con el surgimiento de una sociedad jerarquizada, sobrevino la lucha por el rango jerárquico, por la hegemonía y por su mantenimiento, la rivalidad entre grupos e individuos, la obediencia jerárquica y el dominio masculino.

Los jefes, al haber adquirido el poder por medios violentos (no por vía matrilineal), su autoridad no estaba legitimada, ni tenía origen Divino, por lo que no serían reconocidos automáticamente.
Consecuentemente tendrían que recurrir a la violencia para afianzar su autoridad; para conseguir sus fines; como mecanismo de promoción social; por rivalidad; para sofocar las luchas intestinas por el poder. Y se legitimó por tanto las espantosas guerras y los constantes enfrentamientos.

Y así los déspotas habían de apoyarse en la fuerza militar, muchas veces reclutada de forma obligatoria, haciendo uso ¿legítimo? de la coerción física, para imponer la ley y el orden. Y hacían la guerra para conquistar otros pueblos y así poder acceder a las materias primas y para posesionarse de los bienes ajenos; para avasallar a los pueblos vecinos e imponerles las propias creencias; para defenderse de enemigos que saqueaban sus propiedades y que a pesar de sus defensas, terminarían al fin siendo derribados y sustituidos por otros.

Y como en las batallas aumentaría la sangría demográfica, resultaría imprescindible muchos descendientes, por lo que las máquinas humanas femeninas estarían esclavizadas ocupadas (embarazadas) en satisfacer los deseos masculinos, para que los ejércitos pudiesen hacer frente al fenómeno cultural de la guerra.” Francisca Martín-Cano.

Y aunque no podemos hablar de cambios radicales, es decir, de la noche a la mañana, si es verdad que progresivamente, y a medida que los pueblos patriarcales se iban expandiendo por Europa, irán a la par desapareciendo las antiguas sociedades de “la cultura de la celebración de la vida”.

Durante la larga transición entre la matrística y la generalización del patriarcado, como dice Riane Eisler, hubo formas, normativas, instituciones que resultaban de los pactos entre los dos modos de vida, que reflejaban la correlación de fuerzas en cada situación y en cada momento. Las mujeres, explica también Eisler, siempre fueron propicias a la negociación para evitar las guerras y las muertes. Según Bachofen, la primera forma de matrimonio, el matrimonio demétrico, fue un pacto propuesto por las mujeres para paliar la violencia sexual de los hombres. Hubo quienes optaron por la guerrilla (las amazonas), hubo gobiernos matriarcales que levantaron murallas en torno a sus ciudades. La transición no fueron unos cuantos años ni unos cuantos siglos: fueron, según los lugares, entre 3 mil y 4 mil años, con
tiempos de guerra, treguas, tiempos de paz pactados con fronteras, situaciones de coexistencia y de vecindad; hasta que el antiguo modo de vida fue quedando en zonas muy aisladas (como en el Caribe hasta el siglo XV d.c.) o en las catacumbas (cultos a la diosa, brujas, etc.)” Casilda Rodrigañez, “El asalto al hades”.

Según Francisca Martín-Cano la instauración del matrimonio patriarcal tenía como consecuencia:

(a) - El establecimiento de la herencia patrilineal, por lo que la propiedad del suelo cultivable pasaba a los hijos varones. Por ello la mujer dejó de ser dueña de los frutos del campo y ya no podía autosostenerse económicamente.

(b) - Al perder la mujer su valor económico, sólo se la valoraba en su función de esposa y madre de muchos hijos. Dado el exclusivo papel de procreadora que la esposa tenía en la familia patriarcal, estaría siempre embarazada. Así que los esposos acudirían a otras mujeres para que les proporcionasen placer,
con lo que la demanda de prostitutas incrementaría la oferta. Comenta Kneissler en (1993, 64) de la sociedad patriarcal griega: "Cuando no estaban embarazadas, los maridos se limitaban a cumplir desapasionadamente tres veces al mes con sus deberes conyugales." [Se sabe que en Atenas, se estableció la institución del matrimonio y la familia patriarcal, por primera vez, en época de Cecrops. El hecho se cuenta como castigo a las mujeres atenienses, tras Atenea haber dado nombre a la ciudad, en su contienda con Neptuno / Poseidón. Para calmar al derrotado Neptuno que quería darle su nombre, Cecrops, padre de Atenea, tomó la decisión, según los autores de la Enciclopedia Espasa, Tomo 33 (1988, 1005) (que citan a Giraud-Jeulon) de castigar a las mujeres: "... y entonces, para desagraviar al dios se impuso a las mujeres los siguientes tres castigos: a) se les quitó el derecho de votar; b) se prohibió que en adelante los hijos llevaran el nombre de sus madres y c) despojarlas del título de ciudadanas, de manera que quedaran reducidas a ser meras esposas de los atenienses."

Decisión, que muestra el mecanismo psicológico que castiga a las mujeres para quitarles el poder. A partir del castigo patriarcal, los hijos llevarían el nombre de sus padres varones (patrilinealidad), cuando antes llevaban los de sus madres (matrilinealidad). Lo que traduce la institución del matrimonio y de la familia patriarcal].

(c) - Además, a principios de la época histórica, aún pervivían costumbres de gran libertad sexual femenina, vestigio del matriarcado. Dada la consideración de valor sagrado que tenía el acto sexual en la antigüedad, considerado un acto de Fertilidad, no estaba todavía limitada la sexualidad femenina, si aún no había llegado al matrimonio. Por lo que en principio, no se exigía la virginidad femenina antes del matrimonio y podían prostituirse para ganar dinero.

(d) - Por otro lado al establecerse el matrimonio a cambio de una recompensa, para que un varón sostuviera a su pareja, se exigió la dote a la novia, exigencia que manifiesta su consideración desvalorizada. Dado que los padres no asumían el pago de la dote, la mujer tuvo que ejercer la prostitución, como única vía que le permitía la ocasión de autoproporcionársela. Y de ahí que el ejercicio de la prostitución no le impidiese contraer ventajosos matrimonios [como aseguraba Plinio en referencia de Sechi (1993, 297)] y que a los occidentales tanto asombraba”.

En Oceanía, al igual que en el resto del universo, también se dio la revolución patriarcal, y los varones se apropiaron de las funciones femeninas. Por ejemplo se apropiaron de las prácticas que las Sacerdotisas realizaban en las ceremonias religiosas. Apropiación masculina que se codifica en mitos, como apropiación masculina de instrumentos musicales. Y apropiación existente en regiones tan alejadas como en Grecia, donde Apolo se apropió de la lira de las Sacerdotisas Délicas y Pan se apropió de la flauta siringa de la Ninfa Syrinx / Siringa (y a partir de entonces la siringa pasa a denominarse flauta de pan). También se apropiaron de los instrumentos de música que tocaban las mujeres, en regiones americanas, donde los Xinguanos amazónicos, se apropiaron de las flautas femeninas. E igual ocurrió en Colombia, Brasil, en regiones de Tierra del Fuego y en Australia, donde los varones se apoderaron de los bramadores, objetos que estaban, según afirma Husain en (1997, 22): "... antaño bajo la custodia de las mujeres, hasta que les fueron arrebatados por la fuerza o un timo." Francisca Martín-cano, “Culturas de Oceanía: Manifestaciones artísticas prehistóricas y primitiva arqueología”.

En contra del “muttertum” y de la reproducción grupal, se instaura el concepto de linaje, de relación vertical individual, y se fijan las reglas de la jerarquía familiar, de la transmisión individual y vertical de la propiedad, etc.; el hijo no es la criatura de las entrañas que pertenece (en sentido de procedencia por lugar físico) al grupo de la madre, sino el “filium”, el que es elegido porque sigue al padre. En la familia patriarcal la madre “pertenece” al padre, y esa “pertenencia” es con sentido de propiedad, y su destino es reconocerle como su superior y seguir sus órdenes, heredar sus bienes y seguir el desarrollo del patrimonio” Casilda Rodrigañez.

Entre los romanos la palabra familia ni siquiera se aplica a la pareja conyugal y a sus hijos, sino tan sólo a los esclavos. Famulus quiere decir “esclavo domestico”, y familia es “el conjunto de esclavos pertenecientes a un mismo hombre”. En los tiempos de Gayo la familia, id est patrimonium (es decir, herencia), se transmitía aún por testamento. Esta expresión la inventaron los romanos para designar un nuevo organismo social, cuyo jefe tenía bajo su poder a la mujer, a los hijos y a cierto número de esclavos, con la patria potestad romana y el derecho de vida y muerte sobre todos ellos”. www.salvajistas.tk

Para fijar las leyes, el hombre desplegó un astucia increíble: inventó un ser todopoderoso, dueño y señor de todo cuanto existe; su inexistencia se camufla en su intangibilidad e invisibilidad, que a su vez se justifican porque habita en las alturas; no se le ve porque reina en los cielos (esta metáfora tan ingenua, que parece lo de la cigüeña que trae a los niños, perdura hasta nuestros días). Este personaje al que le debemos la existencia porque nos ha creado y nos da el aire y el alimento y todo cuanto existe, porque todo es suyo, nos indica lo que hay que hacer y como hay que vivir: nos da las leyes (véanse las mitologías hebreas (Yahvé) o mesopotámicas (Marduk) o griegas (Zeus)).” Casilda Rodrigañez.

"Zeus, Javhé y todos los dioses masculinos juntos lograron destronar y expulsar a la Gran Diosa y nació una mestiza: la cultura y la civilización griega, representada por Apolo, dios de la razón. Los mitos griegos, como abanderados de esta nueva civilización, reflejarán a nivel simbólico este vuelco cultural, social y político". Josu Naberan, “La vuelta de Sugaar”.
La civilización griega debe ser desterrada de nuestro imaginario como origen de la sabiduría.

Como hemos comprobando hasta ahora, muchos miles de años antes ya existía una cultura mucho más avanzada y universal que la helénica y que además no necesitaba de esclavos ni de guerreros para mantenerse. La mitología Griega está elaborada con retales de saberes y creencias muchos miles de años anteriores a la elaboración de esos famosos mitos. Estos saberes y creencias (de los cuales hablaremos más adelante) tienen su origen, como poco a poco se irá descubriendo, en los pueblos aborígenes europeos. Más tarde, los griegos y otras culturas guerreras readaptaron la milenaria cosmovisión indígena y distorsionaron su contenido (pues su conocimiento les llego fragmentado), simbolizando metafóricamente en sus mitos el triunfo de la revolución patriarcal sobre las condiciones de vida anteriores, en las que la mujer tenía un protagonismo social que en modo alguno se corresponde con lo que nos quieren hacer creer los libros de historia.

Javier de Hoz, en la introducción a la edición de “La Iliada” de Espasa Calpe, explica que esta obra fue una empresa publicitaria encargada por el rey de Micenas para ser recitada en el ágora. Se trataba de erradicar la memoria social todavía existente en el último milenio a.c., acerca de la sociedad humana pre- patriarcal; memoria que se mantenía con cuentos y coplas transmitidos por tradición oral. La escritura, la literatura escrita, en manos de los poderosos, aparece así para fijar la versión de la historia que da la vuelta a las guerras y a las conquista que aniquilaron la sociedad matricéntrica”. Casilda Rodrigañez, “El asalto al Hades”.

Metis es la diosa preolímpica de la sabiduría. Fue la primera esposa del dios del cielo, Zeus. Este la engaño haciéndola muy pequeña y tragándosela cuando ella estaba embarazada de Atenea. Sólo después de haberse hecho adulta, Atenea surgió de la cabeza de su padre ignorando totalmente que tenía una madre” (Itsaso Colina Olabarria, “Atenea o la niña que perdió su ombligo”).
Según R.Graves “el tema principal de los mitos griegos es el modo en como las mujeres se convirtieron de seres sagrados en esclavas, gradualmente, a lo largo de la historia”.

Sobre la antigüedad del pueblo griego Villar afirma: "Por otro lado que los griegos son un pueblo indoeuropeo está fuera de toda duda, si bien no voy a demostrarlo, pues ya lo está lingüísticamente en los estudios de gramática. Sin embargo, ni son los habitantes autóctonos de Grecia ni siquiera los primeros indoeuropeos que llegaron a estos lugares: no son la población neolítica que allá el 7000 a. C. habitaba Grecia, sino que llegaron a ella hacia el 2000 a. C. en plena Edad del Bronce. El final del III milenio se asocia arqueológicamente con una fuerte destrucción en la Argólide y el Ática, marcada por el incendio de los asentamientos existentes; estas destrucciones son también visibles en Troya II, en el sur de Anatolia (en Beicesultán) e incluso Palestina. Tales destrucciones suponen una ruptura, ya que hay cambios en todos los órdenes. Se suelen asociar a la llegada de dos pueblos inmigrantes de forma paralela, hablantes unos de una forma primitiva de griego para Grecia y hablantes otros de lenguas anatolias (luvita, hetita y palaíta; el imperio hetita parece nacer hacia el siglo XVIII a. C.)".

Por su parte, Arnaiz y Alonso afirman: “La invención del mito de Grecia (toda la cultura viene de Grecia) en el siglo XIX por Alemania, Inglaterra y otras potencias occidentales no mediterráneas, ha ocultado el antiguo patrimonio circum-mediterráneo en el que hubo durante milenios un flujo genético y lingüístico entre los pueblos ribereños y de oriente Medio, incluido el Caúcaso” “Caucásicos, turcos, mesopotámicos y vascos”.

Por lo tanto no es casualidad que esta sociedad actual, tome como ejemplo a Grecia ("toda la cultura viene de Grecia") y la eleve a mito, pues representa la consolidación en Europa de una nueva era que se prolonga hasta la actualidad: La Era Patriarcal y guerrera. El sistema de creencias sufrió un vuelco y los mitos fueron suplantados o cambiados de significado.
En la antigua Europa, el color negro significaba el humus fértil y la vida (así queda también reflejado en el euskera), mientras que el blanco denotaba la palidez del hueso y de los cadáveres, es decir, la muerte; en adelante sería al revés. El Toro estaba relacionado con la luna y la regeneración (con la diosa), pero en adelante significará la fuerza y el poder del dios masculino (Zeus). Y, como relata el viejo mito, Zeus- Toro raptó a Europa”. Josu Naberan, “La vuelta de Sugaar. “
"Y el mismo origen etimológico (“ma”) tiene la voz latina “mas-maris” que, casualmente, no significa “hembra”, como hubiera parecido lógico, sino “varón”, “macho”. Es decir, que incluso el nombre para designar al hombre es un derivado de un nombre de mujer. Ya lo vimos al referirnos a la voz cantabro- vasca “ander” (señora), que sin embargo se ha convertido en griego en “varón”, “hombre”.” J.M. Rivero Meneses, “Cantabria cuna de la humanidad”.

Según Arnaiz y Alonso, y según su estudio basado en las grabaciones en estelas funerarias neolíticas (...), Anderea en el vasco actual es mujer; y en el griego actual es hombre. La coincidencia del andrea vasco y el andrea griego nunca me había llamado la atención, pero tras descubrir el parentesco entre el vasco y el minoico, la pregunta es: ¿tiene esto algo que ver con lo que dice Moia de que en la literatura griega clásica, se traduce sistemáticamente “madre ” por “padre ”? En el euskera de las estelas neolíticas jaune es señora; y en el euskera que hoy se conoce, es señor. ¿Acaso este cambio acontecido en algún momento después del Neolítico, se debe a lo mismo que el cambio entre el griego antiguo y el moderno?
¿Son transferencias del significado de los símbolos que acompañan a la construcción del orden simbólico patriarcal, que no pudiendo prohibir la voz de las gargantas trastocan su significado? ¿Tiene este cambio algo que ver con el surgimiento de esa forma de existencia, en la que según palabras de Lea Melandri, el existir de la mujer se hallase ya incluido en una forma de existencia (mujer, madre, hija, etc.) que la niega en cuanto a mujer? ¿En la que ser madre significa existir y usar el propio cuerpo en función del hombre?”. Casilda Rodrigañez, “El asalto al Hades”.

Por lo tanto he aquí el inicio del patriarcado. He aquí el inicio de la guerra y de la conquista como motor de la historia. He aquí el inicio del imperialismo a gran escala, del racionalismo cultural, de la destrucción del medio, del militarismo, del sometimiento de las culturas indígenas, etc., etc., etc... En definitiva, he aquí el origen de la civilización que padecemos.

2) LA MITOLOGÍA CLÁSICA COMO SISTEMA DE PROPAGANDA PATRIARCAL

Con la revolución patriarcal, los nuevos soberanos déspotas buscaron el apoyo de los Sacerdotes y poetas para que diesen fundamento religioso a su ideología política, les ayudase a gobernar con normas morales y legitimase sus acciones agresivas y su poder absoluto. Y así se llevó a cabo la reforma religiosa, creando y divulgando mitos, usados con la expresa función de propagar la ideología patriarcal. Francisca Martín-Cano

Los nuevos mitólogos dieron nuevas explicaciones míticas del mundo que destruían, neutralizaban y falseaban los originales mitos y adjudicaban el papel dominante a lo masculino. Se dieron nuevas explicaciones con una mitología adaptada a sus aspiraciones, basada en la dominación masculina sobre las mujeres, defensora de la guerra. Se exaltó el Principio masculino y las Divinidades masculinas ejercían un poder exigente, que dominaba sobre todas las cosas, que reafirmaban el modelo patriarcal, otro mecanismo que explica la pérdida del poder femenino y que contribuyó a la evolución de la sociedad al patriarcado.

Los nuevos mitos aportaban claves útiles para la existencia, servían para imponer, amparar y mantener una situación de superioridad masculina, modelaban conductas diferenciadas de cada sexo y servían para subordinar, someter y disciplinar a las mujeres, para justificar el orden impuesto y para asignarle una base moral. Y justificándose en la religión que permitía la guerra, como cumplimiento de indicaciones Divinas y amparándose en la misión grandiosa de extender su religión y convertir a todo el universo, los déspotas la imponían sobre otros pueblos con sus ejércitos y se sentían legitimados para cometer los peores crímenes y crueldades. Leemos, en referida al nacimiento de una de tantas mitologías de guerra: "... mitología de guerra divinamente autorizada." (Campbell, 1994: 208).

Y desde el momento de la conquista de una región, los nuevos gobernantes exclusivamente divulgaban los mitos, el arte a su servicio y otros sistemas de propaganda política CON UN FIN ALECCIONADOR, como estrategia complementaria, para modelar las ideas que les interesaba prestigiar (y lograron) imponer, en los que se daban modelos centrado en la violencia y la fuerza, en la jerarquía y el dominio patriarcal. A partir de entonces la religión es intolerancia.

De las narraciones y poemas griegos leemos: "... desarrollan una teología que influirá profundamente en la especulación posterior, dado que se convirtieron en obras aceptadas por todos los griegos, conocidas y aprendidas desde la infancia y que sirvieron para homogeneizar las creencias..." (Díez de Velasco, 1995: 270).

A medida que las civilizaciones patriarcales fueron aumentando su poder, extendieron sus creencias, sus postulados, sus mitos, sus sistemas religiosos y filosóficos sobre otros pueblos de manera violenta, y a la par se modificaba la sociedad, se dejaba de disfrutar de libertades individuales y aparecía la esclavitud y subordinación humanas y la guerra.

Influyeron de forma poderosa en la mente humana y en muy pocos siglos, junto con los otros medios de comunicación, transformaron las mentalidades y aniquilaron los valores de la sociedad matriarcal y contribuyeron a su evolución hacia el patriarcado.

Hoy día, sabemos que los mitos, en los que una enorme mayoría de personas cree y ha creído ciegamente, son una invención humana, pura fantasía sin fundamento racional. Pero siguen perviviendo estos conceptos aunque queden invalidadas por el conocimiento científico. (Con algunas excepciones como es el caso de la creencia en occidente del mito de la creación del ser humano directamente por Dios, a Adán a imagen suya y a Eva "Madre de Todos" de su costilla, creencia invalidada por la teoría evolucionista, que pocos habitantes de nuestra cultura creen ya).

Generalmente, la creencia en los mitos sigue actuando en las conciencias humanas, sin que se oponga resistencia a sus mensajes. En ese sentido son muy importantes porque hablan en imágenes de gran carga pedagógica e instructiva que penetran muy profundamente. "Los mitos son metáforas de la potencialidad espiritual del ser humano, y los mismos poderes que animan nuestra vida animan la vida del mundo." (Campbell, 1991a: 54).

Los mitos son relatos sobre figuras legendarias que relatan historias en los que se cifran de forma simbólica los papeles sociales de una determinada sociedad, las categorías y el conocimiento del mundo. Unos atañen a las prohibiciones, otros dan explicaciones del Más Allá, otros describen cómo fueron hechas las cosas y por qué son como son e imponen sanciones sobrenaturales.
Los mitos siempre tienen una FINALIDAD:

- Ya sea la de poner fin a ciertas costumbres indeseadas o sirven para evitar padecimientos, como por ejemplo se inventa un mito para prohibir comer de un animal bien porque esté enfermo o bien porque no sea rentable su cría cuando es desproporcionada la relación entre costo y beneficio.

-O se construyen mitos para permitir la catarsis ante situaciones conflictivas o para dar la posibilidad de revancha o para ofrecer una posibilidad de expresión.

-O se inventan mitos para desacreditar ciertas conductas y prestigiar otras.

-O se inventan por cuestiones económicas e intereses de estado, que la religión favorece.

Su FUNCIÓN en una determinada cultura es:

- Revelar modelos y simbolizar con metáforas ciertas ideas abstractas, ciertas creencias sobre lo que el mundo dice a la humanidad. Son una historia moral con una envoltura pedagógica, un código mítico que da amparo legal a ciertas conductas humanas y modela las pautas a seguir.

-Al considerar cualquier elenco de mitos, jamás debemos olvidar una cosa: que se originan como hierofanías, fábulas que -siempre transmitidas oralmente- explican los orígenes del mundo, de la raza humana y de los dioses, y que con frecuencia sientan los parámetros de la conducta humana hacia estos últimos. (Rutherford, 1994: 34).

- Actúan como sugestiones, como una fuerza operativa que condiciona la realidad y sugiere lo que se ha de pensar respecto a la vida y a los Dioses. Constituyen los mecanismos de control social. Así que el mito es un POTENTE Y SUTIL MEDIO DE ADOCTRINAMIENTO junto con el arte, las leyendas, la literatura y otros medios de comunicación típicos de cada cultura, que influyen en la visión inconsciente, moldean las actitudes y hacen que se acepten las normas. En general, los mitos:

1) Reflejan costumbres o dan modelos de comportamiento para cada sexo en la sociedad, según el modelo cultural vigente en un momento histórico.

2) Se prestigian o critican ciertas conductas y propone pautas de conducta, lo que influye poderosamente en el proceso de adquisición de los patrones culturales.

3) Se refieren a algún aspecto de la Naturaleza cíclica coincidente con un hecho astronómico.

4) Incluyen algún proceso histórico: emigración, invasión, lucha entre pueblos...

Pero en toda tradición mitológica -y esto es aún más cierto en el caso de los celtas-, hay que preguntarse siempre si el mito no recubre una cierta realidad histórica, sea por proceso de evemerización, sea porque el mito, para resultar comprensible y transmisible, debe encarnarse, materializarse tanto en la ficción como en la historia. (Markale, 1989: 67).

Es evidente que un mito se cifra en términos diferentes, si está condicionado por los valores de una sociedad en la que lo femenino juega un papel importante que si está subordinada: cada sociedad presenta unos hechos según la ideología que defienden.

Los mitos inventados por las mitólogas desde la Prehistoria, estaban centrados en la Naturaleza, adjudicaba la victoria al Principio femenino, reafirmaban el modelo matriarcal y reflejaban la sociedad en su arcaica existencia real y pacífica. Y así la religión primitiva seguía el modelo social de la Gran Diosa Madre Naturaleza, que ejercía un poder Pacífico y de Protección sobre sus hijos, a los que procuraba suficientes alimentos.

Pero los mitos inventados por los mitólogos del patriarcado, fueron usados pedagógicamente como sistema de propagando que divulgaba la ideología patriarcal y modificaron la sociedad anterior.
De los mitos de la civilización de Mesopotamia, tras la revolución patriarcal, leemos: "...en la civilización de Uruk, se observa por el contrario la instauración de un poder masculino personal. Éste no pudo imponerse más que después de una larga lucha contra el poder matriarcal establecido, poseedor de las tierras. Tal lucha fue indicada claramente en la epopeya (espos) babilónico de la creación el Enuma Elish." (Laviosa, 1977: 63)
Algunas estrategias míticas patriarcales para erradicar el culto a Diosa.
En los más antiguos mitos patriarcales de diferentes regiones, se observan una serie de estrategias para modificar las ideas anteriores.

-Cambio de género de la Divinidad que culminaba el panteón.

La primera estrategia patriarcal de los mitólogos y mitógrafos patriarcales fue la de elaborar mitos de exagerada ideología patriarcal, modificando el sexo de los protagonistas míticos que culminaba el panteón. Y a partir del patriarcado, las Divinidades masculinas son las juegan los papeles dominantes y a las que se les adjudican las funciones naturales de la Diosa Madre: se apropian y usurpan sus funciones naturales (por ejemplo Dionisios / Baco, Apolo, Zeus / Júpiter). O simplemente se les cambia el género a la Diosa, y sus sustitutos conservan, a veces, incluso el mismo nombre (Por ejemplo Mitra o Sin, que antes de ser masculinos, eran Diosas).

Mientras que la Gran Diosa Madre, Origen de la vida, encarnación de la Naturaleza, fue rebajada a Diosa secundaria. Y las figuras femeninas sufrieron cambios de poder en las narraciones.

Algunas fueron convertidas en hijas o esposas o en amantes o hermanas de las Deidades masculinas y quedaron unidos al padre. O se les adjudicaron los nuevos valores femeninos subordinados característicos del patriarcado, que inducía por modelamiento (servía de modelo) la conformidad de las conductas: asumieron durante algún tiempo funciones de entretenedoras, objeto ya al servicio masculino. O su poder declinó hacia una naturaleza terrenal, relacionada con el ama de casa. O adquirieron características de intercesión, con cualidades "femeninas" como compasión, clemencia y humildad.

Hacia el final de la Edad del Bronce y, con más fuerza, en el amanecer de la Edad del Hierro (alr. 1250 a.C. en Levante), las antiguas cosmologías y mitologías de la diosa madre fueron transformadas radicalmente, reinterpretadas, e incluso en gran medida fueron suprimidas por aquellos repentinos intrusos, los guerreros tribales patriarcales, cuyas tradiciones han llegado a nosotros fundamentalmente en el Antiguo y el Nuevo Testamento y en los mitos de Grecia. (Campbell, 1992: 24).

En aquellos tiempos remotos, los griegos primitivos adoraban sobre todo a la Gran Madre, la Madre tierra, llamada Gea. No fue hasta el siglo VIII a. C. cuando Homero convirtió a Zeus en el padre supremo de una extensa familia olímpica regida según los cánones de la aristocracia patriarcal.

Casi al mismo tiempo que Homero, Hesíodo creó una teogonía, esto es, una historia donde se relata el origen de los dioses (Vandenberg, 1993: 78).
Son ejemplos los mitos de las Diosas Walkirias escandinavas o las Diosas Apsaras hindúes, que sufrieron un cambio de función: en principio eran Grandes Diosas de la Naturaleza, según lo evidencias sus atributos y títulos: Diosas del Destino que tejen el hilo de la vida y la cortan con sus tijeras cuando deciden (asociada a Escorpio, arácnido que teje y con su aguijón mata). En el patriarcado los mitólogos las convierten en servidoras de los muertos en batalla y en objetos de placer.
Es un mito que además manifiesta su tergiversación por intereses políticos. Cuando las políticas de los estados consideraron conveniente hacer uso de las guerras para lograr sus objetivos expansionistas, ilusionaron a los soldados para atraerlos a la defensa de sus intereses y les reforzaron la muerte violenta y heroica en el campo de batalla, con la esperanza de los placeres que iban a disfrutar de en el Paraíso con las Walkirias. Así el mito promete a los que mueren en batalla la inmortalidad y el disfrute de placeres ¡Divinos!.
Con ello se dio nacimiento a las religiones de fuerte espíritu patriarcal, que produjo modificaciones machistas de la sociedad.

- Desacreditaron las funciones de la Diosa.

Otra estrategia que contribuyó a la modificación patriarcal, fue la de desacreditar las funciones que la Diosa había detentado. Y también se desacreditaba las antiguas ideas y se castigaba a las mujeres que las defendían, como estrategia manipuladora para imponer las nuevas ideas patriarcales, además de derrocar a la Diosa: "... ejemplo de "política religiosa", por la cual las divinidades de una cultura anterior conquistada se convierten en los demonios de la nueva." (Husain, 1997: 22). "Los valores emanados de lo femenino, del ancestral culto a la Magna Mater, fueron relegados, cuando no perseguidos y destruidos con toda la saña de lo odiado y temido a la vez." (Atienza, 1991: 392).

Por ejemplo las funciones Legislativas de la Diosa, que daba normas y castigaba a los infractores de sus leyes, en los panteones patriarcales se convirtieron en Diosas de la Venganza, que personificaba todo lo malo: los vicios, la guerra, la peste, el fraude, la miseria,... muestra de la evolución al patriarcado.

Un ejemplo es el de las Diosas Furias / Erinias, Juezas que castigaban tras juzgar a los delincuentes: "representantes de la antigua ley matriarcal" (Espasa, Tomo 33, 1988: 1005), a partir de Esquilo se convierten en personificaciones morales de carácter repulsivo, en seres horripilantes y demoníacas (Espasa, Tomo 25, 1988: 247).

Otro ejemplo es el de las Diosas Harpías (arpía animal similar a buitre, arpa instrumento de música asociada a Lira / Buitre). Se consideraban que eran juezas que habitaban en las islas Estrofadas y juzgaban y castigaban a los delincuentes. En la mitología patriarcal, el mito las define como mujeres feas, de mala condición, codiciosas (harpías), cuyas palabras eran cantos de Sirenas que enloquecían a los varones y temidas por su poder de seducción. Ya que con sus cantos al son de harpas, llevaban a los varones a la perdición. Y las convirtieron en personificaciones de los vicios.
Y así en la Odisea se narra que Ulises, para huir de la seducción de las Sirenas / para defenderse de los fuertes vientos marinos y de los temporales de primeros de noviembre, se ató al mástil de su barco y se taponó las orejas con cera. (Aparece las Sirenas volando alrededor del Ulises atado al mástil de su barco en una cratera de Vulci).

Y en la sociedad, las mujeres defensoras de las ideas matriarcales y representantes de las Diosas, sufrían el castigo patriarcal y el descrédito. Y así Apolo castigó a la famosa princesa Sacerdotisa profetisa Casandra / Alexandra de Troya, desacreditándola para que sus profecías no fuesen creídas, a pesar de sus aciertos. En una advertía sobre el caballo de madera de Troya.

- La Gran Diosa Madre Naturaleza terminó por ser degradada y descalificado su reino.

Y finalmente la Gran Diosa Madre Naturaleza, terminó por ser degradada y descalificado su reino, para así revalorizar el Principio masculino: "... el empleo de una estratagema Sacerdotal de difamación mitológica, que desde entonces ha sido utilizada constantemente, principal, pero no únicamente, por los teólogos occidentales. Consiste simplemente en llamar a los dioses de los otros pueblos demonios,..." (Campbell, 1992: 84).

En la nueva mitología se la desacredita y se convierte en Diosa infernal y maléfica / de las Tinieblas / Principio del Mal que es vencida por la luz del sol y se la culpa de ser la causa de la introducción de mal en el mundo.
La morada de la Gran Diosa tierra, en todos los panteones, era el Mundo Subterráneo / el Mundo de la Muerte / el Abismo / el Seno de la Diosa en donde se producía el renacimiento de la semilla y la resurrección de los difuntos / el Paraíso Terrestre, de donde la Diosa era soberana / por donde desaparecen las constelaciones, el sol y la luna del cielo nocturno, en la nueva mitología esta morada el Scheol / Tártaro (todavía llamada Belial en el Antiguo Testamento de Belis = Soberana) / el mundo de las Tinieblas y se descalifica como el Infierno a donde iban las almas merecedoras de castigo.
Y termina dando género masculino al Espíritu / Principio del Mal que es destruido por el del Bien. Y el Principio vencido pasará a llamarse: Ahura-Daeva, Angra Mainyu, Ahriman, Satán, Armany (Hungría), Daeva, Lucifer,...
Y dada la correlación entre los mitos y la realidad económica y social, al perder importancia el Principio femenino y su papel activo, se modificó igualmente la importancia femenina en la vida económica, se produjo un cambio profundo en la estructura social y sobrevino la sociedad patriarcal.

- Invento de mitos protagonizados por guerreros para imponer valores machistas.
A partir de la promoción de los valores patriarcales, el antiguo héroe-paredro mortal (Divinidad inferior del que la Diosa se enamoraba, al que imponía reglas y que se autocastraba, moría como semilla y la Diosa resucitaba) pasó a convertirse: en una divinidad masculina solar.

En la nueva mitología, el paredro se convierte en un héroe Salvador, identificado en la visión patriarcal con el sol, al que se le atribuye todo tipo de hazañas y acciones agresivas, modeladoras de los nuevos valores guerreros.
Los mitólogos patriarcales inventaron mitos que suelen adoptar la forma de epopeyas protagonizadas por varones que viajan en busca de algún objeto valioso, o para colonizar un nuevo territorio, o con cualquier otra excusa, para mientras tanto, en diferentes episodios, ir prestigiando los nuevos rasgos patriarcales arquetípicos, que iban a impregnar a la sociedad y a la par se iban desacreditando los valores femeninos, así como su resistencia a la conquista. El viaje de los héroes termina con la fundación de un imperio y el aniquilamiento del poder femenino.

Sol-héroe Salvador que se apropia de los símbolos y funciones de la Luna-Diosa Salvadora, le arrebata sus facultades de Fertilidad y protagoniza epopeyas como fábulas que narran sus aventuras durante su vida errante, sus encuentros y enfrentamientos con monstruos y dragones.

- Asesinato de mujeres-monstruos: enmascara la lucha contra el poder femenino y la conquista de regiones donde reinaban.
En todos los casos, las epopeyas se desarrollaron mezclándose historia con la leyenda y los enfrentamientos tienen tanto una explicación doctrinal-histórica como otra astronómica.

- La explicación doctrinal-histórica de las aventuras de los héroes, es que se refieren a la emigración violenta-invasión patriarcal de regiones, en las que gobernaban reinas Sacerdotisas, mientras se van prestigiando diferentes tipos de conductas agresivas.
Ejemplo paradigmático sería las hazañas de Hércules: "... Hércules era más bien un nombre apelativo que propio dado a los célebres negociantes que iban a descubrir nuevos países y a fundar colonias..." (Noël, Tomo 2, 1987: 51).

En esencia los mitos patriarcales, adjudican a los héroes una serie de actos atroces y violentos, que traduce como hazañas heroicas, en contra de monstruos. Con ello se enmascara la lucha contra el poder femenino y las destrucciones y devastaciones de regiones por parte de invasores patriarcales, a la vez que se prestigia el proceso de conquista. (Y que corresponden a veces exactamente a hechos astronómicos y otras a su inversión).

- Y la explicación astronómica del viaje del héroe-sol es que pretende imitar el viaje de la Diosa-Luna en su recorrido por el cielo nocturno, junto con las constelaciones animalísticas.

Explicación astronómica que ya se ha dado al viaje de Rama que se narra en la epopeya Ramayana. "El carmelita padre Paulino de San Bartolomé prueba con muchas razones que no es más que una ficción de geografía astronómica, aunque cree que bajo esta fábula podría ocultarse algún héroe verdadero."
(Espasa, Tomo 49, 1991: 488).

Aunque los mitógrafos han interpretado a los héroes como personificaciones solares, que viajan mientras realizan las hazañas de matar monstruos (constelaciones) y pretenden atenerse al hecho de que cuando el sol nace, todas las constelaciones nocturnas desaparecen, no todos están de acuerdo.
En la tesis que he expuesto en detalle en mi estudio sobre siegfried ou lor du Rhin, París, Ed. Retz, 1984.

Sostengo, basándome en numerosos documentos, que el abusivamente llamado héroe solar es en realidad un "héroe cultural", un "héroe civilizador" que no tiene fuerza por sí mismo si no se regenera constantemente junto a la Mujer-sol, detentadora real de la soberanía”... Aporta también la prueba de que, ni entre los celtas, ni entre los germanos, hay dios-solar o solrepresentado en forma de dios. (Markale, 1989: 95).

En realidad, al atribuir al héroe-sol ciertas aventuras basadas en la mitología matriarcal, estarían refiriéndose a su identificación con varias constelaciones, considerados "Pequeños soles": Crátera, Flecha, Can Mayor, Águila y Escorpio (como Divinidades de la Luz, no como personificación del sol).

Existen antecedentes en autores actuales que también denominan "sol" a algunas estrellas muy brillantes. Por ejemplo leemos de la estrella Arctosoura, hoy conocida como Arturo: "... la estrella Arturo, brillante sol del hemisferio boreal, de color variable,..." (Espasa, Tomo 9, 1088: 499). Y también es cierto que en ciertas mitologías históricas se consideraban que había cinco "Pequeños soles", correspondientes a diferentes situaciones de las constelaciones: Can Mayor, Crátera, Libra-Escorpio, Águila y Flecha, por lo que ello estaría en el origen de la equivocación de los mitógrafos patriarcales, que les llevó a identificar a los héroes con el sol.

Los enfrentamientos de los héroes se refieren a varios hechos astronómicos correspondientes a distintas situaciones de las constelaciones consideradas "Pequeño sol", con las que se identifican en el cielo y en relación a las otras constelaciones.
Y así los principales hechos de los protagonistas patriarcales están cifrados en mitos que narran que los héroes en sus viajes de invasión se encuentran con fenómenos y calamidades como torbellinos, escollos, tempestades, huracanes, rayos, sequía y otros fenómenos, que hacían detener su marcha o naufragar sus barcos... o viajan a regiones habitadas por monstruos dañinos con los que se enfrentan.

Estando las calamidades asociadas a diferentes fenómenos atmosféricos, coincidentes con la desaparición por el cielo crepuscular (o la reaparición matutina) de una precisa constelación animalística / monstruo.
Constelación animal que se creía animada por la Diosa en sus diferentes aspectos. Y que eran representadas en la tierra por poderosas Sacerdotisas y amazonas armadas, que al ejercer sus ceremonias sagradas y al actuar de guardianas de sus grutas / Santuarios, lugares de culto a Diosas, se ponían máscaras.

Representantes Divinas que gozaban de gran poder bajo la advocación de la Diosa que les dictaba sus oráculos en sus Santuarios, en donde almacenaban enormes riquezas y formaban parte de los tribunales de justicia, juzgando y castigando a los asesinos y delincuentes y que se opusieron a la invasión patriarcal.

El desacreditar a las juezas y a las Sacerdotisas enmascaradas y calificarlas de monstruos dañinos y horripilantes, servía para justificar las acciones emprendidas por los héroes para eliminar a los monstruos, para así salvar a la humanidad de su influencia.

Y así los defensores y representantes patriarcales encontraban plena justificación para que Hércules o Indra o Rama o Apolo o Perseo o Cecrops (o san Jorge o san Miguel...) destruyesen al demonio / dragón (monstruo femenino asociado a constelación animalística).

(El dragón, como representación del Principio femenino en su faceta que animaba la constelación Dragón que presidía diferentes oficios en la tierra como la metalurgia, es el animal más universalmente perseguido y derrotado. Era representado por las guardianas de los Santuarios de ciudades marítimas,
artesanas metalúrgicas, que en la defensa de su territorio, usaban espejos de metales bruñidos como faros que reflejaban los rayos solares y achicharraban / dragón vomitaba fuego).

La interpretación de los héroes como Divinidad solar es patriarcal, pero sus aventuras tienen un fundamento ajeno. De ahí que en algunas ocasiones, los mitólogos patriarcales para hacer al héroe siempre vencedor, invierten, sin saberlo, el hecho astronómico en que se sustentan.

Y así los representantes patriarcales encontraron justificación para robar las propiedades y riquezas de mujeres y maltratarlas, violarlas y asesinarlas. Y con ello arrebatarles su libertad y su autonomía, para así ¡salvar a la humanidad! "Los valores emanados de lo femenino, del ancestral culto a la Magna Mater, fueron relegados, cuando no perseguidos y destruidos con toda la saña de lo odiado y temido a la vez." (Atienza, 1991: 392).

El culpar a la víctima de la violencia patriarcal es un ejemplo típico que demuestra la existencia del mecanismo psicológico de INVERSIÓN MÍTICA para justificar la violencia del agresor. Y que demuestra igualmente la existencia del mecanismo de DESCRÉDITO del modelo centrado en la Naturaleza y amante de la paz por parte de los vencedores patriarcales: las pacíficas mujeres son consideradas las causas de los males. ¡Y de ahí que por considerarla, ser la culpable de la introducción de mal en el mundo, se justificaba las actuaciones masculinas en contra de los derechos femeninos!

- Hazañas de héroes patriarcales: robo, rapto, desprestigio de conductas femeninas...

Y así los mitos patriarcales valoran y prestigian ciertas conductas, que encierran la violencia masculina sobre la mujer, del fuerte sobre el débil, como sistema pedagógico que modelaba las conductas reflejadas. Y así sus ¡hazañas! consistían en robar, violar, raptar, asesinar, dejar embarazada y abandonar... a otros seres humanos y bajo la Protección de figuras Divinizadas.
Las ¡hazañas! prestigiadas son del tipo:

a) - Robo
Y así los héroes roban objetos como frutos, árboles, jugos sagrados por ser mujeres las dueñas del suelo de cultivo y sus frutos heredados matrilinealmente, así como las profesiones de cultivadora y nutricias /
maestras.

- O roban posesiones como animales o riquezas femeninas u objetos de adorno o de protección, estando los mismos identificados con los objetos del trabajo femenino, por ser las mujeres las más arcaicas artesanas que los elaboraban en talleres de fabricación de armas y talismanes: cascos, escudos, corazas, fabricación de espejos, instrumentos musicales, trípodes metálicos, horcas (instrumento de labranza con el que se avienta los granos o se hacinan las mieses) o tridentes, esculturas de madera (asociadas a la salud), curtido de las pieles de animales-pergaminos usados para escribir o como vasijas (zurrón) o como vestidos o de los cuernos de animales usados como arados, o símbolo de sus funciones: paladión de su profesión de médica, cinturón de su profesión dirigente, coronas de reina,...

b) - Rapto de mujeres
En los mitos patriarcales existen leyendas de rapto de: princesas, Sacerdotisas y reinas. Tanto con la función prestigiadora y modeladoras de tales ¡hazañas! y concreción de la apropiación patriarcal de las funciones que ejercían en la sociedad, como con significado astronómico de sucesión de constelaciones.
Y así frente a los mitos astronómicos matriarcales pacíficos agrícolas, que se cifraban en leyendas que narraban que una princesa identificada con la semilla, desaparecía dulcemente o se quedaba dormida y se despertaba o descendía al Mundo Subterráneo o se montaba dulcemente en un animal, simbolizando el período de enterramiento y muerte de la semilla (período de siembra), los mitos patriarcales narraban que las princesas, como objetos deseables, sufrían una agresión violenta y eran raptadas por un varón o por un animal.

Tras el rapto de las princesas, los raptores y el pueblo patriarcal al que simbolizaban, se apropiaban de la antigua función asociada a lo femenino (el ejercicio del poder político y religioso). Y a la par la Divinidad masculina -que sustituía a la Diosa- se apropiaba de sus facultades Nutricias y Fecundantes.

c) - Desprestigio de la respuesta femenina frente a la agresión y a la invasión patriarcal .

A partir de la revolución patriarcal se inventan mitos que desprestigiaban la resistencia que oponían las mujeres para impedir el avance de los conquistadores patriarcales, como mecanismo psicológico de descrédito que castiga a las mujeres para modelarles conductas sumisas.

Y los mitos empezaron a reflejar a las protagonistas femenina en actuaciones sumisas o de huida frente a la agresión.
Y así la Tiniebla o la Aurora o el Crepúsculo (personificaciones femeninas) ya no luchan cuando aparecen sus perseguidores (considerados el sol traducido en términos de mitología patriarcal), sino que huyen. Expresando además el hecho astronómico de la desaparición de cualquier constelación del cielo nocturno, justo cuando aparece / nace el sol (amanece). Y que el mito traduce: la Luz vence a las Tinieblas.

d) - Desprestigio de mujeres que persistían en sus antiguos ritos
También se desprestigiaron a las Sacerdotisa que persistían en sus antiguos ritos. Y así las leyendas narran que eran castigadas convirtiéndolas en monstruos o rocas o fuentes, por negarse a ponerse al servicio de Divinidades masculinas.
e) - Trato denigratorio a mujeres
También abundan los mitos patriarcales que defienden conductas discriminatorias de las diferencias sexuales y prestigian actitudes machistas, que exaltan y revalorizan las conductas por parte de los varones, denigradoras de la mujer y de la Diosa. Todo como estrategia modeladora que ejemplariza que las mujeres aceptan el sometimiento y subordinación masculina.
A partir del patriarcado los mitos narraban que las mujeres se enamoraban de los héroes, pero a diferencia de los mitos anteriores, ellas ya no les imponían reglas, sino que se supeditaban totalmente a los intereses masculinos y ponían a su servicio sus conocimientos y dotes. Y mientras, sufrían sumisamente las infidelidades de su pareja, vejaciones, abandonos, maltratos,...

f) - Adulterio femenino castigado
Frente a los numerosos mitos en los que la esposa infiel de un esposo impotente, era inviolable para el celoso y era el amado el que moría y era rescatado por su propia esposa [ahí están las infieles Asertu, Neith,... y sus amantes Baal, Osiris,... son los que mueren a manos del ofendido esposo, El / Elkunirsa, Seth,...], en los mitos patriarcales se presentan siempre a las esposas adúlteras siendo castigadas y asesinadas por su infidelidad, a veces por su propio hijo (matricidio).

g) - Embarazo femenino castigado fuera del matrimonio.
Si a principios de los tiempos históricos todavía la mujer disfrutaba de libertad sexual y cuando quedaba embarazada se consideraba que su hijo: "... fue engendrado por Zeus, es decir, por un padre desconocido, una característica del matriarcado." (Espasa, Tomo 33, 1988: 1005), en época patriarcal son castigadas si se quedan embarazadas fuera del matrimonio.

Mito de Hércules
Un representante patriarcal mítico, que ha ejercido una gran influencia en la sociedad occidental es Hércules / Heracles. Sus aventuras empiezan narrando que sufrió varios castigos por sus muchos asesinatos, que les fueron impuestos tras ser juzgado por varias Pitonisas del Oráculo de Pito / Delfos.
Con ello nos informa quienes eran las que en principio ejercían de juezas y juzgaban a los delincuentes, muestra del poder femenino aún a principios de la época histórica, antes que la revolución patriarcal negara todos los derechos a las mujeres.

En uno de los castigos impuestos por una jueza fue comprado por la Diosa / reina Onfalia / Omfalo / Ónfala de Lidia que lo obligó a vestirse y trabajar como mujer durante tres años. En otra ocasión la Pitonisa le ordenó que se estableciera en Tirinto como esclavo durante doce años y fue cuando Euristeo, rey de Argos le encargó los doce trabajos.
Pero mientras la reina ONFALIA HABÍA TRATADO A HÉRCULES ¡COMO A UNA MUJER!, EURISTEO LO CONVIRTIÓ ¡EN UN HOMBRE! encargándole que: robara, asesinara y devastara las regiones donde gobernaban mujeres. Y así sus "hazañas" manifiestan ya el carácter revolucionario patriarcal y prestigiador de las nuevas acciones guerreras.
La mayor parte de las hazañas de Hércules tienen lugar en Asia Menor, La Argólida, Eubea y La Arcadia, donde es manifiesto imperaba el poder femenino, gobernaban reinas y en algunas regiones se adoraba a la Diosa HERA / JUNO, considerada su enemiga perpetua. Y Diosa a la que el mito le echa la culpa de la respuesta de Hércules.

Y así ¡el pobre Dios de la Fuerza sólo se defiende de su enemiga que lo perseguía de manera implacable!, por el odio que le tenía por ser hijo de su infiel esposo Zeus y de Alcmena.
Sus doce trabajos corresponden a la destrucción de las regiones que el mito considera habitada por monstruos dañinos-constelaciones femeninas y protegidas por guardianas con máscaras / artesanas metalúrgicas de talleres de metalurgia adscritos a Santuarios, en donde la Diosa Hera o la Diosa Artemisa, recibían culto.

Y así estas regiones se sabe sufrieron gran parte de las hazañas de Hércules / conquista patriarcal. Al final el héroe fundó la ciudad de Heraclea = en gloria de Hera, origen de que se le conozca como Heracles. Después como ¡recompensa a sus buenas acciones! en la Otra vida, Hércules fue perdonado por la Diosa Hera y se casó con su Hija la Diosa Hebe. ¡Ese es el mensaje que se enviaba a la sociedad!:
los varones que se comportasen conforme a los intereses patriarcales y conquistasen otras regiones mediante el asesinato, violación y robo de sus legítimos dueños, encontrarían al morir, en vez de castigo, una recompensa llena de placeres (mensaje que influyó poderosamente en la sociedad durante miles de años e hizo mover a los aventureros a ir a otras regiones a ¡colonizarlas! sin miedo).

CONCLUSIÓN
Así que bajo el bombardeo continuo de mitos que narraban como hazañas: el arrebatamiento de las propiedades femeninas, su asesinato o la apropiación de sus Santuarios. A la vez que los varones imponían sus costumbres agresivas y sus cultos patriarcales y vengativos, se encargaban del culto y de las profesiones y talleres femeninos, no es de extrañar que la mujer terminase perdiendo su poder milenario, fuese subordinada y los varones extendieran su dominio a todos los campos.
(“Revista de antropología experimental” (ISSN: 1578 -4282) número 1, 2001)
Para terminar, unas reflexiones sobre el mito de Caín y Abel:
Eran dos hermanos –relata la Biblia-, Caín el labrador y Abel el pastor. Pero Javhé prefería las ofrendas de este último. (¿Cómo podía preferir, en efecto, al vencido Caín?). Y entonces –continua el relato-, Caín, movido por los celos, “atacó a su hermano y lo mató”. Y de ahí que Caín se volviera maldito por los siglos de los siglos.

Ahora sabemos que las cosas no fueron exactamente así, sino todo lo contrario. Fue Abel (abel en euskera significa ganado, y abeltzain es el pastor) el que invadió las tierras de Caín el labrador, y quién realmente mató o esclavizó a los habitantes del Este de Europa, Anatolia, Canaán... Puede ser que algún Caín, en alguna revuelta, matara a algún que otro Abel, pero la historia no sucedió, tampoco esta vez, como quedó escrita por los historiadores del bando vencedor. Y los vencedores seguirían, en adelante también, manipulando sistemáticamente la historia: convirtiendo al
agresor en víctima, y a la víctima en agresor.” Josu Naberan. La vuelta de Sugaar.

Y es que la invención de la agricultura no trajo consigo la propiedad privada y los excedentes (como dicen muchos autores). Fue la invención de la ganadería la que comenzó a generar el concepto de “riqueza” como acertadamente nos indica Ortiz-Osés. (ganado-ganancia).

Así ha quedado reflejado también en el euskera (el idioma más antiguo de Europa): Aberatza (rico), compuesto de Abere (ganado) y tza (abundancia).
En el tiempo de imposición del nombre Aberatza (rico), no se conocía el oro, la plata, ni otras cosas preciosas que hoy constituyen al verdadero rico; y que esta verdad y la de haber sido la primitiva riqueza la abundancia de ganados, hace ver la analogía que tiene nuestra voz Aberatza con el origen antiquísimo de la riqueza”. P.Pedro de Astarloa 1803.


3) LA DESAPARICIÓN DE LA SERPIENTE
Textos de casilda Rodrigañez
La serpiente era la alimaña más insidiosa de entre los seres creados por Dios” (Génesis 3, 1)
Vi descender del cielo a un ángel que llevaba en su mano la llave de la gran gruta subterránea y una gran cadena. Apresó al dragón, a la serpiente antigua
-esto es, el diablo o Satán- y lo encadenó por mil años. Lo arrojó a la gruta, cerró la entrada con la llave y la selló hasta que se cumplieran los mil años,
para que no encandilará a la gente en adelante; después de transcurrir los mil años, tiene que quedar libre durante algún tiempo” (Apocalipsis, 20).
La serpiente es un reptil que aparece representado con frecuencia en la antigüedad. En el Génesis (que coincide con la fecha en la que algun@s historiador@s y arqueólog@s datan la generalización de la revolución patriarcal, es decir, aproximadamente, en el 2.500 a.c.) la serpiente es el símbolo del mal, del demonio que induce a Eva al pecado y a desobedecer a Yavé, el Señor que representa el bien. Yavé, que había decidido dar una compañera a Adán (¿antes no tenía?), en la misma escena condena a Eva –y con ella, a todas las mujeres- por dejarse seducir por la serpiente a parir con dolor y a vivir bajo el dominio del hombre. Luego enviará a un arcángel con alas y espadas para matar a la serpiente: la muerte de la serpiente es el triunfo de Yavé. 2500 años después vuelve a aparecer la serpiente, con la Virgen María, la madre pura que aplasta su cabeza, pues, al parecer, no se había matado del todo y se hacia necesaria una redención de nuestros pecados, junto con la consagración de la mujer como esclava del Señor y su renuncia a la serpiente.

¿Qué más sabemos de la serpiente? Las guías del Museo Arqueológico Nacional De Atenas dicen a l@s turist@s que la serpiente era el símbolo de la sexualidad de la mujer en la Grecia antigua. Marija Gimbutas, en su obra basada en el estudio de miles de figuras de mujer recogidas en la llamada Antigua Europa y datadas del 6500 al 3500 a.c., y ya en general, todos los estudios de la Antigüedad coinciden en señalar que la serpiente era la representación de la voluptuosidad, de la vida y de la fertilidad impulsada por la líbido yu los deseos de la mujer. En las ruinas del palacio de Cnossos en Creta, que por ser una isla debió de ser uno de los últimos bastiones de la Antigua Europa que resistió a la revolución patriarcal, aparecieron dos figuras de mujer del 1.600 a.c., vestidas con elegantes trajes largos y con escotes que dejan los pechos al aire: una lleva serpientes dibujadas en el vientre y enroscadas en los brazos; la otra, blande en sus manos alzadas sendas serpientes: ¡No nos las quitarésis! ¡No pasaréis! Parece querer decir. Y sin embargo, pasaron. Los arqueólogos las han llamado “diosas de las serpientes”, pero podían ser simplemente la representación de dos mujeres de la época. Con el triunfo de la revolución patriarcal y la desposesión de la serpiente de la mujer, aparece el nuevo orden simbólico que ya deja ver por donde van a ir los tiros: el Olimpo se llena de Dioses, y entre ellos, Esculapio, dios de la medicina, que se ha apoderado de la serpiente y que hoy, cual trofeo de guerra, todavía se exhibe en las bolsas de
nuestras farmacias.

El control de la capacidad reproductora de la mujer implicó la desposesión de sus deseos y la eliminación de su líbido para hacer funcionar la fisiología de su cuerpo, esclavizado y robotizado, según los fines específicos del nuevo orden patriarcal: reproducir esclavos resignados y guerreros insensibles al sufrimiento humano, así como esclavas resignadas y futuras nuevas madres insensibles al sufrimiento de su prole; en lugar de la vida exuberante y pacífica que llegó a existir en los palacios de las sociedades matricéntricas del Neolítico”. Casilda Rodrigañez. Revista Archipiélago no 25, 1996.

Después de las guerras de devastación, ya constituida la sociedad patriarcal, siguió habiendo una dura y larga resistencia durante la cual se siguieron exterminando a las mujeres que guardaban el rescoldo del antiguo modo de vida y de la otra sexualidad. Para justificar este holocausto, se creó la imagen de la 'bruja' que tiene trato con el demonio, que todavía perdura en nuestros días.

Pero la vida es como es, y no deja de serlo, a pesar y en contra del Poder. Y para impedir que nuestra sexualidad se desarrolle, además de silenciarla había que hacerla inimaginable, eliminando todo aquello que pudiera delatarla o aludir a su eventual existencia.

Por ello tuvieron que cambiar el significado de los símbolos de las culturas neolíticas, que habían estado durante milenios vinculados a nuestra sexualidad. Símbolos presentes en costumbres y objetos materiales de 1a vida cotidiana. Para conseguirlo se escribieron las historias y los mitos que cambiaron el significado v el sentido de aquellos símbolos (las grandes obras míticas, como la Biblia o la Iliada se escribieron en el siglo VIII a.c).

El nuevo orden simbólico correlativo al nuevo orden social, proyecta en nuestra imaginación y en nuestro inconsciente el modelo de mujer patriarcal: una falsa percepción de nuestros cuerpos, con una orientación exclusivamente falocéntrica de nuestro anhelo emocional, que debe acompañar la relación de sumisión al hombre.

Este proceso de construcción del nuevo orden simbólico, se puede verificar siguiendo el rastro del que fue símbolo de nuestra sexualidad en casi todas las culturas: la serpiente.
La importancia y la omnipresencia de la imagen de la serpiente había sido correlativa a la importancia del despliegue de la líbido femenina. Hacer que la serpiente desapareciera era imposible. Por eso lo que hicieron fue eliminar su fuerza simbólica. que mantenía viva la memoria el recuerdo y la posibilidad de
imaginar otra forma de ser mujer.

Cambiaron su significado simbólico cambiando las historias míticas, y convirtiendo el movimiento ondulante de la serpiente en un símbolo de todos los males y de todos los demonios. También el asco que nos producen los reptiles, sus mucosas y sus pieles húmedas, es una construcción cultural paralela al asco y al pudor que sentimos hacia nuestros cuerpos y sus fluidos, y que tiene por objeto sacar de nuestra imaginación su sentido maternal y simbiótico.

El orden simbólico tiene que hacer a lo bueno, malo, y a lo malo, bueno. Así, junto a la satanización de la sexualidad de la mujer, se sataniza también a la serpiente que pasa a ser el demonio del infierno judeo- cristiano; y el infierno y el Hades pasaron a ser los lugares a donde va todo lo que no debe ser, por contraste de los cielos donde habitan los paradigmas de lo que debe ser; y el guardián del Hades en la mitología griega, fue el can Cerbero, hermano de la amazona Medusa, la de la cabellera de serpientes, que lleva también el lomo lleno de serpientes y su cola es una serpiente. Las sirenas y las Nereidas que representaban la asociación de lo femenino con el agua, se convirtieron en monstruos marinos que atacaban a los héroes, como Escila que no deja a Ulises pasar por el estrecho de mesina. Atenea, en un tiempo representada con serpientes, pasa a ser la diosa de la guerra, y las serpientes pasan simbólicamente a manos de Esculapio, dios, como no, de la Medicina, y de Hermes, dios de la fertilidad, de manera que la sexualidad femenina en vez de ser una emanación de 1a mujer para la autorregulación de la vida, pasa a ser algo administrado y gobernado por los dioses.

En todas las culturas aparece el héroe o el dios que desafía y mata la serpiente: Zeus mata a Tifón, Apolo a la Pitón, Hércules a la Hidra, Perseo a Medusa y Jasón vence al dragón que guardaba al vellocino; el dios mesopotámico Marduk mata a las serpientes de la diosa Tiamet, y el hindú Krisna a la serpiente-demonio Kaliya. En las culturas cristianas, después del famoso y explícito mito del Génesis (pondré enemistad entre ti y la serpiente), la virgen María vuelve a aplastar a la serpiente, San Jorge al dragón de Inglaterra, San Patricio a la serpiente de Irlanda, San Miguel a diversos dragones...

Ante el cuadro del Museo del Prado de Cornelio de Vos que representa Apolo matando a Pitón, un profesor de instituto les decía a sus alumnos y alumnas que simbolizaba el origen de nuestra civilización.
Siempre nos sorprendemos cuando descubrimos que ellos ya sabían estas cosas. Es la complicidad transgeneracional de los señores del Poder y de la Guerra.

Fijaos que la resistencia al orden patriarcal a lo largo de los siglos la delatan los mitos: porque la Virgen María tiene que volver a aplastar a la serpiente que ya había sido enviada por Jehova al Infierno 2500 años antes. Y en la Edad Media, para hacer las naciones modernas y acabar con el relativo descontrol de las aldeas desperdigadas por la tierra, siguen haciendo falta mitologías con santos que matan a las serpientes locales: San Jorge en Inglaterra, San Patricio en Irlanda, pueblos en donde los campesinos celtas animados por los druidas conservaron durante mucho tiempo reductos de antiguos modos de vida.
Arturo es otro mito, en plena Edad Media que representa, al igual que Edipo, la tragedia de la transición.

Arturo, no mata al dragón, sino que lo salva, era conocido como Arturo de Pendragón, y al principio llevaba su imagen en su estandarte porque era un caballero que defendía el antiguo modo de vida.
Llevaba sendas serpientes tatuadas en ambas muñecas. Junto al cambio de significado simbólico de la serpiente, está la inversión de lo que vale, del bien y del mal, y también, la significación de los que la matan: el héroe o el santo. Matando a la serpiente, el santo salva nuestras almas y el caballero o el príncipe azul, nuestros cuerpos.

Dice Robert Graves que muchas de estas historias son versiones falseadas de las originales; y asegura que las fábulas de las doncellas salvadas por héroes, que matan a los dragones o a los monstruos, sólo puede deberse a un error 'iconotrópico': porque la doncella o la princesa no es la futura víctima de la
serpiente, sino que ella es quien ha sido encadenada por Bel, Marduk, Perseo o Hércules después de haber vencido éstos al monstruo que era una emanación de ellas.

Este cambio en los mitos corresponde al paso de la dominación de la mujer por la fuerza bruta (se captura a la mujer tras destruir por la fuerza lo que emana de ella), a la sumisión voluntaria de la misma (la mujer se considera 'salvada' cuando se destruyen las monstruosas emanaciones de su cuerpo).”
Extraído de "Tender la Urdimbre" de Casilda Rodrigañez Adán, Eva y la serpiente.

Y entonces surgió uno de los mitos religiosos más famosos: el del “pecado original”. Pero ¿de quién era la culpa nuevamente? De la serpiente (es decir, del máximo representante de la Diosa, puesto que simboliza la continuidad de la regeneración y de los ciclos cósmicos) y, por supuesto, de Eva, la primera
mujer.
¿De qué se acusa a Adán y Eva? De querer saber demasiado sobre el Bien y el Mal, sobre la Muerte y la Vida, de la pretensión de lograr la “facultad de conocer todo” todo lo referente al Árbol de la Vida. En adelante, el Conocimiento será malo, el Sexo y la Procreación serán sucios, la Muerte será sagrada...

Conocemos bien estas doctrinas y a sus impulsores. -” Josu Naberan. La serpiente de Atenas. La Serpiente mítica, de ser protectora de la Casa, pasó a ser la protectora de la Ciudad.
He aquí la historia de la Serpiente de Atenas, de la pluma de Herodoto. Este no cree que exista de verdad esa serpiente (y no tiene ninguna referencia del mito preindoeuropeo), pero nos transmite la historia con un respeto absoluto.
La armada persa está a las puertas de Atenas y los ciudadanos no saben qué hacer: evacuar o no a sus hijos y familiares. Al final toman la decisión de evacuarlos:
"Y por cierto que se apresuraron a evacuarlos al objeto de obedecer al oráculo y, muy en especial, por el siguiente motivo: los atenienses aseguraban que, en el interior del santuario, vive una gran serpiente en calidad de guardiana de la Acrópolis; esto es lo que aseguran y, es más, todos los meses le hacen entrega de una ofrenda, como si realmente existiese (la ofrenda mensual consiste en una torta de miel).
Pues bien, esa torta de miel, que hasta entonces había sido consumida siempre, quedó a la sazón intacta. Cuando la sacerdotisa informó de lo ocurrido, los atenienses abandonaron la ciudad con mucho mayor empeño todavía, convencidos de que también la diosa había dejado la Acrópolis. Y, tras haberlo puesto todo a salvo, zarparon para reunirse con la flota" (Historias, VIII, 41).
Estos sucesos corresponden al siglo V a/C., y para entonces se había desvanecido casi por completo la memoria de la Serpiente preindoeuropeo no se había perdido del todo. En el pensamiento mítico de los griegos de aquella época, la Serpiente de Atenas personificaba a Erecteo, el ser que nació del semen derramado en la tierra por Hefesto al intentar violar a la diosa Atenea. Por eso, la Serpiente era el símbolo ctónico de Atenea, la diosa guerrera que protegía la ciudad.

Mil años antes, sin embargo, la serpiente era el atributo de la diosa que protegía la casa en la cultura minoica. Y dos mil años antes, era eso mismo pero en toda Europa.

Anexo a la I PARTE

EL MATRIARCALISMO CANTÁBRICO
Un superviviente de las culturas del neolítico.

La vivencia de lo femenino en diversas comunidades arcaicas del Norte de la Península Ibérica y que muestra quizas que la presencia antigua de constelaciones maternas ginecocráticas matrilineales hasta ya bien entradas las épocas históricas implica que estamos en situación de afirmar que en el norte de España los cultos lunares gozaron de cierto raigambre, que dura incluso hasta tiempos históricos” Gomez-Tabanera. “Las raíces de España”

1) EL MATRIARCALISMO “VASCO”
Extracto del prologo de “El matriarcalismo vasco” Andrés Ortiz-Oses.

El euskera es una reliquia de las antiguas lenguas de Europa occidental, no sólo prerrománica, sino pre- indoeuropea. Es la única lengua autóctona que ha podido superar las invasiones e influjos culturales de los últimos 3000 años.

Los vascos han demostrado una gran capacidad para integrar esos influjos sin
perder su personalidad cultural. Constituyen, de hecho, la gran excepción de las leyes de la historia política y cultural de Europa (...) La religión de la Diosa (Mari), la utilización del calendario lunar, el parentesco matrilineal y la responsabilidad de la mujer en la agricultura perduraron hasta principios del siglo XX (...) En el sistema legal autóctono no se le daba preferencia al hombre sobre la mujer”. Marija Gimbutas, “Civilization of the Goddess”.

Intentamos en la presente obrita ofrecer una aproximación antropológico-hermenéutica al sugestivo tema del «matriarcalismo vasco», realizando por primera vez una interpretación propiamente tal del arquetipo de la Gran Madre Vasca Mari. Al conceptuar unitariamente la cultura vasca bajo el horizonte hermenéutico del matriarcalismo, llevamos a cabo, según creemos, una auténtica reinterpretación de la propia cultura vasca, la cual queda aquí definida como matriarcal-naturalista y comunalista frente a la cultura indoeuropea patriarcal-racionalista e individualista. Pensamos, en efecto, que la cultura vasca anida un cierto resto latente matriarcal que, al tiempo que la define genéticamente, la coloca en correlación con la prodigiosa cultura aborigen mediterránea matriarcal, derruida sin embargo por las famosas invasiones indoeuropeas sobre el 2.000 a. C. La cultura vasca ancestral, aún hoy latente, significa pues un cierto reducto en el interior de las «conquistas»
indoeuropeas, reducto posibilitado fundamentalmente, sin duda, por la situación pirenaica del propio País Vasco.

(...)Ahora bien, ¿cuáles son los anclajes concretos de la experiencia matriarcal, tanto en genere como en el caso vasco? Estructura de subestructuras, la tipología matriarcal ofrecería en síntesis las siguientes subestructuras profundas que se complican:

1) Subestructura psicomítica: la sociedad en cuestión, en nuestro caso la vasca, gira en torno al arquetipo de la Gran Madre (Mari) en cuanto representación de las fuerzas naturales (de la madre-tierra-mar-naturaleza), al tiempo que la figura mítica de la diosa Madre Mari encuentra en la madre-mujer real (Etxekoandre) su encarnación concreta. Matricentrismo o matrifocalismo de una sociedad en la que los cultos a la fecundidad, simbolizados en luna como originadora femenina & la fertilidad, ocupan lugar relevante (cfr. la diosa Luna aquitana, la Venus pirenaica de Oars o la Salus Umeritana ) ; cfr. J. Thalamas.

2) Subestructura social: la herencia y el parentesco se transmiten por línea femenina. Ello parece deberse al papel decisivo de la mujer, sea como recolectora de los alimentos funda mentales en el Paleolítico sea como agricultora de azada en el Neolítico (cfr. Caro Baroja ) .

3) Subestructura simbólico-lingüística: la realidad es apalabrada o articulada como flujo, devenir o energía femenina («adur»), frente a la consideración estática de la realidad como «ser» aprehendido por la razón o intelecto abstracto (filosofía indoeuropea). El propio lenguaje, además, ofrece en su interpretación primigenia de la realidad una marcada asignación de lo matriarcal-femenino (cfr. al respecto el famoso sufijo «ba» eúskaro como connotativo de una específica «marca» o parentesco femenino). En la simbólica vasca, Mari personifica la energía cósmica femenina en cuanto Mari-Sugarra.

4) Subestructura anímica: ligazón a la madre, dependencia «oral» (cfr. los txokos), constitución de fratrías o hermandades, sentido religioso-envolvente o totalizante del cosmos y de la existencia, erotismo difuso (urobórico-incestuoso), prepotencia de los artilugios femeninos (brujería), política autóctona. Con la terminología de G. R. Taylor (Sex in History), podríamos hablar de «matrismo» frente a «patrismo», o sea, de comunalismo espontaneísta frente a individualismo culpabilizado. El grupalismo se basa no en una instancia sexual propiamente tal, sino maternal (Briffault).
(...) pensamos que la prodigiosa mitología vasca en torno a la Gran Diosa Madre Mari, hay que ponerla en relación con dicha cultura matriarcal-agrícola vasca, pues que se corresponde nuestra mitología con las otras mitologías matriarcales, así como con el culto a la Gran Diosa Madre MA en el contexto eur-asiático del Neolítico; pero, por otra parte, intentamos retrotraer la figura mítica de Mari al propio Paleolítico estudiado por Barandiarán, situándola en el contexto de las grandes Diosas- Venus que van de Siberia a los Pirineos, en cuyo enclave vasco franco-cántabro se dan precisamente aquéllas pinturas rupestres que hoy se colocan en clara referencia con una concepción mágico-mática de inequívoco signo matriarcal-femenino (sic E. Neumann, M. Kónig, D'Eaubonne, Jonas y otros).

Se me dirá, y se me ha dicho, que qué tiene que ver el trasfondo antropológico vasco con el vasco actual. Mi posición es clara: pienso que ese trasfondo antropológico vasco subyace aún hoy latentemente en la psique y experiencia profunda vasca de la vida, por lo que habrá que echar mano de instrumentos y
técnicas hermenéuticas apropiadas, como la interpretación simbólica y el psicoanálisis, para poder dar con semejantes niveles profundos. Los argumentos en que me baso para poder hablar de un cierto «criptomatriarcalismo» actual vasco son, además de algunos ya aducidos, muy diferentes: el hecho de que la recopilación de la Mitología realizada por Barandiarán haya sido llevada a cabo en nuestro propio siglo indica que los mitos, símbolos y creencias vascas tradicionales han arribado hasta nuestros días (y, por cierto, a través de un método bien típico: por recepción auditiva o tradición oral que, como es sabido, es un modo específicamente matriarcal-femenino anterior a la racionalización escriptural, apropiada fundamentalmente por el hombre). Pero además y como han podido mostrar Caro Baroja, Barandíarán y otros, el tipo de vida tradicional vasco ha sobrevivido en muchos aspectos (agricultura de laya), magias y formas de vida (así, el aún actual comunalismo vasco con sus fratrías sean políticas o gastronómicas, el sentido religioso cuasi-panteístico, el vitalismo o el erotismo típicos). Diferentes psicólogos, de J. J. Lasa a R. Redondo pasando por I. Uría y otros, han hecho referencia implícita o explícita al «complejo matriarcal» del vasco. Por lo demás, es patente aún hoy la ausencia de la estructura patriarcal-racionalista e individualista, lo que es causa, sin duda, de claros conflictos entre la política «tribal» vasca y la «estatal». A este respecto, es muy interesante la opinión del liberal decimonónico F. Sagarmínaga, según el cual el espíritu tradicional vasco, y muy en particular el carlismo comunal-religioso, se debe a los curas (clericalismo) y a las mujeres: y, en efecto, nosotros pensamos también que ello es así, aunque los determinantes en última instancia del tradicionalismo vasco no son, como suele ingenuamente creerse y piensa nuestro autor, los curas sino sus madres, o sea, las mujeres, las cuales son, obviamente, no sólo la causa biológica de aquéllos sino sus «ánimas» protectoras. Esto está de acuerdo no sólo con la realidad de que las mujeres, como quería Bachofen v otros, representan el espíritu religioso propiamente tal y llenan las iglesias, sino con la más profunda consideración psicoanalítica que pone en relación originaria matriarcado y clericato, ya que los clérigos no son sino los hijos de la Gran Madre, a ella y a su culto consagrados (de aquí su «autocastración» o celibato, así como su rasuración simbólica o tonsura y sus sotanas como reliquia de vestimenta femenina en cuanto apropiación de la potencialidad femenina arcaica) . Todo ello concuerda perfectamente con la prepotente figura simbólico-real de la Etxekoandre en la sociedad vasca tradicional, así como con la famosa virilidad de la mujer vasca, el matricen trismo religioso clásico (las seroras) y el matrifocalismo de la familia vasca, tal y como ha sido investigado recientemente en Bermeo (Ch. Crawford). Lo que hay detrás de toda esta «urdimbre» ha sido bien divisado por psicoanalistas tan perspicaces como J. Tomás, que fuera presidente de la prestigiosa Sociedad psicoanalítica argentina, concordando con nosotros en la calificación del psiquismo vasco, tal y como se refleja en leyendas y relatos míticos que, como el de «Las tres olas», han llegado hasta nuestros días, como pre-patriarcal.

No quiere decirse con ésto que la cultura vasca ancestral no haya sido influenciada por culturas ya patriarcales: lo ha sido, en efecto, por invasiones indoeuropeas (celtas), por la romanización (aunque el catolicismo sea, frente al protestantismo, una religión más matriarcal, como estudió E. Fromm), la cultura española y la industrialización. Hay, pues, un «recubrimiento» de la cultura aborigen vasca, así como una interna evolución racionalizadora obvia. Pero se trata de un recubrimiento o evolución a cuyo través cabe entrever aún netos caracteres «matriarcales» que en muchas ocasiones, como en lo referente a la religión y al clericato vascos, aparecen «metamorfoseados» y, así, disimulados: tal es aún el caso de los juegos vascos en los que compiten txikarrones que, mirados más de cerca por el perspicaz Castilla del Pino, reaparecen como niños grandes en alardes infantiles, o sea, como «ingenuos» juegos bajo el arquetipo de la Gran Madre.

Esta pervivencia de la cultura aborigen vasca y de su «conservación» o permanencia no es, a su vez, de hoy sino que parece un rasgo típico de toda nuestra cultura. En efecto, uno de los caracteres de la cultura agraria-matriarcal en el Neolítico es precisamente su situación tardía (Caro y Leo Abensour sitúan la agricultura femenina en la E. Bronce, a partir del 2.000 a. C., mientras que actualmente se descubre también la simbología matriarcal-femenina de las vulvas en ciertas cuevas de ese mismo período). A esta misma retardación cultural vasca pertenecen las aludidas diosa Luna aquitana, la Venus de Oars o la Salus Umeritana; pero mucho más paradigmáticamente, la compresencia latente en la Virgen María cristiana de la vieja diosa Madre autóctona Mari.” Andrés Ortiz-Oses

INFLUENCIA DEL PATRIARCADO EN LA CULTURA “VASCA”

(...) Ahora bien, junto al arquetipo tradicional de lo matriarcal-femenino aparece de modo reactivo en la cultura vasca el otro polo: el arquetipo patriarcal-masculino simbolizado por el “fuertismo” vasco y representado por el chicarrón de hercúlea fuerza y vigor (indar), o sea, el aspecto viriloide y masculinista del “morrosko” tradicional. Podemos simbolizar el aspecto matriarcal-femenino por la tierra y la luna, así como el aspecto patriarcal-masculino por el sol y el cielo: mientras que el primer aspecto encuentra en Mari su correlato simbólico, el segundo aspecto lo encuentra en el tardío y solitario “Jaungoikoa” elevado a los cielos.

Creo que ese dualismo típico de nuestra tradición mental vasca ha influenciado decisivamente la ambigüedad de la mentalidad vasca hasta nuestros días, cuando el nacionalismo vasco recupera por una parte el mito matriarcal igualitario en clave comunitarista o comunista pero, por otra parte, politizándolo y tratando de imponerlo sea pacífica sea violentamente. De este modo se recoge el tema matriarcalista vasco de la tradición comunal, pero con un tratamiento patriarcal-masculino de tono agresivo o aguerrido: se daría aquí un proceso de “estatalización en el que se pasa de la nación común como matria o ámbito de estancia (telúrica, inmanente, vital) al de estado propio como patria o ámbito de instancia (celeste, trascendente, jurídica). A este respecto resulta significativa la reinterpretación nacionalista de lo vasco como proveniente ya no de abajo sino de arriba: vasco provendría de “euzko”, que ya no significa la tierra lunar sino el cielo solar (eguzko).

En este mismo contexto ideológico patriarcal se situaría la posición de Sabino Arana, cuando redefine el vasco como prototípicamente viril o masculino frente al “maketo” feminizado y devaluado.

Y bien, se trataría de (re)mediar esta ambigüedad de la tradición vasca, elevada a sistema por el nacionalismo vasco dualizado entre la tierra madre y el cielo paterno, la nación y el estado, la realidad viva y la abstracción política. Pero una auténtica (re)mediación de esta ambivalencia sólo es posible/plausible desde una reculturización de nuestra vida excesivamente politizada (partidístamente).

Claro está que este remedio no resulta nada fácil por dos extremos: en primer lugar, porque el “nacionalismo vasco” ha violentado la propia tradición simbólica matriarcal vasca al patriarcalizarla según lo apuntado; y en segundo lugar, porque el “antinacionalismo español” nunca ha tratado de entender la interesante e intrigante mitología religiosa vasca, antes bien, la deniega, escamotea y ridiculiza desde su desierto o deserción cultural, provocando así la reactividad vasca.

Hago pues dos propuestas claras, concretas y razonables: primera, recuperar la mitología y cultura vasca como tal mitología cultural y no político-militarmente; segunda, despolitizar nuestra vida cotidiana evitando manipular ideológicamente nuestra historia simbólica. Estas dos máximas se resumen en una: despolitizar nuestra vida empequeñecida para poder reculturizarla, abriéndola pacíficamente hacia dentro y hacia afuera.

Ahora bien, la cuestión abierta es la siguiente: culturalmente el País Vasco es una “matria” (“amerri”), pero el nacionalismo de Sabino Arana lo convierte en “patria” (“aberri”): entonces el “matriota” cultural (“amertzale”) se transmuta en “patriota” (“abertzale”), un paso crítico como lo demuestra la actual sociedad vasca (y navarra).”. Josetxo Beriain“La identidad colectiva: Vascos y Navarros”.

AUTODETERMINACIÓN SUBJETIVA Y COMUNITARIA O INSTITUCIONALIZACIÓN IMPERIOCATÓLICA.

(Extracto del libro “El juguete de Mari”, de Jakue Pascual y Alberto Peñalva)
¿Qué es lo que sucede para que la potencia de las fuerzas telúricas, que rigen tanto la vida del arriba y de la tierra como de la comunidad de seres iguales (tribus, bandas y sujetos) asentada en el hueco (entre el fuego de las corrientes subterráneas y los tempestuosos e incandescentes cielos), se vuelva inexistente?.

La respuesta es libre, pluridimensional. Por eso aquí propondremos una interpretación que conducirá a través de tiempos perdidos hacia hipotéticos futuros, en una trayectoria que anticipamos como múltiple en formas y universos y perpetua en la intercambiabilidad de sus esencias.

Algo más de lo que nos ha llegado tiene que suponer MARI para que su perversión, su vaciado de significados, se convierta en tema central, clave en la imposición de un imperio; como sistema a su vez mediado (controlado), en su reproducción valorativa, por una lógica y una simbólica institucional, religiosa y católica, de poder moral efectivo que perdona la vida u otorga la muerte. 

MARI, m-ARI. MU: palabra (HITZ) que se hace a si misma; el verbo se hizo carne (aMa, uMe, eMe: hembra, AR: macho...).
M-ari-U: palabra haciéndose materia, monumento, documento, no de edificación sino de paradoja (2).
MAIRU, antepasado, el que enseña el valor de la comunidad, de la palabra, el constructor de monumentos de identificación entre seres iguales; y de entre todos ellos el que mejor lo ejemplifica es el CROMLECH (3): el círculo mágico de representación del infinito y de la nada, de las fuerzas implosivas y expansivas, de la subjetividad y de la comunidad de iguales, el símbolo unitario, anterior a la separación del YIN y el YANG. Un equilibrio cósmico de fuerzas contrapuestas expresadas en el LAUBURU, como condensador genético de la materia y la energía (4). De ahí que el poder (MANU), sea el allí (AN-sol) contenido en la palabra que ha cazado el arriba. Quién posea esta fuerza se separará de los iguales para ejercer el dominio sobre ellos, ya no tratará con idénticos cósmicos, la palabra que tenga la representación del arriba eterno (espíritu) podrá silenciar su relación de equilibrio con el abajo mortal (materia). Aquí está implícito el principio de KIXMI, del mono, de la copia de Dios, de la institucionalización y de la separación.

La leyenda católica dice que los gentiles (de conducta salvaje, precristiana, “adoradora” de la naturaleza) llamaban KIXMI a Jesús (5). Los medios de comunicación de esta época (que entra en un Nuevo Orden Mundial: Estado absoluto, descubrimiento colonialista del salvaje, mercantilismo y apertura de vías comerciales, revolución esférico científica y galaxia Gutenberg) crean una falsificación que oculta el verdadero sentido ancestral del mono de Dios. KIXMI (leído como mono-demonio en su uso medieval) es el que repite, el que caricaturiza, el que representa formalmente en la tierra la separación del cosmos, como si fuera legítimo el poder que se autootorga. Esta separación dará lugar al arriba y el abajo, a la jerarquía entre quien realiza la representación –institución- del cielo sobre la tierra y el mortal que la padece según su ubicación funcional en la escala del artefacto divino, como entidades espirituales y mortales seleccionadas en su esencialidad energética (alma) y material (cuerpo).

KIXMI para los antiguos pobladores vascos es simplemente la institución católica de la fuerza del IMPERIO, la representación de un poder totalitario, del diablo, del mal; por eso cuando vieron desde sus montes la cercanía del imperio, sentenciaron que su tiempo, el de los seres humanos iguales y en armonía con el universo que los circundaba, había terminado. El demonio tomaba forma de separación, de poder, de copia de Dios, de jerarquía, de institución, de guerra civil y de imperio. La perversión inquisitorial no duda en tergiversar este contenido atribuyendo a los “salvajes” el término de impíos, de herejes, al no reconocer éstos la síntesis de separaciones entre poder terrenal y el espíritu que la trasciende. Es lógico, por tanto, que el imperio tome forma de verdad impuesta, de INQUISICIÓN, en un instante donde el poder español se ha hecho orbital, siendo la homogeneización cultural (colonialismo) y la disgregación social (excluyente) las mejores herramientas de las que dispone para perpetuar su poder.

El primer punto que la institución católica vilipendia del culto a MARI, como representante ante Dios de la propiedad privada de la tierra, es la identificación concreta del numen con el comunalismo, como forma primitiva de comunismo. La máxima implícita en el mito de MARI casa perfectamente con el dar “a cada cual según su necesidad” y “exigirle según su capacidad”. No es tanto una crítica de la propiedad como a la utilización posesa de la misma, ya que la producción que excede a lo que uno necesita debe revertir directamente en la comunidad de los iguales; en ella, todos poseen el derecho inalienable a una subsistencia digna. De lo que se trata aquí es de una relación de intercambio, de donación de lo que excede a la propia necesidad, de POTLACH (HAR-EMAN: tomar-dar), de desposesión en lo común que es lo de todos (6). Por eso la ruptura del equilibrio entre el dar y el tomar situará al tiempo fuera de sus Goznes (ARREMEAK) (7), lo sumergirá en el laberinto cambiante de sus formas. El tiempo del capitalismo empieza con la acumulación primitiva su rumbo hacia el desastre; la institución católica es la garante del poder, de la desigualdad en la que se basa la fuerza del imperio, de ahí que deba anular aquello que la cuestione desde la esencialidad del equilibrio comunitario y cósmico (no separado).
La sabiduría ancestral condensada en MARI, enseña que “lo dado a la negación la negación lo lleva” (8)
(“Ezai emana, eak eaman”; “Ezagaz eta baiagaz bizi emen da”). Nos muestra que faltar a la palabra, al otro, a la tribu, es ser maldito por romper la ley de los antepasados (mairuak). El compromiso con la propia tierra, con los seres humanos fruto de ella, es ineludible. La sidra de Mari es excelente, está hecha con las manzanas que el señor Monte de Ikaztegieta negó a su comunidad.
Por eso D.Diego López de Haro (uno de los muchos de este clan castellano) será repudiado por Mari en la leyenda; ha roto el pacto por el que se comprometía a detentar un cargo simbólico como Señor de Vizcaya, consumando la traición del castellano Alfonso VIII contra los fueros y la INDEPENDENCIA de los vascos (acuerdo de Calatayud en 1198 entre Castilla y Aragón para repartirse Navarra, Alfonso invade el reino vasco por Treviño y Vitoria, dos años después ocupará Álava, el Duranguesado y Gipuzkoa, que serán administrados por el II de la saga mesetaria).

La afirmación del matriarcalismo en Mari, no está en la violencia de la oposición dialéctica y edípica de los contrarios como pretende ver Ortiz Osés (9), sino en la autodefensa autoafirmante del propio deseo, en el derecho a elegir la compañía y no en aceptar su imposición ni la violación del mutuo acuerdo. En el caso que nos ocupa, el hecho de santiguarse de D.Diego López de Haro (10) frente a su familia deudora de Castilla), supone un intenso desdén por la cultura y las leyes ancestrales de la tierra (ejemplificadas en Mari-Mairu) con la que ha acordado (pactado) su acogida... ALIANZA DE REEQUILIBRIO SINCRETICO. Mari huirá con su hija a las montañas (“nee umeek zeruako, ta ni oaiñ Muruako”, “mis hijos para el cielo, ahora yo para Muru”). Pasa a la clandestinidad para garantizar el futuro de la tierra. Y esto lo sabían muy bien los de la Comisión Internacional sobre la Violencia en el País Vasco en 1986, todos ellos expertos en contrainsurgencia y relacionados con distintos aparatos de Estado y paraestatales, cuando afirman que las mujeres vascas “fomentan una conciencia política y las costumbres tradicionales” (11). Este es el problema que plantea MARI para la perpetuación del IMPERIO en su infinidad de formas de división (Roma, Imperio Católico Español o Nuevo Orden Internacional: autorreproducción cambiante en sus formas + ó – cada 500 años), el de la persistencia de una lógica unitaria, entre iguales y en armonía con el cosmos, anterior a la separación que impone el IMPERIO entre cielo y tierra, entre los seres humanos, entre éstos y la naturaleza y entre el hombre y la mujer.

La perpetuación del imperio tiene en la perversa herramienta metodológica e institucional del catolicismo la mejor coartada para efectuar la sumisión de los que antes eran iguales (se autoconsideraban). Pero el camino que sigue no es recto, es sinuoso y sintético (como uso tendencioso y causalista de marcos sincréticos parciales). El catolicismo pretende imponer una creencia separada, vaciando de contenido la referencia ancestral; de ahí la asociación del numen MARI con la Virgen madre de Dios y su seccionamiento del pensamiento animista, holista (12), que identifica esta fuerza con la materialización energética, eterna, de lo que va a los antepasados y vuelve de ellos (Mairu, Maide, Mairi, Maru), de la esencialidad básica que conforma el universo de arriba y de abajo. Estamos en el SECRETO hermético, en el holograma del universo (13).

Cuando hablamos de MARI encontramos que la atribución que se le hace de ser la constructora de la comunidad, y de la paradoja existente entre la subjetividad radical y la comunidad de seres humanos iguales, queda expresada en los nombres de las piedras. Los dólmenes (Marikutx), los montes (Marina Mendi) (antenas receptoras de la tierra), las cuevas (Marizuleta, Mariasulo), llevan su nombre. Son los lugares donados y habitados por los antepasados Mairi (Mairietxea: dolmén de Mendibe), Maru (Maruatz-gokobia: Aretxabaleta, Maruelexa, cumbre de Arrola, antiguo asentamiento), Maide (Maide Korralia:
corral neolítico de Alçay), Jentil (Jentilarri, Jentilbaratz, Jentilbaso, Jentileio). Cuando el imperio carolingio invade Euskal Herria, su paladín Roldán expulsa a los maides, gentiles (habitantes primigéneos), de Zuberoa; y puede que así fuera, pero una retirada a tiempo hacia los Pirineos también puede convertirse en una posterior victoria; Roldán murió en Orreaga a manos de los que son iguales a los maides.

Por tanto, MAIRU no es el vilipendiado “moro” del catolicismo, sino el hombre de otro tiempo que habita entre nosotros, el antepasado, el gentil, el no bautizado (Mairu: niño muerto sin bautismo). Su nombre es el de salvaje, el de “no civilizado” por el imperio (Mairukeri). Mairu ha construido las casas fuertes (Irissary, Donamartea, Larrea...) para la defensa de la comunidad y los dólmenes que los cobijan del paso formal del tiempo. Y nos ha dado el néctar rojo del Patxaran (Mairu-arhan). Pero los Mairus sobre todo nos han legado el círculo mágico, la conjunción entre la nada y el uno y el infinito, entre el yo y los iguales (COMUNIDAD), el CROMLECH (Mairubaratzak, Mairuharri, Mairubide, Mairularrieta, Mairularri), símbolo que oculta en sí el sentido de la comunicación, del ser humano, del equilibrio hologamático y móvil de los contrarios (sujetos a tensiones expansivas e implosivas) y de las fuerzas telúricas (LAUBURU). La perversión católica es doble porque su proceso de institucionalización aculturiza y sirve de coartada para la imposición social desigual del Imperio. [... Otra de las atribuciones de Mari que se olvidan alegremente, es la capacidad que manifiesta de transgredir las limitaciones espacio/temporales. Mari premia a quienes creen en ella, se les sube a la cabeza. “Unos viajeros que deseaban atravesar la montaña de Atxorrotx, en Escoriaza, en un instante se hallaron en el término de su viaje”. También en Dima se cuenta que a “un soldado del caserío Iturriondobeitia, que se hallaba en el país de moros, fue trasladado en un instante desde lejanas tierras por arte de Sugoi o culebro que vivía en la cueva de Balzola”. Pero es en el citado livro dos Linhagens donde mejor se narra esta capacidad de traslación, de ruptura de los condicionantes fenoménicos de espacio temporalidad (14).

3) RESTOS DE UN PASADO COMÚN.
(Similitudes de las mitologías cantábricas)

Aunque yo no crea en ellas, habelas... hailas” “Direnik, ez da sinistu bear; ez direla, ez da ezan bear” (“No se debe creer que existen, pero no hay que decir que no existen”).“

La única mitología cantábrica que conserva múltiples rasgos que podríamos calificar todavía como “pre-indoeuropeos” es la “vasca”. Y si es verdad que tiempo antes, todos estos pueblos tenían una cultura comun, podríamos identificar a la cosmovisión euskalduna como un ejemplo de la que antes estaba extendida por toda la región Cantabrico-Pirenaica.

Y eso es lo que parece a simple vista. La mitología asturiana y la cántabra guardan enormes similitudes de base con la vasca, aunque en las dos primeras (sobre todo en la cántabra) se noten ya grandes influencias del cristianismo (la serpiente como símbolo del mal...). Veamos los indicios. (Nota: Como podras comprobar a continuacion el metodo de trabajo que hemos utilizado para detectar estas similitudes ha sido simple y poco exhaustivo pues se trata de detectar indicios no de elaborar una tesis al respecto) Gentil-Mairu (Euskal Herriak) // Xintil-Moro (Asturies) // Moro-Mairi (Pirineo)

Los moros o Xintiles. “En Costumbres de matrimonio, Nacimiento y Muerte en
Asturias una encuesta sobre tradiciones realizado por el Ateneo de madrid, hacia 1901-1902, vemos un dato muy interesante. En Lleitariegus, cuando bautizaban a un niño, la madre se lo daba a la madrina para que lo llevase a la iglesia. Una vez realizado el rito la madrina se lo devolvía, y se establecía el siguiente diálogo:

- “Güei fixiste una obra de caridá”
- “¿Purque comadri?
- “Purque fixiste d ́un moru un cristianu”

Vemos, pues, que la palabra “moru” se refiere al no bautizado, al pagano, que en otro tiempo era llamado xentil o gentil. Así la actual Cueva Los Moros en Salas, próxima a Regueira Cavada, era conocida antiguamente como Cueva de los Xentiles.

Con el paso del tiempo esos Xentiles fueron asimilados como el pagano por excelencia, “el enemigo de la cristiandad”: El moro. Los moros seran, pues, los constructores de dólmenes, castillos (...)”. Alberto Alvarez Peña, “Mitología asturiana”.

Mairi. “En Baja-Navarra es designado así un genio dotado de fuerzas colosales, según creencia común. Según algunos es un tipo humano muy antiguo que vivió en nuestro país. Los Mairi transportaban a mano enormes peñascos de la montaña de Arradoy hasta los lugares donde construían castillos, dólmenes, etc. Las grandes cubiertas de piedra, tanto del Mairietxe “casa de Mairi” o dolmén de Gaxteenia (en Mendive) como del de Armiaga (de Behorleguy) fueron transportadas por una Mairi. Dicese que llevó sobre su cabeza mientras traía sus manos ocupadas en hilar”. J. M. Barandiarán, “Mitología vasca”
Moros. “En el Pirineo, son responsables de las construcciones megalíticas: dólmenes y cromlech construida por la gigantesca raza de los moros, o de gigantes que transportan las piedras sobre sus cabezas. En el País Vasco los llaman Mairiak, y a los dólmenes, Mairietxe. La losa mora, en la Sierra de Guara está también construida por una giganta que lleva la piedra grande sobre la cabeza” “Los gigantes del Pirineo” (página Web).

Los Gentiles. “Los viejos genios fueron desterrados por las campanas de las ermitas cristianas, según contaron en Vizcaya a Barandiaran, y también se dice que los espiritus subterráneos dominadores del mundo antiguo fueron exterminados al ser construidas las iglesias y ermitas. Se cuenta asimismo que el fin de los gentiles aconteció un día en el que divisaron una nube luminosa que llegaba desde oriente a la Sierra de Aralar. Asustados, preguntaron a un anciano el significado de este fenómeno, y el exclamó que había llegado el fin de su raza por el nacimiento del Kixmi, y pidió que le arrojaran por el vecino precipicio. Los gentiles corrieron hacia Occidente, seguidos por la nube, y en el valle de Arratzaran se sepultaron bajo una gran losa que desde aquel día llama Jentillari (piedra de los gentiles), y es la que cubre el dolmen del mismo nombre” Ignacio Abellá, “La Magia de los Árboles”.

Basajaun (Euskal Herriak)-Busgosu (Asturies):
Baxajaun, señor de la selva, es el genio que habita en lo más profundo de los bosques o en cuevas situadas en lugares prominentes. Tiene cuerpo alto de forma humana, cubierto de pelo. Su larga cabellera le cae por delante hasta las rodillas, cubriendo el rostro, el pecho y el vientre. Es el genio protector de los rebaños (...) Otras veces se nos describe como el primer agricultor de quién aprendieron los hombres el cultivo de los cereales y como el primer herrero y el primer molinero, a quién robó el hombre el secreto de, la fabricación de la sierra, del eje del molino y del modo de soldar los metales”.
El Baxajaun fabricaba la sierra, según cierta leyenda de la región de Oyarzun; no así San Martinico, que carecía de modelo para ello. Deseando éste conocer el secreto, envió a su criado a anunciar en el pueblo que San Martinico había fabricado la sierra. Al oír esto, el Baxajaun le preguntó: “¿Es que tu amo ha visto la hoja del castaño?”. “No la ha visto; pero la verá” (contestó el criado, quién refirió después a San Martinico lo sucedido). De ahí se propagó la técnica de la fabricación de la sierra en el mundo”. Jose Miguel de Barandiaran, “Mitología vasca”.

Busgosu. “Se trata de un personaje de aspecto semihumano cubierto de pelo,
enmarañado, patas y cuernos de cabra. Vive en lo más profundo del bosque y en las cuevas.”

Existe una leyenda sobre la invención de la sierra que lo mismo la encontramos en Euzkadi referida a San Martinico y el basajaun y en Asturies sobre el Demo (el demonio) y el primer herrero.
Se cuenta que el primer ferreru en Asturies se dirigió a la cova ́l Demo con la intención de robarle uno de sus secretos: La invención de la sierra. Para ello venció el temor que le inspiraba el Demo y le dijo que en el pueblo ya habían inventado la sierra a lo que este respondió:

- “Eso xa que visteis la fueya ́l castañu”
- “Nun la vimos pero xa la faeremos”

De vuelta al pueblo vieron la hoja dentada de los castaños y se pusieron a fabricar la sierra. Esta leyenda es conocida en Bual, Ozcos, Grandas de Salime, etc...” Alberto Alvarez Peña, “Mitología asturiana”

Mari (Euskal Herriak)-Anjana (Cantabria)-Xana (Asturies)

Este vocablo (Mari), que en algunas partes del país significa señora y que en este sentido se aplica al parecer al personaje mítico de que hablamos, va acompañado de la montaña o caverna donde, según las creencias de cada pueblo, suele aparecer el genio” Jose Miguel de Barandiaran, “Mitología vasca”.
Les Xanes tienen la apariencia de mujeres jóvenes, de gran belleza, con cabellera larga y rubia, se aparecen preferente de noche o en torno a la mañana de San Xuan en fuentes o cuevas a las cuales suelen estar vinculadas” Alberto Álvarez Peña, “Mitología asturiana”.

La anjana vive en grutas recónditas que son verdaderos palacios de suelo de oro y paredes de plata”. Polloux Hernúñez, “Monstruos, duendes y seres fantásticos de la mitología cántabra”

Mari “se presenta muchas veces en forma de señora elegantemente ataviada, como se nos dice en los relatos de Durango, en los que aparece, además sosteniendo en sus manos un palacio de oro. En igual forma se nos presenta en los relatos de Elosua, de Begoña, de Azpeitia, de Cegama, de Renteria, de Ascain y de Lescun.” J.M Barandiaran, “Mitología vasca”.

Las xanas “acostumbran a peinarse con peines de oro y tienen gallinas y polluelos del mismo metal”. A. Alvarez “Mitología asturiana”.
En otra leyenda, que en este momento no puedo localizar, la xana, al igual que la diosa vasca Mari, toma forma de bola de fuego para perseguir a la ladrona”. Ignacio abellá.

De pronto siente calor, un calor muy diferente del que lleva dentro, un calor que quema de verdad, que le quema las manos y los labios y la ropa. Abre los ojos y ve que la joven, que en realidad era una anjana, se ha transformado en fuego para castigarlo por descargar sus cañones sobre los pobres pajarillos del cielo” “La anjana y el cazador” Cantabria)

Y cuando menos se espera salta la liebre. He aquí, como muestra, el personaje principal de la mitología de Cantabria y Asturias, la “Inxana” o “Ijiana” (personaje parejo a nuestra dama (Mari): “Q ́estaban allí unas que les llamaban las ijianas, que tenían unos pechos que se los echaban al hombro, y esas cosas, pero pa meternos mieu a los pequeños cuando eramos así, hacíamos alguna travesura o alguna cosa désas” (Ramón Sordo. Mitología de Asturias y Cantabria entre los ríos Sella y Nansa, 1984). Me trae a la memoria la Diosa neolítica y paleolítica de pechos grandes, agrandados aún más en este caso por la imaginación popular”. Josu Naberan, “La vuelta de Sugaar”.

Como Ana Quiliana se presenta en Cangues d ́onis, y en Ourense se habla del Hada Ana Manana. Incluso la principal divinidad del panteón euskera, la conocida como Mari, la Dama de Amboto, es llamada en algunas leyendas Ana Mari” Alberto Alvarez Peña, “Mitología asturiana”.

Un pastor que estaba “brañando” encontró junto a la fuente una Xana (hada astur), que como suelen, peinaba sus largos cabellos rubios ensimismada. Tenía junto a ella un deslumbrante, magnifico, cáliz de oro y el pastor codicioso, y en un abrir y cerrar de ojos lo roba y echa a correr monte abajo.
La xana furiosa, lo persigue y el hombre ve cómo una niebla mágica, negra y espesa comienza a envolverlo. Muerto de miedo suplica y ofrece el botín al patrón del cercano pueblo (curiosamente con nombre de tejo y con muchos de estos árboles en sus montes).

¡Santiago de Aguino, valmé que pa ti lo quiero!”, grita con toda su alma. En ese momento el sortilegio se desvanece, la xana se detiene y le dice:
Porque has dicho eso, si no, el mayor pedazo que hubiera quedado de ti no sería más grande que la cabeza de un alfiler.

(...) En el País Vasco, R.M. de Azkue ha recogido esta historia en la que, en vez de xana, el genio es basajaun, señor de los bosques. Un pastor le roba un candelero y durante la consabida persecución, cerca de la iglesia de San Salvador, dice: “Señor Salvador: le ruego me defienda. Quiero traerle un obsequio”. Comenzó a sonar la campana y Basajaun, no pudiendo continuar, exclama: “da gracias porque ha comenzado a sonar la vieja campana del Salvador”. Ignacio Abellá, “La magia de los árboles”.

Sugaar (Euskal herriak)-culebre (Cantabria)-Cuelebre (Asturies)
Cuelebre. “Su aspecto habitual es el de una serpiente de gran tamaño con alas
menbranosas como las de un murciélago. Se trata de un culebro, una culebra macho, en multitud de historias este tipo de culebras va creciendo hasta llegar a ser muy viejo entonces crían alas y marchan volando a La Mar Cuayada a custodiar los muchos tesoros que se ocultan en sus profundidades”.

Culebre. “Muchas de las cuevas que albergan las peñas, roquedales y acantilados de Cantabria están habitadas por una especie de monstruos, entre Dragón y serpiente. Por lo general guardan tesoros de los que escondieron los moros” El nombre Sugaar significa “serpiente macho”, “culebro”. En la región de Ataún se dice que Sugaar atraviesa frecuentemente el firmamento, en figura de una hoz de fuego. Su paso es presagio de alguna tempestad. Se supone que Sugaar habita en regiones subterráneas, de donde sale a la superficie por la abertura de ciertos antros” Jose Miguel de Barandiaran, “Mitología vasca”


Anexo a la I PARTE

EL MATRIARCALISMO CANTÁBRICO
Un superviviente de las culturas del neolítico.

NOTAS
(1) Según José Miguel de Barandiarán “Hay un genio (de sexo femenino, como la mayor parte de los que figuran en la mitología vasca) que ha logrado acaparar muchas funciones que han sido atribuidas a diversos seres míticos de otros países. Es considerado como el jefe de los demás genios. Entre los componentes de sus nombres actuales, el más antiguo parece ser MARI. Este vocablo, que en algunas partes del país significa señora y que en este sentido se aplica al parecer al personaje mítico de que hablamos, va acompañado del nombre de la montaña o caverna donde, según las creencias de cada pueblo, suele aparecer el genio”. En “Mitología Vasca.”

(2) La frase la toma Greil marcus (Rastros de carmín, Anagrama, Barcelona 1993, p.212) del dadaísta Hugo Ball, señalando por boca de H.Lefebvre que se trata de “una aspiración al mito gnóstico”.

(3) Oteiza es quien mejor interpreta la potencialidad mágica del pequeño cromlech vasco como desocupación, hueco, vacío y 0. Con el cromlech “el hombre estrena una nueva relación con el universo, consigo mismo y con los demás. [...] El ser estético se libera de su peso, de la presión mortal (provisional) de su encierro. [...] El artista recibe por el cromlech su verdadero ser social. Se piensa a sí mismo. La angustia vertical que origina el arte se viene al suelo y el temor excesivo del hombre hacia fuera o hacia arriba se transforma en un reconocimiento horizontal en los demás. La inseguridad existencial concluye, concluye el arte, y la existencia con privilegios para la invención del artista ya no se justifica. Volvemos a vivir este momento excepcional con el arte contemporáneo. El lugar que tiene que dejar vacío el artista es el lugar de la nueva fe colectiva [...] El artista no se justifica cuando todo el arte nuevo está ya en la calle”.

¿NO SUCEDE ESTO CON LAS RUPTURAS DADAISTAS, LOS SITUACIONISTAS Y LOS PUNKS?

Y Oteiza nos seguirá diciendo que: “Hoy la tarea, en este trayecto, no es estética sino vital [...] Es una forma de orientarnos en la recuperación de la capacidad de diálogo que hemos perdido con nuestro ser tradicional. Cada rasgo o hábito que recuperemos en nuestra conciencia representa sicológicamente un restablecimiento de nuestro estilo intimo, que en el mundo de hoy equivale a recuperar la fe en el hombre y que para nosotros es recuperar nuestra fe en el hombre vasco, en nuestro pueblo”. Oteiza, Quosque Tandem...!, 5a EDICIÓN, Pamiela, en el índice Epigonal, Prehistoria
vocabulario.

(4) Los diez mil seres llevan en las espaldas el Yin (la oscuridad) y en los brazos el yan (la luz). Así el vapor (la materia) del vacío queda armonizada”. Lao Tse, Tao Te Ching, Orbis, Barcelona 1983, p. 39. Lao Tse lo mismo que Pitágoras suponen, además de la Unidad Suprema que es el Tao en su reposo trascendente, otra Unidad que es la unidad que hace el par y la multitud. Lo mismo debió encontrar.

Antonio Artaud entre los taraumaras cuando describe el ritual Ciguri y los pasos de la danza del hombre y la mujer: “...por la forma como se situaban uno frente al otro, por la forma, sobre todo, como ocupaban el espacio, como si estuviesen situados en los bolsillos del vacío y en los cortes del infinito, se comprendía que ya no eran un hombre y una mujer los que allí estaban, sino dos principios...”; Y sigue describiendo más adelante cómo a la “octava vez miraron al sacerdote, que tomó entonces posición con aire de dominación y de amenaza en el extremo del Sancta Sanctorum, donde las cosas están en contacto con el Norte. Y con su bastón dibujo en el aire un gran 8. Pero el grito que lanzó en aquel mismo momento era como para revolucionar el parto de horrores fúnebres del muerto negro por su antiguo pecado, como dice el antiguo poema enterrado de los mayas del Yucatán; y no recuerdo haber oído en mi vida algo que indicase de forma más resonante y manifiesta hasta qué profundidades desciende la voluntad humana a provocar su innato conocimiento de la noche. Y me pareció volver a ver en el Infinito, y como en sueños, la materia con que Dios ha insuflado la vida. Aquel grito del sacerdote
estaba hecho como para sostener la trayectoria del bastón en el aire. Al gritar de aquella forma, el sacerdote se desplazó y dibujó con todo su cuerpo en el aire y con sus pies en la tierra la forma de un mismo ocho, hasta que lo hubo encerrado del lado del sur” (A. Artaud, Los Taraumara, Barral Editores, 3a ed., Barcelona 1977, pp. 20-22). De lo mismo nos hablará Katherine Neville, en su novela El ocho (Ediciones B, Barcelona 1994, pp.436-439), cuando aborda los temas de los números de Fibonacci, Pitágoras y la música y el ajedrez de Montglane que del 8 derivan en espiral por el juego del infinito.

Muy relacionado con lo hasta aquí citado, es el análisis de Txepetx, J.Ma Sánchez Carrión, en La realidad y la ley de septiembre de 1990 (Imprecor no81, Madrid 1991), donde distingue tres leyes naturales: La de integridad, la de causa-efecto y la de la armonía; y sus representaciones éticas, ecológicas, sociolingüísticas y de física cuántica; así como los movimientos en espiral que van del 8 al 0 (inconsciencia) y del 0 al 8 (consciencia). Un sentido similar es expresado por Fritjof capra ( El Tao de la Física, Luís carcamo, Madrid 1987, p. 17) cuando afirma que: “...la relación entre física y misticismo no es sólo muy interesante sino también importante en extremo. Demuestra que los resultados de la física moderna han abierto por completo dos caminos muy diferentes a seguir por los científicos. Pueden conducirnos, por ponerlo en términos extremos, a Buda o a la Bomba, y corresponde a cada científico decidir qué camino tomar. A mí me parece que en una época en la que casi la mitad de nuestros científicos e ingenieros trabajan para lo militar, malgastando un enorme potencial de ingenio humano y creatividad en descubrir medios cada vez más sofisticados de destrucción total, el camino de Buda, el “camino del corazón”, nunca puede ser enfatizado excesivamente”.

(5) Después de repasar diferentes hipótesis sobre el mito de los gentiles, J.Ma Satrústegui (Mitos y creencias, Larrun/Txertoa, San Sebastián 1982, p. 151) afirma que: “El mito significa la sublimación del holocausto. Es el último capítulo de un estilo de vida y el sometimiento definitivo de la población a una nueva religión”.

(6) La palabra Potlach es interesante rastrearla (además de un Mauss y Bataille) desde los “situs”, Internacional Situacionista; y en especial en Greil Marcus, op. Cit., 1993. Aquí, esta palabra es un homenaje a quien nunca se autoreivindicaría: Guy Debord, desaparecido recientemente en combate.

Debord señala que la Potlach era un regalo, una oferta de “bienes no a la venta” (G.Marcus, op. Cit., 1993, p. 416). También dice que ahora, en las sociedades escaparate, “lo verdadero es un momento de lo falso” (La sociedad del espectáculo, Castellote, Madrid 1976). Nos hallamos ante una afirmación perpetua, ante la “voluntad de poder” en la virtud de su no deso, en la Potlach de la palabra dada, del don, en el auzolan (en el sentido productivo del don que la comunidad da a los sujetos que la conforman y viceversa, una práctica social, de origen inmemorial, que todavía persiste en algunos lugares de la geografía vasca) como interacción productiva del devenir activo de lo múltiple, del uno autovalorizado en sus distintas posibilidades. Para rastrear el rico concepto de Potlach, del don, remitimos entre otros autores a: Marcel Mauss, Sociología y antropología, Tecnos, 1991. Georges Bataille, La parte maldita, Icaria 1987. Jean Duvignaud, El sacrificio inútil, F.C.E., México 1979. Raoul Vaneigem, Tratado del saber vivir para uso de las jóvenes generaciones, Anagrama, 1988. Gilles Deleuze, Nietzsche y la filosofía, Anagrama, 1971, pp. 273-275.

(7) R. Ma de Azkue, op. Cit, vol. I, 1969, p.54. Según este autor “Ar-emeak” sería: macho y hembra, corchetes o bisagra; tomando en nuestra interpretación la forma de unidad de contrarios.

(8) Mari: Auñamendi, Enciclopedia general Ilustrada del País Vasco, vol. XXVI, San Sebastián 1989, p. 420. Emeterio Sorazu, Antropología y religión en el pueblo vasco, caja ahorros provincial Guipúzcoa, Usurbil 1979, p.289.

(9) La referencia de Osés (Andrés Ortiz-Osés, De mitología vasca y japonesa, Revista Archipiélago no 23, Madrid, invierno 1995, p.104) no deja de ser sintética, de un pactismo rayando con la apología entreguista y de acoplamiento intelectual a la organicidad (en sentido durkheimniano) imperial por intermediación de la jurisdicción local (poder autonómico). Es cierto que hay una solución sincrética, pero desde dónde ¿desde la multiplicidad que informa y conforma un estilo (en este caso el vasco) o desde el estilo de lo particular diluido en la multiplicidad formal de universos espacio/temporales (fenoménicos)... SEPARADOS (descontextualizados, sujetos a la visión perpetua del presente), perdidos en sus apariencias (folklóricas)?. La cuestión que plantea Osés sobre la Razón (mayúscula) política como Autoridad (mayúscula) democrática, de reconciliación con el arquetipo del PA(PA)triarca, no tiene desperdicio. El problema de los vascos no es crear un estado, como parece entender este autor, sino destruir los estados que impiden su libre expresión. Parafraseando a Sartre: “Hay un pueblo vasco allá donde sólo hay masas francesas”. ¿Homogeneidad o diversidad? Puede que la respuesta esté inscrita en las variantes existentes entre distintos códigos de información, entre combinatorias diferentes de una misma esencia energético/ material. El problema de Osés es haberse perdido (haber extraviado el hilo –ARI) en el LABERINTO VASCO, haber escuchado los cantos de las sirenas mutantes del IMPERIO de las profundidades y confundir el equilibrio (reequilibrio constante y móvil de la esencialidad unitaria –energética y material) con la apariencia de orden surgido del caos (multiplicidad) de sus formas fenoménicas.

(10) MARI, en Auñamendi, op. Cit., vol XXVI, 1989, p.418. Se hace referencia a esta leyenda recogida en el Livro dos Linhagens de Pedro de barcellos.

(11) F.Ferracuti, J, Léaute, P.Hanke, H.J Horchen y C.Rose, Comisión Internacional sobre la Violencia en el País Vasco, Sección III: “Contener el terrorismo vasco”, DEIA 5 de abril de 1986.

(12) En el sentido utilizado por Balandier de sociedades que “...establecen entre lo real y ellas mismas una relación de equivalencia, su orden y el orden general del mundo son inseparables; se constituyen situándose por comunicaciones y correspondencias múltiples con éste, no se separan de él en el deseo de servirlo mejor. En este sentido, sus teorías del mundo, el hombre y lo social son globales, unificadoras”. Georges balandier, EL DESORDEN: La teoría del Caos y las ciencias sociales. Elogio de la fecundidad del movimiento, Gedisa, Barcelona 1989, p. 144.

(13) El concepto de holograma como representación del universo está sacado de P.K. Dick (Sivainvi, op. Cit., 1988, p.268). “Apolonio de Tiana, cuando escribe de Hermes Trimesgisto dice: Tanto es arriba como abajo. Con lo cual quiere expresar que nuestro universo es un holograma, pero no poseía el término”.
Cuestión también aludida por A: Artaud, Heliogábalo o el anarquista coronado, Fundamentos, Madrid 1972, p.83). O dicho a la manera de Spinoza: “todo cuanto existe expresa de cierta y determinada manera la potencia de Dios”. (Baruch de Espinosa, Etica demostrada según el orden geométrico, Orbis, Barcelona 1984, p.86)

(14) Auñamendi, op. Cit., vol. XXVI, 1989, p.419-420. Esta capacidad de traspasar los condicionantes espacio temporales, de moverse entre dimensiones paralelas, entre los mundos fenoménicos que cubren de apariencias el espacio donde se asienta la eternidad (unidad) del tiempo, es una de las constantes que se dan entre los gnósticos, los alquimistas, los herméticos, en los distintos cultos heréticos, animistas (primitivos). Parsifal, el caballero de la Tabla Redonda que busca el Grial, es representado en la ópera de Wagner (inspirada en el Parzival de W. De Eschenbach) diciendo: PASIFAL: -Sólo me trasladé un poco y, sin embargo, parezco haberme alejado mucho. A lo que responde GURNEMANZ: -Ya ves, hijo mío, aquí el tiempo se convierte en espacio. Ante lo que Dick (Sivainvi, op. Cit., 1988, p.5) comentará que: “No hay camino que permita abandonar el laberinto. El laberinto se muda a medida que se anda por él, pues tiene vida”. Este es el conocimiento del laberinto, el saber que se está en él y que está sujeto a los cambios (apariencias) que en él imprime el tiempo. Un trastrueque engañoso de formas que William Shakespeare conoce perfectamente y pone en boca de las brujas: “-Lo bello es feo y feo lo que es bello; la niebla, el aire impuro atravesamos”; y en las palabras de Hécate la suprema hechicera: “-¡Negros espíritus y blancos, rojos espíritus y grises, liad, liadlo todo vosotros que entendéis! Titty, Tiffin, mantenedla caliente; Firedrake, Puckey, dadle gusto. Liard, Robin, llevadla a ebullición. ¡Y luego
meneadla en todo los sentidos! Echad dentro lo malo, dejad fuera lo bueno”. (Macbeth, Orbis, Barcelona 1983, pp. 48-168 y 169). Una ilusión fenoménica ante la cual Debord manifestará que “Este nes nuestro programa, que es esencialmente transitorio. Nuestras situaciones serán efímeras, sin futuro: pasadizos”

Algo que no es otra cosa que la afirmación que se plasma en el ser sujetos de la propia historia, en el no estar condicionados por las barreras sociales y las ilusiones construidas en el espacio, en el ser los propios artífices de nuestras situaciones y en el conocer la estancia del laberinto para modificarlo a nuestro antojo; en definitiva, “la parte de la creatividad vence siempre a la parte repetitiva” (Guy Debord, Perspectivas conscientes de la vida cotidiana”, en La creación abierta y sus enemigos: Textos situacionistas sobre arte y urbanismo, La piqueta, Madrid 1977, p.217).

II PARTE. EL CIELO Y LA TIERRA (La sabiduría aborigen).

Capítulo I. El cielo. De constelaciones, agricultura y saber astronómico.

1. ¿Qué es la arqueoastronomía global?
2. Leyendas de enfrentamientos entre seres animalísticos, humanos o divinos, como mitos de carácter astronómico.
3. Contenido de pinturas o dibujos como obras de arte de carácter astronómico.
4. Días de fiestas con rituales de carácter astronómico.
5. Resumen de nuestra propuesta de arqueoastronomía global.
6. El calendario “Vasco”.

Capítulo II. La tierra. De piedras, árboles y energías telúricas

1. La cultura megalítica.
2. Lugares energéticos.
3. Cielo y tierra (electricidad atmosférica)
4. El fuego celeste
5. El tiempo del no tiempo
Anexo a la II Parte. La búsqueda del árbol del conocimiento

III parte
En busca de la lengua aborigen
(Siguiendo el rastro del euskera)

El euskera es una reliquia de las antiguas lenguas de Europa occidental, no sólo prerrománica, sino pre-indoeuropea.

Es la única lengua autóctona que ha podido superar las invasiones e influjos culturales de los últimos 3000 años. Los vascos han demostrado una gran capacidad para integrar esos influjos sin perder su personalidad cultural. Constituyen, de hecho, la gran excepción de las leyes de la historia política y cultural de Europa Marija Gimbutas, Civilization of the Goddess”.

Capitulo I
La antiquísima comunidad Cantábrico-Pirenaica

Presumiblemente, los europeos sólo pudieron sobrevivir al frio gacial refugiándose en las zonas donde el clima era algo más benigno; de ellas, las dos más notables estaban una en Ucrania y otra en el sudoeste europeo. Como hemos mostrado una parte considerable de los grupos que volvieron a poblar el oeste y norte del continente después de la glaciación (según la datación genética, hace unos 10.000-15000 años) procedían del sudoeste de Europa, pues los vascos y el resto de los europeos se diferencian geneticamente en solo un 25%” Elisabeth Hamel y Peter Foster. “American scientfic”.

1) LOS ESTUDIOS LINGÜÍSTICOS, GENÉTICOS Y ARQUEOLÓGICOS
CLAMAN A VOCES”

No por azar ni por casualidad, el foco desde el cual se produce la proyección del lenguaje humano, coincide puntualmente con la región en que se gesta el arte paleolítico y la arquitectura megalítica. O, lo que es lo mismo, las primeras manifestaciones culturales de la humanidad “Rivero-Meneses.
La edición española de la revista norteamericana Scientific American Investigación y ciencia), en su numero de Enero del 2003 publicaba un artículo firmado por Elisabeth Hamel (especialista en pre-historia y protohistoria) y Peter Foster (Doctor en biología y profesor de la Universidad de Cambridge) bajo el título: “Tres cuartos de nuestros genes proceden de los protovascos” (este estudio es una parte de los dos que componen “La lengua originaria de los europeos prehistóricos”). En dicho artículo afirman: “Tres cuartos de los europeos proceden, por vía matrilineal, de una población uropea del periodo preglacial y están estrechamente emparentados con los vascos. Muchas lineas genéticas se expandieron después de la glaciación, desde el sudoeste europeo hacia el norte y el este”.

También la revista “Proceedings” del mes de marzo del 2001 afirmaba: “Expertos británicos y norteamericanos han determinado que el cromosoma Y de los primeros Galeses e Irlandeses, es idéntico al de los baskos”.

Todas estas conclusiones, que para much@s resultarán sorprendentes y para otr@s much@s estrambóticas, son las mismas a las que llegó hace veinte años Jorge Ma Rivero-Meneses. La diferencia estriba en que él llegó a esas conclusiones a través de un complejo estudio multidisciplinar, en el que la lingüística comparada actuaba como eje vertebrador de otras muchas ciencias, mientras que ahora se ha llegado a ese mismo resultado descifrándolo a través de la biología molecular. Y otra diferencia importante radica en que desde entonces se le condenó al ostracismo y al descredito científico, mientras que a Hamel y a Foster se les puede leer en “prestigiosas revistas científicas”. A este respecto, y en un artículo del periódico cántabro “Alerta”, del 2 de febrero del 2003, Rivero-Meneses comentaba:
La revista “Investigación y ciencia”, edición española de “Scientific American”, en su número correspondiente al mes de Enero, ha reproducido el artículo (publicado previamente en Estados Unidos, Canada y la mayoría de los países europeos) en el que se da cuenta de los estudios genéticos y filológicos que establecen que Europa tuvo su cuna en el Norte de España, habiéndose proyectado inicialmente por ambas vertientes de los Pirineos. Varias regiones españolas se ven, pues, directísimamente implicadas en esta revolucionaria tesis que supone la rotunda confirmación de las que, en este mismo sentido, vengo defendiendo desde el año 1984 y que he desarrollado hasta la fecha en ochenta libros y en más de medio millar de artículos periodísticos. Asturias, Cantabria, Euskadi, el norte de Castilla y León y de Navarra, prolongándose por el Oeste hasta Galicia e incluyendo por el este a Aragón y a Cataluña (junto con todas las regiones del Sur de Francia) se convierten así, en la matriz de Europa y de cuantos pueblos pueblan este continente”.

Si comparamos ambos estudios, vemos que existe una diferencia entre las tesis de Meneses y las de Hamel-Foster, mientras que el primero situa la matriz de la repoblación humana Paleolítica de Europa en una cultura comun cántabrico-pirenaica, los segundos hablan de “vascones”.

Sobre esta diferencia Rivero-Meneses afirma en el diario “Alerta” del 5 de enero del 2003: “Ha querido el azar que la publicación de ese descubrimiento se produzca un mes después de que yo presentase a la UNESCO, como base de mi propuesta, el libro titulado: “La región Cantabrica-Pirenáica, cuna del lenguaje humano”. En efecto, apoyándome en pruebas arqueológicas y en mis propias investigaciones, vengo defendiendo que la cuna del lenguaje y la civilización se encuentra en el Norte de España y en el Sur del Pirineo, siendo la mayor evidencia de ello el hecho de que la región Cantábrico-Pirenaica se concentren los más antiguos, notables y numerosos yacimientos de pintura rupestre de todo el planeta. Este hecho ha determinado la reciente constitución en el sur de Francia de la asociación “Le berceau du langage” (la cuna del lenguaje), nacida para respaldar y difundir mis investigaciones.

Origen y expansión del arte prehistórico. Mapa extraido de “Euskal Zibilizazioa”. Alfontso Martinez Lizarduikoa.

He debido sufrir casi veinte años de ostracismo por defender la tesis del origen cantábrico de toda la población del continente europeo, probada ahora através de los estudios de biología molecular. Este descubrimiento crucial (calco y refrendo del efectuado por mi hace dos decadas) acaba de publicarse en la revista “Pour la Science”, edición francesa de la estadounidense Scientific American. En ese reportaje se difunden los resultados de sendas investigaciones genética y filológica llevadas a cabo por científicos europeos, de las que se desprende la trascendental conclusión de que la mayoría de los pobladores del continente europeo proceden del Norte de España. Más concretamente del País Basko, aunque no debe concederse mayor importancia a este dato, dado el total desconocimiento que los investigadores de todo el mundo tienen respecto a la extensión de la antigua Baskonia=Bizkaya=Kantabria=Asturia que se extendía desde el Hebro hasta el Cantábrico y desde los Picos de Europa hasta el Pirineo.

A partir de las conclusiones que se desprenden de mis estudios de filología comparada, complementados con investigaciones paralelas en los campos de la arqueología, la historiografía, la etnología, la antropología y la mitología, ya en el año 1984 llegué a conclusiones identicas e incluso más precisas que las obtenidas ahora por los investigadores europeos autores del estudio que acaba de ver la luz en Francia y Estados Unidos. Porque, como acabo de decir, estos investigadores desconocen que el foco de irradiación cantábrico desde el que se produjo el poblamiento de Europa en el decurso del último periodo glaciar, no estaba centrado exclusivamente en el País Basko sino que incluía a Cantabria, Asturias, Nabarra y todas las comarcas septentrionales de Castilla y León, con prolongaciones en ambas vertientes de los Pirineos”.

Y no se queda hay la cosa. Según un reciente estudio, gran parte de los indígenas “americanos” también podrían descender de esta antigua comunidad Cantábrico-Pirenaica. Leamos lo que R. Martínez de Rituerto escribió en el año 2000 en las páginas del periódico El País:
Colón partió de España para descubrir América en 1492, pero no fue el primer vecino de la Península Ibérica en pisar aquel continente. Los primeros habitantes de América, culturalmente emparentados con los que pintaron las cuevas de Altamira, llegaron al otro lado del Atlántico hace unos 20.000 años, según el palenantropólogo Dennis Stanfórd, director del Departamento de Antropología del Museo de Historia Natural de Washington.

Stanford presentó ayer (7-4-2000) su tesis de que los americanos tienen tatarabuelos ibéricos, en un congreso celebrado en Filadelfia por la Sociedad Americana de Arqueología. "Venían de la Península Ibérica, no de Siberia ", dice. Stanfórd ha dedicado su vida de investigador a buscar a los primeros americanos. La tesis convencional señala que los cazadores de mamuts llegaron hace unos 14.000 a América desde Asia, cruzando sobre los hielos del estrecho de Bering para extenderse, con el paso de los milenios, por todo el continente. El que se tiene como el yacimiento arqueológico más antiguo de Estados Unidos se halla en Clovis (Nuevo México), en el suroeste del país, y siempre se ha trabajado en él pensando que, fue un asentamiento de aquellos viajeros asiáticos. Pero si sus ocupantes procedían de Siberia, en Asia debería quedar algún tipo de vínculo.

Los restos de Clovis, imposibles de relacionar con Asia, son a ojos de Stanford indistinguibles de los del período Solutrense que, en su momento más brillante, produjo los grabados incisos y el centenar de pinturas de bisontes, caballos, jabalíes y ciervos de Altamira. Lo que ayer defendió, Stanford es que los cazadores de Clovis derivan de Cactus Hill, donde se han hallado útiles y puntas que son otro calco del Solutrense ibérico, y que esos colonos de Cactus Hill, los primeros americanos, procedían de la Península Ibérica, convertida entonces en un refugio de los europeos que sufrieron la última glaciación.
"Sólo existe una cultura que era capaz de fabricar esas piezas bien pulidas con una tecnología similar: la Solutreuse", señala Stanford. Esta cultura fúe intensamente explotada pm Cromagnones que habitaron la Península Ibérica hace 18.000 años. En las últimas decadas, los científicos han descubierto en numerosos yacimientos de la Península Ibérica, muestras de esta cultura. Puntas de lanza similares a las norteamericanas de la cultura Clovis, han sido encontradas en cuevas de Cantabria, Andalucía y una amplia zona del litoral mediterráneo.

Al margen de las similitudes tecnológicas, Dennis Stanford sostiene que los recientes hallazgos de fósiles humanos en Alaska y en el estado de Washington sugieren que los colonizadores del continente americano proceden de las poblaciones del suroeste de Europa que, paralelamente, también emigraron hacia las áreas más septentrionales de Asia.

El paleoantropólogo de la “Smithsonian Institution” está convencido de que los cazadores y pescadores ibéricos emigraron hacia el norte y el oeste siguiendo el borde de los hielos y que cuando no avanzaban a pie, lo hacían en barca.

El científico del Instituto Smithsonian apunta que las poblaciones ibéricas con tecnología solutrense podrían haber tenido los mismos conocimientos de navegación que los actuales nativos del Círculo Polar. De esta forma, apunta que fueron capaces de navegar hasta América, en embarcaciones fabricadas con pieles de animales, aprovechando una meteorología favorable y las fuertes corrientes.
"Estos antecesores de los españoles podrían haber cruzado el Atlántico en sólo tres semanas".

El quechua, hablado hoy en Perú y Bolivia, tiene más de un centenar de usos gramaticales que aparecen en el euskera. Por ejemplo: el infinitivo de ambas lenguas se forma con el sonido TU.

Algunos datos:

- Los restos arqueológicos que muestran una población estable de individuos a lo largo de decenas de miles de años son un claro indicativo de la antigüedad de dichos pueblos montañeses.

-La denominada Cornisa Cantábrica posee una de las mayores concentraciónes de cuevas (sólo Cantabria tiene censadas 9.000) de Europa (dato muy importante, pues la cuevas constituían un gran refugio durante la glaciación).

-El yacimiento arqueológico más importante del mundo se halla en Atapuerca (Burgos): restos de hominidos de hace casi un millón de años.

-En esta zona norte también se encuentran algunas de las obras más representativas del arte prehistórico mundial (Altamira es considerada la más importante muestra de arte prehistórico universal). Además, si se fuera preciso históricamente, el periodo conocido como “Magdaleniense” debería pasarse a denominar “Altameriense” (denominación desechada por los más de veinte años de injusto descrédito que sufrió Marcelino Sanz de Sautuola al afirmar en el Congreso de Prehistoria de Lisboa de 1880 que las pinturas pertenecían al periodo glaciar).

Sobre las cuevas de Altamira, Manuel Pereda de la Reguera nos comenta:
Las pinturas de Altamira nos ofrecen la cima del arte prehistórico. El hecho de que en la zona cantábrica se alcanzara la meta cumbrera en la evolución del arte prehistórico, es también de trascendental importancia.

Que son las obras cimeras de este arte nos lo confirman Breuil y Obermaier diciendo que “casi todos los problemas que se plantean en un arte que ha alcanzado su punto culminante han sido resueltos en la pintura de Altamira”.
Pero aún más ampliamente claro, es el profesor Pericot (“Sobre el arte rupestre Cantábrico”) que dice “Por rara fortuna, la primera revelación del arte prehistórico cuaternario ha sido y continua siendo la más portentosa, ni en belleza ni en antigüedad nada ha podido desbancar al arte Cantábrico. Con Altamira la pintura alcanzó una cima que no puede ser ya superada, sino sólo ampliada con temas y maneras distintas. Ella representa siempre la madurez genial de un arte primitivo, pero ya perfecto y constituye la prueba más decisiva de que quienes la pintaron poseían una mentalidad semejante a la nuestra, una inteligencia extraordinaria; en una palabra, la chispa divina que hace al hombre un ser que escapa a las ataduras de la materia”.

Como estamos viendo “hay cosas que caen por su propio peso”. Una vez más cedemos la palabra a Rivero-Meneses:
¿No es de la más aplastante coherencia que la cuna del lenguaje coincida exactamente con la región en la que se gesta la pintura, la escultura, la arquitectura y, por consiguiente, la cultura y la civilización humanas? ¿No es abrumadoramente evidente que si la pintura, la escultura y la arquitectura comparten una misma cuna, sea ésta a su vez la que viera nacer las restantes manifestaciones culturales humanas, imposibles de documentar hoy por el hecho de que no fueran plasmadas sobre materiales imperecederos como la piedra?

¿No cae por su propio peso que fueron aquellos mismos pueblos del Norte de España y del Sur de Francia que acuñaron sobre piedra las primeras manifestaciones culturales que nos son conocidas, quienes crearon la Música, la Tragedia o la Poesía? ¿O es acaso concebible que quienes pintaron Altamira o Lascaux no poseyeran el nivel intelectual y artístico necesario como para componer melodías o poemas que, sin la menor duda, estarían a la altura de las magistrales composiciones pictóricas que nos han legado?

Y si el más elemental sentido común nos enseña que los hombres del Paleolítico Superior poseían ya un lenguaje cuyo nivel de desarrollo era, como mínimo, similar al de sus creaciones artísticas, ¿no resulta meridianamente obvio que la matriz del habla humana tiene que hallarse -necesariamente- en la misma región en la que -por espacio de decenas de miles de años- se desarrollara la más antigua civilización conocida, al tiempo que -con abismal diferencia respecto a las demás- la más longeva?

Por otra parte y no existiendo indicios en ningún otro lugar del mundo, de una cultura que hubiera podido servir de modelo a la gestada por los cromagnones cantábricos y galos, ¿no tenemos elementos de juicio más que suficientes para deducir el carácter autóctono de estos pueblos y, por consiguiente, de la lengua por ellos creada?

Y si es manifiestamente obvio que la primera cultura de la Tierra -o, lo que es lo mismo, la primera Civilización digna de tal nombre- se fragua a orillas del litoral Cantábrico ibérico y en la región gala que se extiende entre el río Dordoña y el macizo de los Pirineos, ¿quién podrá rebatir con argumentos científicos de una mínima entidad que el lenguaje humano nació exactamente en el mismo punto en donde se forjan el Arte y la Cultura humanas?

¿No es una verdad indiscutible que la evolución intelectual del ser humano ha seguido un proceso paralelo al de la evolución del lenguaje con el que construía y expresaba sus ideas? ¿Y no es igualmente incontrovertible que el artista que pintó los bisontes de Altamira, tenía que poseer -inexcusablemente- un alto grado de desarrollo intelectual? De donde se deduce que si,efectivamente, poseía ese elevado coeficiente intelectual, tenía que poseer, a la fuerza, un lenguaje altamente evolucionado. Porque resulta risible y al propio tiempo patética, las ideas que las nefastas películas sobre la Prehistoria han inibuicío a la sociedad, respecto al salvajismo y brutalidad de los hombres y mujeres que vivieron en las cuevas del Norte de España y del Sur de Francia, poniendo los cimientos de la civilización de la que, todavía hoy, somos hijos y beneficiarios.

Las investigaciones sobre los orígenes del lenguaje, que vengo desarrollando desde el año 1984, han corroborado abrumadoramente todos estos extremos que acabo de dejar expuestos, pudiendo demostrarse, inapelablemente, que la Lengua Baska que todavía se habla en el Norte de España y en el Sur de Francia es, con enorme diferencia, la que más fiel se ha mantenido al lenguaje de las gentes que protagonizaron el alumbramiento de la cultura en ese mismo ámbito geográfico. Y esto es perfectamente constatable hoy, tanto merced al estudio de dicha lengua como ahondando en el estudio de los nombres geográficos del área cántabricogala o galocántabrica”.

Por su parte el santanderino M .Pereda de la Reguera afirma “Son importantes las investigaciones que han aludido a las raices paleolíticas del vascuence, como el profesor Fc. Hawkes, en su “Prehistoric Foundations of Europe”, que recoge Tovar, a la par que cita el planteamiento hecho por algunos antropólogos como R. Lafón, de la posibilidad de relación del vascuence con el período azilense, y expresando que se comprende que no faltan quienes pretenden señalar en el magdeleniense los origenes más remotos del vascuence, como Fouche y Boseh, quién dice que “la cultura pirenaica debio formarse sobre un “substratum” muy primitivo que se halla en la misma base de la lengua eusquera y que representan acaso nombres de lugar a lo largo de todo el macizo cántabro- pirenaico”. “Cantabria raiz de España”

Del libro “Euskal Zibilizazioa”, de Alfontso Martinez Lizarduikua, extraemos está comparación de mapas. El primero nos muestra las cuevas con arte prehistórico en la zona que nos ocupa y el segundo la zona con toponimia claramente euskérika. Vemos como la zona de ambos mapas coinciden en una grandísima parte.
Incluimos a continuación un artículo de Victoria Cabrera y Federico Bernaldo de Quirós, directores de las excavaciones de la Cueva del Castillo, en Puente Viesgo (Cantabria). Fue publicado en un especial de National Geographic titulado “La evolución del hombre (sic)”.

HACIA UNA MENTE SIMBÓLICA”

Las excavaciones realizadas (en la Cueva del castillo) a principios del siglo XX por Hugo Obermaier y Henri Breuil, bajo los auspicios del Instituto de Paleontología Humana de París, ofrecieron una amplia y completa secuencia estratigráfica de todo el paleolítico medio y superior, la mayor de Europa.

Las excavaciones realizadas desde 1980 se han centrado especialmente en una etapa crítica para la humanidad, la que abarca los últimos neanderthales y la llegada de los humanos modernos. A lo largo de los últimos veinte años se han investigado los vestigios de hace entre 50.000 y 36.000 años. En esta franja cronológica se observan las primeras muestras de mentalidad simbólica. En un nivel de ocupación neandertal de unos 50.000 años de antigüedad, apareció un canto de cuarcita tallado, en cuyo córtex se aprecian cinco cavidades rítmicas, realizadas intencionadamente y sin utilidad práctica alguna.
Unos 10.000 años más tarde, otro grupo humano abandonó el extremo de un hueso largo utilizado como cincel, que presenta en el borde izquierdo una serie de trazos cortos, realizados con buril y repetidos rítmicamente. Por último, el nivel auriñaciense de hace 38.500 años, está proporcionando al equipo de excavación auténticas joyas de arte mueble de una antigüedad insospechable.

Estos avances humanos, tímidos pero seguros, coinciden también con el inicio de la expresión simbólica. Así lo atestigua el hallazgo que tuvo lugar en 2001, en las capas de 45.000 a 50.000 años de antigüedad, de un artefacto de cuarcita en el que se habrían practicado cinco pequeños impactos cincelados, o cúpulas, cuatro alineados y uno opuesto, claramente intencionales y con una estructura rítmica. Curiosamente en el nivel 20c, de hace unos 45.000 años, se halló un premolar de neandertal adulto entre restos de cenizas y carbón, residuos de hogares de más de un metro de diametro.
En el nivel 18c, correspondiente al auriñaciense (...) han aparecido motivos simbólicos sobre un pequeño fragmento de cincel y sobre un hueso. Varias dataciones de las muestras recogidas en las distintas campañas, a profundidades diferentes y en puntos diversos, ofrecieron un promedio de 40.000 años de antigüedad, la fecha más antigua para el comienzo del paleolíotico superior en Europa occidental. Las primeras dataciones, publicadas en 1989, inauguraron un apasionado debate científico que todavía sigue abierto en nuestros días, ya que hasta esa fecha la comunidad científica situaba el inicio del paleolítico superior en Europa hace sólo entre 35.000 y 30.000 años.

En el nivel correspondiente a los 38.500 años salieron a la luz tres dientes de dos individuos infantiles de diferente edad, de atribución incierta y dos piezas de arte mueble con grabados muy definidos. Una de ellas constituye un descubrimiento excepcional por su rareza: se trata de un hueso de ciervo con el cuarto delantero de un cuadrúpedo grabado y tal vez pintado. Por la datación media del nivel, se trata de la primera muestra de arte naturalista de Europa occidental. La otra pieza, que parece tener una simbología femenina, es un segmento de arenisca recortado en forma triangular y en el que aparecen grabadas una serie de lineas profundas que parecen representar el sexo femenino.

Este tipo de representaciones se encuentran en antiguos paneles de arte rupestre” Para Rivero-Meneses esa “serie de lineas profundas” representan dos antiquísimas letras, las más antiguas halladas hasta ahora. Así en la revista “Los Cántabros” (verano 2004) comenta: “ [...] Aunque un segmento del trazo izquierdo de la A del amuleto de El Castillo aparece parcialmente borrado, el hecho de que la incisión llegue hasta el borde mismo del triángulo, prueba que la letra fue grabada completa. De todos modos y si no hubiera sido así, seguiríamos estando ante la representación de una A. Porque en la escritura ibérica y por mor de la perdida de ese mismo trazo izquierdo, nos encontramos con letras A que se asemejan a un 4 ligeramente inclinado. De hecho, el numero 4 es una A mayúscula privada del tramo final de su trazo izquierdo.

En otro orden de cosas, el hecho de que la línea horizontal que divide la A en dos mitades, rebase el trazo derecho, no solo es común en el diseño del numero 4 sino que encontramos A con esas mismas características en la escritura ibérica. Las personas interesadas en efectuar esta verificación, podrán comprobarlo en las inscripciones de Bemsafrim y de la Piedra de la freguezia de Ourique.

La A del amuleto triangular de El Castillo, en suma, es una A perfectamente homologada y plenamente integrada en el contexto cultural ibérico. Tanto, que podría pasar por una letra de la escritura ibérica..., si no fuera porque es algo así como ¡35.000 años! más vieja que sus modernisimas descendientes.
¡Qué antigüedad no tendrá el lenguaje humano, por consiguiente, cuando vemos que hace ya 40.000 años existían letras perfectamente configuradas y que han permanecido invariables hasta nuestros días!

Sin duda no existían todas las letras que hoy conocemos cuando la A de El Castillo fue grabada, pero no abrigo ni la menor duda de que el alfabeto que conocían los habitantes de Kantabria hace 40 0 50 mil años, tenía ya decenas de miles de años de antiguedad. No es, pues, la primera palabra de la Historia la que he descubierto. Es una urna de las muchas que sin duda ya habían sido escritas con anterioridad a ella.

Futuros hallazgos lo irán confirmando.
En el único esquema filológico que acompaña a estas paginas, fruto de mis investigaciones para reconstruir la forma como se produjo el nacimiento del lenguaje, destaco los fonemas A y B como primogénitos del lenguaje humano. Y, junto a ellos y habiendo seguido una evolución distinta a la de vocales y consonantes, señalo a la conjunción de las vocales I + A como la raíz de varias consonantes que de ellas se han originado. En seguida conoceremos la trascendencia de este hecho, aunque antes de seguir adelante, considero obligado decir que el esquema en cuestión -que he mantenido en secreto por espacio de veinte años- constituye el cimiento mismo de la ciencia filológica. Sin ese esquema, sin conocer la forma como han evolucionado los sonidos o fonemas y, por ende, las letras que los representan, no hay Filología posible. [...] Esquema manipulado “chapuceramente” por “la cresta de la simiente” La Filología, como tal ciencia, ha nacido con el que he denominado “Esquema de la derivación de las consonantes. [...] Una ciencia que nos permite reconstruir la forma como ha nacido el lenguaje humano y que, además, nos ayuda a saber qué idiomas son más antiguos que otros y, por ende, qué pueblos se han derivado de otros. De dónde resulta que merced al esquema aquí reproducido, la Filología puede recorrer, respecto a las palabras, un camino de investigación similar al que la Genética recorre merced al estudio del ADN. Con la particularidad de que las conclusiones de la primera resultan ser tanto o más incontrovertibles que las que aporta la segunda. Por eso y gracias a que he logrado construir ese esquema, sé con absoluta certeza que la lengua latina es la más moderna de las lenguas romances. [...]

Pues bien, la palabra que vemos reproducida en el triangulo de “El Castillo” es IA, pronunciada de este modo o con cualquiera de sus equivalentes: YA..., LLA..., JA... o GA. Porque debemos partir del principio axiomático de que la proliferación de sonidos y, por consiguiente, de letras, del lenguaje que hoy conocemos, es extraordinariamente moderna. Si retrocediésemos en el tiempo, iríamos viendo como fonemas y letras se reducen, hasta quedar reducidas a la mínima expresión ya señalada:
ba/ya/baya... Es, pues, absolutamente indiferente que pronunciemos ya/ia/lla/ja. Es indiferente, porque los matices de articulación que existen entre unos y otros sonidos son mínimos, casi imperceptibles. Y, además, relativamente modernos. Quiero decir con ello, que las palabras que hoy empiezan con esas raíces ya/lla/ja son derivaciones de otras voces más antiguas en las que no existía esta multiplicidad. De dónde resulta que todas esas palabras, nacidas de la misma, comparten significados análogos como denominaciones que son del la vulva y vagina de la mujer. Y..., ¡Cómo olvidar, a este respecto, las prodigiosas representaciones de éstas que encontramos en algunas cuevas cantábricas! [...]

El autor de este amuleto labró un triangulo como símbolo de la bulba femenina y, no satisfecho con ello, grabó en él la palabra con la que se designaba a ésta. Con la que se designaba...y, de hecho, sigue designándose. Porque son legión en todas las lenguas las palabras derivadas de ya-/lla-/ia-/ja-/ga-/ referidas al sexo femenino y/o a la propia actividad sexual. De dónde se deduce que para corroborar cuanto estoy afirmando, no tenemos necesidad de remitirnos a lenguas antiquísimas o a idiomas hablados hoy en regiones remotas. Nos basta con dirigir la mirada hacia nuestro propio entorno idiomático, para descubrir términos como eyacular... ¿Qué es eyacular?.

Pues, lisa y llanamente, depositar el semen en la vagina femenina. Bagina o vagina a la que, sin la más mínima duda, se conoció otrora como yaga=yaka=yako=yaja=yaya. Y de ahí que sea yaya el nombre catalán de las abuelas, como homenaje a la mujer en cuya matriz tiene su raiz una estirpe
familiar... De ahí el nombre castellano de las llagas, como aberturas en la piel que recuerdan enormemente a la abertura de la bulba... [...] y de ahí el verbo yacer, que no significa acostarse para dormir, sino acostarse para eyacular. […]
El propio término hacer que aún sigue vigente en la locución hacer el amor, es un derivado de yacer. Porque la consonante h suple siempre a una consonante perdida. Y es que la acción por antonomasia es la fornicación, concepto este al que todavía seguimos designando como el acto sexual...
¡Ay el antiquísimo nombre de ojal femenino...!
Algo tiene que ver cuanto acabo de desvelar con el nombre del mítico Patrón de España, pero no es este el momento de entrar en ese asunto. Como tampoco podemos extendernos ahora en recorrer todos los términos vascos surgidos de la radical ya-=ja- y cuyo significado tiene un carácter sagrado.
Empezando por Jainkoa (Dios-a). O jayera (devoción). O jaurestu (adorar). Adorar... ¿a quién? A la divinidad, por supuesto, pero antes que a ella y por encima de ella, al órgano genital femenino.

Aquel al que recuerdan las palabras baskas: jaio (nacer), jario (flujo), jarian (manar), jator (fértil), jatorri (genealogía, origen, linaje...)”
Jorge Maria Rivero Meneses. Revista “Los Cántabros” (A todo esto nosotros añadimos que en el euskera de las estelas neolíticas Jaune es “señora”, posteriormente se invertiría este significado) Kaló (gitanos): Janrelle (organo genital), jalar (amar, querer, hacer el amor), jallipí (deseo, apetito sexual),
jalenar (enamorar), jalí (amor, atracción, deseo), jabe (agujero), jabillar (penetrar).

Quechua (Perú y Bolivia):: Yaka (vagina), yaikuy (penetrar), yaikuna (puerta), yaku (jugos y fluidos), yajuy (copular), jasaiak (mujer embarazada), jaspa(vello rizado)

2) RASTROS DEL EUSKERA EN EUROPA OCCIDENTAL
(Derrumbando el mito del latín)

Y es que, aceptando como un dogma sustentado exclusivamente en el testimonio de los Doctores de la Iglesia, nadie se ha tomado la molestia de investigar, científicamente, si tenía o no tenía algún fundamento la supuesta maternidad del latín sobre las lenguas del Occidente de Europa. Nadie lo ha investigado pero hay que reconocer en honor a la verdad que han sido varios los autores franceses y españoles de los siglos precedentes, ilustrísimos y notables todos ellos, que han defendido la misma conclusión a la que yo llegara antes de tener conocimiento de su existencia: la lengua latina fue estrictamente una lengua literaria y eclesiástica, que jamas se ha hablado en país alguno, incluida la misma Italia. No es pues, lengua madre sino, simplemente, hermana. Y hermana pequeña además” Rivero-Meneses

Capítulo II

Siguiendo el rastro del euskera por la península ibérica
Creemos, no obstante, que la lengua que hablaba el primitivo pueblo cántabro, tenía mucho de común con la de los demás pueblos de la costa cantábrica, y aún del resto de España, y que ésta se ha conservado, por sus circunstancias históricas, solamente en los territorios que constituyen las provincias Vascongadas. Esta es, a nuestro juicio, la única razón de que encontremos en Cantabria voces, principalmente topónimos, restos indudables de la primitiva lengua, que hoy identificamos con otros del idioma que, por la zona de supervivencia, denominamos vascuence.(...) En nuestra península y más concretamente en la costa cantábrica a que nos referimos, no podía existir en una misma época una lengua diferente en cada región, aunque éstas tuvieran diferencias dialectales como ocurre hoy con el vascuence actual, en el que son más de una veintena las variantes dialectales que se conocen correspondiendo a diferentes zonas de su territorio.” Manuel Pereda de la Reguera. “Cantabría raiz de España”

Esta hipótesis que vamos a intentar demostrar no es nueva, sino poco conocida o más bien “despreciada”. Nosotros simplemente la retomamos y le añadimos nuevos datos. Comencemos con un pequeño repaso histórico a través de las palabras que el santanderino Manuel Pereda de la Reguera dejó impresas en su libro “Cantabria raíz de España”:
El que la lengua que hoy denominamos vascuence fuera general en la España primitiva ha sido sostenido, con mayor o menor fundamento y propósito, por muy diferentes historiadores de anteriores épocas. Entre ellos pudiéramos citar a Garibay y Zamalloa, que en su “Dialogo de las lenguas” decía, que son muchos los que creen que “la lengua que usan hoy los vizcainos es la antigua España”: Josefo Escalifero dice: “En las lenguas de Europa”, que se usaba en estas regiones antes de la romanización.Beuter, en “La crónica Aragonesa”, Marineo Siliciano, en “La historia del antiguo lenguaje”, o Francisco Javier de la Fuente, en “La España primitiva”, dicen también que esta lengua fue la primitiva de España. Igualmente, Peralta Barnuevo en la “Historia de España” insiste en que “no puede dudarse que fue la primitiva y universal lengua de españa”, lo que también afirma en análogos términos el P. Moret en sus “Investigaciones históricas” y en “Anales de Navarra”.

Del mismo modo lo afirman Pedro Salazar de Mendoza y Rodrigo Méndez Silva en su “Población de españa”, y los vascongados Andres de poza, en “La antigua lengua poblaciones de España” (1585). Baltasar de Echave y Antonio Navarro de Larrategui, en su “Epítome de los Señores de Vizcaya”, impreso en Turin en 1620, y el padre Mariana en su “Historia General de España” o en la “Inquiridión de los tiempos”, de Fray Alonso de Venero”.

Incluimos a continuación dos estudios recientes que abonan estas tesis. Uno referente al lenguaje ibérico-tartésico y otro que trata de descubrir la multitud de raices euskerikas que posee el castellano.

1) EL DESCIFRAMIENTO DEL IBERICO-TARTÉSICO
Extractos de “El Origen de los vascos y otros pueblos mediterráneos” Antonio Arnaiz y Jorge Alonso Desde hacía muchos siglos eran conocidas en la Península Ibérica y Francia una serie de inscripciones misteriosas que recibían el nombre de "ibéricas" por considerarse pertenecientes a este pueblo pre-romano; con posterioridad se descubrieron otros textos redactados en un alfabeto distinto, al que se denominó meridional o "tartésico". La contribución de diversos filólogos, fundamentalmente la de Gómez-Moreno (25), supondría el conocimiento de los valores fonéticos de aquellos signos. Un importante paso para averiguar el contenido de una lengua sobre la que se habían adelantado varias hipótesis. Para la mayoría de los investigadores, el "ibero" y el "tarteso" eran idiomas distintos. El "ibero" podría traer sus raíces del Cáucaso, África, Armenia, etc. El "tarteso" se consideraba un habla emparentada con las indoeuropeas, posiblemente al jónico o al tirseno. Jorge Alonso se interesó desde muy joven por la cultura tartésica, y muy especialmente después de su estancia en la Base Naval de Rota, donde examinó diferentes restos tartésicos, y dedicó no pocos esfuerzos al estudio de esta civilización. Asimismo, en los múltiples viajes al norte de África, convencido del parentesco del ibero y el bereber, se decidió a centrarse en el "vasco- iberismo". La vieja hipótesis para el desciframiento del ibero mediante el idioma euskera, que no se encontraba ya en su mejor momento, pues el grueso de los especialistas sin avance alguno la consideraban un instrumento trasnochado. Habían sido muchos los investigadores que no lograron encontrar las conexiones entre ambas lenguas, y consecuentemente la ciencia filológica acabaría desviándose por otros derroteros menos lógicos. Trabajando desde el "vasco-iberisino" durante cierto tiempo, la interpretación de diversas frases funerarias daría las claves necesarias para penetrar en el fascinante mundo de los iberos y los tartesos (...) Durante varios años Jorge Alonso recorrió la mayor parte de los poblados ibéricos y tartésicos, recogiendo la información escrita que se guardaba en bibliotecas y museos, y familiarizándose con los restos materiales de estas culturas. Así se obtuvo el imprescindible flujo de inscripciones para cualquier trabajo en este campo, consiguiendo superar las pequeñas dificultades que siempre presenta el manejo de los alfabetos antiguos, con proliferación de caracteres con el mismo valor fonético.

Asimismo, se recopiló el máximo de literatura sobre los desciframientos de idiomas en los últimos años "hitita" y "Lineal B", reflexionando detenidamente sobre la eficacia de métodos como el criptográfico y combinatorio. Finalmente, Jorge Alonso enfocó sus esfuerzos en la búsqueda de una metodología que permitiese entrar en la fortaleza ibérica. Y después de no pocos ensayos y dudas, centró su estudio en las frases funerarias, con la esperanza de que se dieran las condiciones que había observado en la epigrafía de las tumbas etruscas, que contienen casi siempre las mismas palabras, y son muy reiterativas en las expresiones. Un ejemplo de lo que ocurre en nuestros propios cementerios, donde las dedicatorias son muy semejantes en sus referencias y redacción. Trataba así de sor tear una de las principales
dificultades que ofrecían los escritos ibérico-tartésicos: la separación de vocablos, que enmascara el comienzo y final de las palabras. Más tarde harían acto de presencia otros inconvenientes no previstos, como que algunas consonantes conllevaban vocales que no se escriben o que los escribas redactaban de oído. Del gran número de textos, que se suponían funerarios a priori, se eligieron una quincena, donde a simple vista se adivinaban varias palabras semejantes.

La Escritura ibérica La transcripción al alfabeto latino de varias donde aparecen los vocablos "BALCE" y "ATIN" es la siguiente:
BALCEATIN
BALCEATINTAE
BALCEKALDUR
ATINBELAUR
BALCEATINOE
BALCEATINISBETARTICEREBANEN

No resultó especialmente difícil identificar en euskera los vocablos BALCE y ATIN que se repetían en las frases. BALCE (ibe) la comparé con BAL (vas) = "charca de agua", pero relacionado además con "BALTZ" (vas) ="negrura". Tampoco la segunda, en su raíz ATE (vas) ="Puerta", "Salida", que en este caso se hallaba declinada ATE-AN (vas) ="En la puerta". Algo más de tiempo llevó descubrir que ATEAN era uno de los nombres que usaban los pueblos hispanos pe-romanos para denominar la "sepultura". Según se desprende de los ahora numerosos textos descifrados, las gentes ibéricas creían que su espíritu, al depositarse el cadáver en la tumba, viajaba por el mundo subterráneo hacia un lugar más allá del "río de fuego", donde encontraba cierta morada junto a sus antepasados. De ahí que la sepultura era la "puerta" por donde iniciaba el viaje hacia su destino final. Poco a poco se reconocieron entre los distintos epígrafes otras equivalencias del léxico euskera, así como verbos, pronombres, artículos, numerales, que confirmaban la hipótesis del parentesco vasco-ibérico. Según se disponía de vocabulario seguro, es decir, perfectamente probado en diferentes textos, se acometían párrafos más amplios y más complejos. La interpretación de las frases arriba indicadas queda de esta manera:
(...) Uno de los momentos más significativos del proceso de desciframiento fue la interpretación de una pequeña frase de la lista de Hubner, en su “Monumento Linguas Iberica”. Sorprendentemente se trataba de una pequeña “Piedra de Roseta” que había pasado inadvertida para los investigadores, no obstante de haber sido publicada en el siglo pasado. La primera parte de este epigrafe funerario estaba redactada en la tín, y encabezaba una frase bilingüe en una lápida funeraria que dice así:
-HEIC. EST. SIT (latín)
-ARE. TACE. CE(NN) SAKARILN (ibero)
(...) La escritura "tartésica", considerada durante muchos años distinta de la ibérica, constituye otra de las sorpresas del desciframiento. Al igual que con el alfabeto levantino, Gómez-Moreno (25) determino el valor fonético de los caracteres de estas inscripciones meridionales tartésicas, semejantes pero diferentes a las ibéricas utilizadas en la franja mediterránea. Muchos de sus textos, redactados una línea en una dirección y la siguiente en la contraria, aparecían en el sur de Portugal, y casi siempre en lápidas sepulcrales; pero también se conocían epígrafes procedentes de Andalucía y plomos en comarcas mucho más al Este, en Castilla-La Mancha y Valencia. El historiador A. Schulten, estudioso de la civilización tartésica, identificó estas inscripciones con el tirseno, una variedad de la lengua griega.

Se basó en la identidad entre la frase tartésica "NARONABAGEON", repetida en el ritual religioso meridional, y la frase "ZARONAI", que se leían ambas con facilidad en una losa de la isla de Lemmnos, en el Egeo. El investigador alemán, que discrepaba de la interpretación de los lingüistas hispanos, leía mal el abecedario de las estelas portuguesas. Y la pretendida relación filológica carecía de fundamento.

Sí tienen absoluta correspondencia con el euskera con el significado de "EN ESTE LUGAR (SE) CONCEDE BUENA ACOGIDA" o "LA VOLUNTAD DEL CIELO", y está dentro del léxico funerario ibérico. Llave que ha servido igualmente para abrir la caja de los secretos lingüísticos de la lengua que habló el famoso imperio de Tartesos. Como en el caso levantino, las hipótesis sobre la personalidad de aquellos textos estaban equivocadas. Hoy se puede asegurar que, frente a todo pronóstico, esta lengua no es indogermánica, y se encuentra también emparentada con el vascuence. De acuerdo con el método seguido anteriormente, se tradujeron las diminutas inscripciones grabadas en los ajuares funerarios. He aquí algunos ejemplos: (...) De acuerdo con el progreso en el desciframiento de la lengua ibérico-tartésica, se fue confeccionando un diccionario que ha servido de ayuda durante todo el proceso de traducción, que ha durado varios años. (...) El número de inscripciones contabilizadas en la actualidad supera el medio millar, aunque muchas de ellas están en mal estado, mutiladas, o son básicamente iguales, por su contenido, a otros textos. Su procedencia se distribuye por las provincias andaluzas, Extremadura, Castilla-La Mancha, Valencia, Murcia, Aragón, Cataluña, Navarra, etc. Pero también las hay en algunos departamentos de Francia, Portugal, Italia y el norte de África.

Grabados en plomos, bronces, cerámica y piedra, pueden datarse desde los siglos m-v a. de Cristo hasta nuestra era, pues varias vasijas de Tarragona mencionan a los cristianos. Sin duda alguna, el idioma ibérico particularmente se mantuvo vivo hasta bien entrada la civilización de Roma en la mayor parte de la Península. Milagrosamente, el habla euskera, del mismo tronco que el ibérico-tartésico, conseguiría sobrevivir al amparo de los bosques, las montañas y las regiones alejadas de las principales calzadas. Un fenómeno lingüístico de los más increíbles que haya conocido la humanidad, pues este idioma puede acreditar, con los testimonios históricos de Estrabón, ocho milenios de existencia. Con él han cobrado sentido los cientos de documentos redactados en bronces, lápidas,plomos y cerámica, que aportan multitud de noticias de la Iberia pre-romana. Pero no es menos importante que gracias a ese tesoro filológico se podrán descifrar otras lenguas consideradas como muertas: el etrusco, osco, minoico, en muy breve plazo. Y todo ello sin apartarse una línea del "hecho científico", pues el parentesco de los descendientes de la cultura neolítica sahariana se conserva aún lo suficientemente próximo como para jugar el papel de un posible texto bilingüe. Una opinión que ya ha probado reiteradamente su eficacia, con doscientas traducciones susceptibles de comprobarse de principio a fin, por lo que merecen la consideración de argumento válido.” Antonio Arnaiz y Jorge Alonso

2) LA CULTURA IBEROEUSKÉRIKA

Reproducimos a continuación la introducción que Francisco Berlanga García hace a su libro “Apellidos Iberoeuskericos” así como la interpretación que hace del apellido “Aguirre”, como ejemplo de su sencillo método de trabajo.
Normalmente se confunden los apellidos euskéricos con apellidos vascos. Apellidos vascos son apellidos que abundan en Vascongadas, y que hace unos 150 años, por ejemplo, en su mayoría eran euskéricos. Apellidos euskericos son aquellos apellidos formados por palabras del idioma euskera.

Estos apellidos están por toda España. A veces muy camuflados.
En España llevamos más de 2.000 años de antiiberismo, con una adoración a lo latino casi enfermiza, por ello resulta muy dificil comunicarnos con otras personas, especialmente de mente latina, cuando hablamos de lo ibérico o de lo euskérico, o como en este caso de apellidos iberoeuskericos. Lo de ibero es porque estos apellidos se dan en la península ibérica, y lo de euskéricos, porque el idioma en que estos apellidos tienen sentido o significado es en el idioma euskera.

Una vez fuimos a San millán de la Cogolla, y leímos en un libro que se desconocía el significado de la palabra Rioja. Por otra parte Rio Oja es un rio de esta comarca a la que da nombre.

A nosotros nos resultó muy fácil deducir el significado de Rioja, o mejor Rio Oja y creemos que lo puede resolver cualquier niño de la escuela si su mente no está deformada por falsas ideas que toma como ciertas y seguras. La dificultad la hemos creado nosotros con la afición a los mitos. Así en el mundo del significado de las palabras fue un mito San Isidoro de Sevilla. En tiempos modernos el mito fue Menéndez Pidal y recientemente lo fueron Tovar y Michelena entre otro. Como tales mitos que son, resultan infalibles, por lo tanto hay que acatar lo que dijeron. Así dijeron que los valencianos y por ahí eran iberos, que los gallegos eran celtas (San Isidoro pensaba eran de origen griego), los asturianos ligures, unos andaluces eran tartesos, otros andaluces, portugueses, extremeños, los catalanes fenicios o griegos, los vascos llegaron en una nube de nadie sabe donde. Pero si había dos cosas claras: ni los vascos son iberos, ni el idioma euskera es ibero.

Nosotros, que no sabemos ni de euskera ni de latín, ni de estas cosas no entendemos nada de este lio, pero como buen ibero que somos, tenemos fe ciega en nuestros mitos y en su sabiduría. Si ellos dicen que el idioma euskera no es ibero y que los vascos no son iberos, pues no son iberos. Si nosotros no entendemos nada de esta mezcla extraña es por nuestra ignorancia; además sin saber latín no tenemos derecho a pensar.

Con este lio estaba nuestro cerebro, cuando cayó en nuestras manos un papel que escribió un científico alemán, se llamaba algo así como Heisenberg. Fue premio Nobel de Física. En aquel papel leímos lo siguiente: cuando leas o escuches algo que no entiendas puede ser por una de estas dos cosas: a) “que sea mentira” o b) “que la persona que lo cuenta no lo entienda”.

Esto echó por tierra todo nuestro andamiaje sobre los mitos. Es decir: fuera la infalibilidad de los mitos aunque sean muy sabios.
Desde entonces hemos tomado como un principio básico que la verdad siempre es sencilla.
Fue por esto por lo que compramos un diccionario de Azkue, pues resultaba sencillo entender que era un gran trabajo y además honrado.

En él leimos que en euskera para decir frío se usa la palabra otz y para el frío la palabra otza. Si bien como en lenguaje romance no está la grafía tz, sonido parecido al de la ch, frio se había escrito: oz, oiz, hoz, hoiz, fos, foz, foiz, ox, jos, joz y el frio se había escrito: osa, oza, ozza, ocha, oja, oya, olla, uecha, huecha, entre otras formas. (el lector deberá recordar que estos detalles estan escritos).

De esta manera tan sencilla Rio Oja o Rio Otza significa El rio frío. Resultado por otra parte muy correcto para dar nombre a un rio, pues hay lugares que en romance se llaman Rio Frío y El Río Frío.

Si no fuera pedir demasiado al lector le diríamos que en palabras euskéricas que empiezan por i, como ibar-vega, ibai o ibei-río, iturri-fuente, en composición, palabras un poco largas, suelen perder la i inicial. Así Barosa, pueblo de La Coruña, significa La vega Fría. El apellido euskérico Baroja también significa La Vega Fría. Conocemos el pueblo llamado Baroja en la provincia de Alava y está en una vega.

En la provincia de León, sobre el año 881, Ranulfo habló con Ordoño en el valle del rivo ozza, El Río Frío.

¡Sí! El científico alemán tenía razón la verdad siempre es sencilla.
Estimado lector, cuando leas esto, sigue el consejo y desconfía y no estimes lo que no entiendes, pues será mentira o quién te lo cuenta no lo entiende.
No demostramos el significado de los apellidos que vamos a enumerar a continuación. Únicamente lo haremos de algunos apellidos corrientes como García o Aguirre, por ejemplo. Los apellidos que vamos a traducir al castellano son palabras sacadas de nuestra original CULTURA IBEROEUSKÉRIKA, que es donde intentamos dar explicación a estas cuestiones. Este original está sin publicar, pues nuestra economía no lo permite. A los organismos oficiales de Madrid, cuando oyen la palabra euskera les da un telele. Si es académico es incluso grave. A los vascos también les da un telele, si bien es por la palabra España. Algún académico, nos han dicho, que hasta se ha puesto verzoso, si bien pensamos que querrán decir verdoso.
La mayoría de estos apellidos los hemos tomado de las guías telefónicas de Vizcaya y de Cantabría.

Otros apellidos los hemos oído en la radio o televisión o leído en la prensa. No mencionamos ni los apellidos romances ni los apellidos euskerikos que su solución es inmediata. Si lo hacemos con algunos apellidos euskerikos que pensamos no han sido correctamente interpretados, como ocurre con el apellido Aguirre”.

AGUIRRE-AGARRE-AGUERRE-AKERRE-AKELARRE

Ya habíamos observado en otros capítulos que la silaba la es muy poco estable y puede perderse en palabras de tres o más sílabas. Así los 20 pueblos españoles llamados San Payo son equivalentes a los 30 pueblos llamados San Pelayo, pero no se nos había ocurrido relacionar este hecho con la sílaba la de Akelarre. La solución llegó en un momento triste y sin ninguna relación aparente. Fue cuando la explosión de gas en una escuela de Ortuella, Vizcaya. Oímos decir que estaba cerca de Repega. No entendimos bien y tuvimos que preguntar de nuevo y con dudas escuchamos Repelga. Notamos que casi nadie decía Repélaga. La mayoría decían Repelga y algunos Repega, si bien no eran conscientes de su abreviatura, ya que todos entendían Repélaga, pues al insistir en que repitieran lo hacían bien. No podemos saber por qué mecanismos del cerebro, se nos ocurrió pensar que Akelarre podía pasar a Akarre y perder la sílaba la. Por ello volvimos a buscar más ejemplos.

Encontramos que en Cantabria está el pueblo llamado Solórzano, palabra de 9 letras, y en la provincia de Logroño el pueblo llamado Sorzano, de 7 letras, luego se trata de la misma palabra. Cuando decíamos que Repélaga, en Vizcaya se pasa a Repega, podía ser un razonamiento subjetivo nuestro, de nuestro mal oido y que estuvieramos equivocados. Pero cuando vemos escrito Solórzano y Sorzano, podemos aplicar el criterio matemático de probabilidad y con ello llegar a la objetividad que confirma que efectivamente, la letra l en palabras de 3 o más sílabas y sus formas la, le, li, lo, lu, podían perderse con facilidad.

Buscamos más palabras y encontramos decenas de pueblos llamados Santa Comba y otros llamados Santa Colomba.

Incluso en el poema Del Mío Cid, figura el apellido Bélez que pasa a Felex-Felez-Feliz y Fiz.

También en castellano, y en la provincia de León está la fuente de Peña Corada y en cambio en Asturias está Peña Colorada.
Con todos estos precedentes podemos estar seguros, de que Akelarre se puede pasar a Akerre o Akarre.

Por supuesto nosotros ya habíamos gastado muchas horas pensando en el significado de la palabra Aguirre-Aguerre-Agarre, de las tres formas hay apellidos. Tal vez sea el apellido más característico de los vascos. Además es un apellido con origen en decenas de pueblos de Euskadi.

En los libros que manejamos no encontramos el significado de esta importantísima palabra, lo cual nos pareció realmente extraño, que el apellido más extendido tuviera su significado oculto.

Ya se nos había ocurrido pensar, que tal vez Aguirre no fuera una palabra geográfica, sino una palabra de tipo cultural, por lo que al pasar el tiempo de una cultura, la palabra se simplificó y perdió el significado.

¿Cuál podría ser aquella palabra cultural tan importante en épocas remotas, que no dejar ningún vestigio?.

Pensamos en algo parecido a la escuela o la iglesia, edificios, que no son nombres geográficos pero que los hay en todas partes. También pensamos en un lugar donde se reunieran los jóvenes o donde se celebrara algo especial.
Las palabras Aguerralde y Aguerrondo nos indican de manera clarísima, que Aguerre no es palabra abstracta, sino una palabra concreta, bien determinada, muy conocida por todos y muy extendida, pues los sufijos –alde y –ondo que significan al lado de o cerca de van siempre unidos a palabras muy conocidas y concretas. Así de ibai que significa río se forman ibaiondo e ibaialde, que indican junto al rio. De Eliza, iglesia obtenemos Elizondo y Elizalde, al lado de la iglesía o junto a la iglesia.

Buscamos en el diccionario de Azkue, palabras que empezaran por agar-aguer-aguir, el resultado fue negativo. Como el euskera intercambia las sílabas gar-guer-guir por kar-ker-kir, buscamos de nuevo palabras que empezaran por Aker-akar-akir y encontramos que akar significa “chivo” en algunos lugares y aker significa macho cabrío en alto navarro, vizcaino y guipuzcoano. Esta palabra nos hizo recordar Akelarre y nos llamó la atención no encontrar esta palabra en el diccionario de Azkue.

En el diccionario de la RAE figura Akelarre y dice: Akelarre del vasco aker, cabrón y larre, prado.

Junta o reunión nocturna de brujos y brujas con la fuerte intervención del demonio ordinariamente en figura de macho cabrío, para las prácticas de los actos de superstición.

Todo esto era francamente extraordinario. Miramos en el diccionario Vasco-Castellano de Plácido Mújica S.I., donde decía: Akelarre de aker-landa (landa en euskera es campo).

¡¡SI!! Aguirre, Aguerre, Agarre es evolución de Akelarre, centro de reunión desde hace miles de años por lo que en principio nada tenía que ver con el sitio juzgado por la Inquisición, dónde los brujos y brujas se reunían con el diablo. El akelarre fue un centro cultural y social muy arraigado en el pueblo ibero, que como el idioma euskera se fue replegando hacia el norte.

Vamos a recordar unas palabras compuestas que llevan la forma Aguirre, para probar que nuestra solución es apropiada:

IPARRAGUIRRE.-Ipar significa norte. Iparraguirre es Akelarre del norte.
EGUSKIAGUIRRE.- Eguski significa sol. Eguskiaguirre es Akelarre del sol.
AISAGUIRRE.-Ais-atz es peña. Aisaguirre es Akelarre de la peña.
ASAGUIRRE.-Es equivalente a la palabra anterior.

Curiosamente la palabra Akelarre tan importante en España, no la cita el diccionario de autoridades, el primer diccionario de la RAE editado en 1724. ¿Por qué?. La cita Corominas con una antigüedad del año 1.800. La deriva del vasco aker y larre. No sabemos el motivo, pero antes Mújica la traduce por
Aker-landa.

Sobre el año 1.527 hubo un proceso en la provincia de Cuenca, sobre unas brujas del pueblo de Baraona, de Soria, cerca de nuestro pueblo. Le llamábamos el pueblo de las brujas. Está lindando con Guadalajara. Pues bien, en Baraona, que por cierto también es palabra euskérica, había un lugar llamado Campo de Brujas. En el mencionado proceso se cita una vez la palabra Akelarre.

En el diccionario Honomástico y Heráldico de Querejeta, el apellido Aguirre, que nos parece más antiguo es de Elorrio, Vizcaya año 1.570. El apellido es más antiguo pues Lope de Aguirre nació en Oñate en 1.511. ¿Cómo llegó la palabra akelarre a Cuenca cuando en el País Vasco ya se decía Aguirre?.
Todo esto nos hace pensar, que en la cultura IBEROEUSKERIKA, el akelarre era un lugar normal de reunión. Al llegar el cristianismo, habría un choque con la cultura anterior y aquí se iniciaron los problemas, pues el akelarre sería condenado por la nueva cultura. Al principio el choque sería más o menos normal. Pero al final se haría violento, estas cosas siempre terminan así y el akelarre fue eliminado.

Con los años el akelarre pasaría de ser un lugar cultural y social a ser un lugar prohibido, al que en lugar de asistir las personas normales y corrientes, concurrirían los que más se resistieran a la nueva cultura, que a la vez se irían radicalizando. Al final quedó reducido a una serie de rituales contra el cristianismo, su enemigo por vencedor. El triunfo del cristianismo fue tan notable, que no solo desaparecieron las akelarres, sino que desapareció el significado de la palabra, que a la vez contribuyó a la evolución de Aguerre, Aguirre, Agarre.

La palabra akelarre mencionada en Cuenca era una palabra ibérica conocida por todos, si bien era una palabra maldita, pues hasta los diccionarios parece que no se atreven a mencionarla. Como el idioma, se refugió en el norte.
Suponemos que el Akelarre era un centro de reunión social, tal vez con elementos religiosos, no necesariamente, por ello serían las personas más vinculadas al akelarre, las que más se resistirían al cristianismo, pues además de sus ideas se jugaban su comida.

La comida y el poder están siempre detrás de las ideas, aunque a veces muy disimuladamente.
Las figuras notables del cristianismo eran la Virgen y Jesucristo y el enemigo del cristianismo era el diablo. Precisamente para formar parte de los akelarres que llegaron a la Inquisición (no el akelarre iberoeuskerico), había que renunciar a hablar de la Virgen y de Jesucristo y en cambio había que adorar al demonio.

Estas cuestiones tuvieron que ser muy serias y muy importantes, pues el cristianismo tuvo que incidir en la vida ibérica de manera definitiva. Al paso de los años las funciones características del akelarre desaparecieron e incluso algunas pudieron ser asumidas por la iglesia, pero la fuerza del apellido Aguirre o Aguerre o Agarre, hace suponer que su importancia era enorme y que marcaría la forma de vida de la vieja Iberia occidental (había otra Iberia por el Mar Negro).

Más tarde llegó lo de las brujas y todas esas cosas que conocemos a través de los procesos de la Inquisición. Pero claro, nada de esto tiene que ver con el Akelarre original. En el viejo Akelarre, no se podía adorar el demonio, puesto que no se conocía en aquella cultura. Tampoco se podía ir en contra de la Virgen y Jasucristo pues ni siquiera habían nacido. Es decir, el akelarre en su origen nada tiene que ver con los últimos akelarres que han llegado hasta hace unos años. Lo que no podemos saber, es si el enfrentamiento del cristianismo con el akelarre era de tipo moral-social o de tipo religioso.

En el capítulo que estudiamos las tribus del norte, escribimos unas lineas de Estrabón, donde entre otras cosas dice que los íberos junto al Cantábrico, comían carne de cabrón y también ofrecían cabrones y prisioneros a ares. Parece ser que en las fiestas se comía carne de cabrito y de cabrón, o sea en euskera carne de aker, pero dejemos esto que lo nuestro son las palabras en geografía y por afinidad algunos apellidos. En este caso hemos estudiado el apellido con las variantes: Aguirre, Aguerre, Agarre, variación de Akelarre, lugar de reunión de tipo cultural de los antiguos iberos.” Francisco Garcia Berlanga.

-En el Pirineo catalán esta el Valle de Arán. Esto supone una redundancia, pues aran en euskera significa “valle”.

-En Cantabria encontramos en el centro de un gran valle el pueblo de Selaya. En euskera Zelai es “llanada”, y Zelaia equivaldría a “la llanada”.

-En el macizo Oriental de los Picos de Europa está la conocida y empinada subida al pueblo de Tresviso. Paralela a ella, y al fondo de altísimos barrancos, fluyen las aguas del rio Urdon. Ur es “agua” en euskera y urdun “que lleva agua”.

Capitulo III
Siguiendo el rastro del euskera por los países mediterráneos

La invención del mito de Grecia (toda la cultura viene de Grecia) en el siglo XIX por Alemania, Inglaterra y otras potencias occidentales no mediterráneas, ha ocultado el antiguo patrimonio circum-mediterraneo en el que hubo durante milenios un flujo genético y lingüístico entre los pueblos ribereños y de oriente Medio, incluido el Caúcaso”.

Ya hemos visto en el capítulo anterior como Antonio Arnáiz Villena y Jorge Alonso García descifran el iberico-tartésico a través del euskera. Pues no se queda ahí la cosa. Los autores traducen, a lo largo de otros tres libros diferentes, los textos supervivientes de las culturas minoica, cretense, etrusca, egipcia, bereber, guanche, caucasica, hitita, sumeria y hurrita desde el euskera antiguo. Además, elaboran una serie de comparaciones entre los vocablos de estas diferentes culturas que permiten descartar las simples coincidencias casuales, dada la intensísima similitud lingüística entre ellos. Semejante trabajo, que revoluciona la lingüística y la protohistoria, ha pasado desapercibido y ha sido despreciado por la mayor parte de la gente. Gran error, pués demuestra que el euskera es el mayor tesoro lingüístico que tiene la humanidad. Además el significado de dichas traducciones corresponden asombrosamente con la llamada “Cultura de la Diosa” Neolítica. De esta forma las piezas del puzzle están terminando de encajar:
Nuestra metodología para traducir el sumerio, el hitita y el hurritas e ha basado, pues, en las siguientes premisas:

1) El conocimiento del lenguaje religioso-funerario común a iberos, tartésicos, etruscos, egipcios, guanches y minoicos, que ha sido descifrada a partir de la traducción vasco-española. Esta religión de la madre (AMA), el camino del difunto (ZEN) hacia la otra vida después de la muerte a través de la puerta (ATAN), las llamas (KAR), está salpicada de estas y otras palabras, en total más de 300(...); las lenguas ibérico-tartésica, etrusca, lineal A cretense, líbico-bereber, guanche, egipcia y vasca poseen, pues, una serie de cognatos comunes. Además de las palabras estrictamente funerarias han aflorado otras
en el contexto de plegarias y fórmulas de ruego a la divinidad empleadas, que ha sido el comienzo de la reconstrucción de otras inscripciones y del lenguaje minoico.

2-La comparación de cognatos entre las lenguas muertas (usko-mediterraneas) con la traducción vasco (euskera)-española, suponiendo al vasco como un remanente de la lengua primitiva que, con variantes, se hablaba como mínimo en la zona detallada en la figura 1 de este libro.Estas lenguas pertenecían a la
familia na-dene caucásica, hablada en tiempos neolíticos en el Mediterraneo y Eurasia, que fue posteriormente sustituida por las llamadas lenguas lenguas euroasiaticas. La familia denecaucásica de lenguas hoy se encuentran distribuidas en América, Asia, Europa y con toda seguridad África.

3)La constatación de que el vasco se ha mantenido inalterado en un grado mayor que otras lenguas, ya que las relativamente escasas dominaciones que han sufrido los vascoparlantes no han logrado desvirtuar la lengua inicial hasta el grado de otros ejemplos (como el bereber por la abrumadora
arabización).

4)La también premisa de que individuos que hablan vasco y español pueden estar más preparados para el trabajo presente de desciframiento de las lenguas mediterráneas muertas del grupo na-dene caucásico.

La pronunciación de vocales en el español y en el vasco es muy similar; (...) Después de los trabajos de asignación de sonidos a la escritura ibérico-tartésica, al etrusco y al lineal B cretense, sería mucho más fácil para personas que hablan vasco y español localizar cognatos de una temática especial (religioso- funeraria) que para, por ejemplo, un inglés o francés. Estos últimos tienen una pronunciación de vocales que no se parece en nada a las del vasco y, por tanto, a la postulada lengua mediterránea primitiva, na-denecaucásica.
La lengua castellana, más ampliamente conocida como española, tiene para nosotros un sustrato vasco-ibérico sobre el que actuó el latín impuesto por Roma.
No es tampoco nuestra intención hacer un estudio gramatical, por el momento. Las formas gramaticales concretas son a veces muy variables enter los dialectos aun de una misma lengua (ejemplo: GARA Y GERA significa en vasco “somos”. Las dos formas son utilizadas en una u otra manera según
las zonas del País Vasco; ZU, usted, era hace poco tiempo plural, que hoy se considera ZUEK, ustedes).
Existen otros ejemplos; la metodología gramatical no es más persistente entre lenguas o dialectos emparentados que las raices de ciertas palbras básicas de un mismo significado”.
(...) Hasta hace bien poco (antes de que se unificase el vasco en el “batua”” hacia 1960), DEGU (“tenemos”) era guipuzkoano, DOGU era vizcaino y DUGU navarro. Actualmente se dice DUGU.

Éste es uno de los muchos ejemplos de la volatilidad de las vocales en vasco y otros muchos idiomas, que pueden variar de aldea a aldea (véanse los ejemplos de zapoteco y mixteco, en los valles de Oaxaca, con múltiples dialectos difícilmente inteligibles entre sí)”. “(...) El grupo de lenguas detalladas no es exhaustivo y se ampliará en próximos trabajos. Nosotros hemos propuesto el nombre de lenguas USKAS al grupo de lenguas mediterraneas que incluyen entre otras el vasco o euskera y las muertas
siguientes: ibérico-tartésico, etrusco y lineal A. En la mayoría de estas lenguas la palabra uska/o parece utilizarse para nombrar a los que vienen “de los puros” (es decir “la propia gente”). “Uts-Ko”, en vasco, sería “de los puros”, “de los genuinos”. “Caucásicos, turcos, mesopotámicos y vascos”.

Veamos algunos ejemplos de comparaciones lingüisticas:
La hipótesis de Arnaiz-Alonso para explicar el origen de estos pueblos es la de que las primitivas poblaciones mediterráneas tienen su origen en la cultura sahariana. Según ellos, esta cultura fue desplazándose hacia el Norte al emigrar sus habitantes a causa de la sequía, que convirtió un área fértil
y poblada, con domesticación de animales bóvidos según muestran las pinturas rupestres, en el actual desierto del Sahara. Para fundamentar esta teoría han fusionado dos ciencias bien distintas: la genética y
la lingüística. Ya en 1981, el equipo de Antonio Arnaiz afirmaba la existencia de genes procedentes de los pobladores antiguos del Norte de África en los vascos, en los españoles y en los sardos. Esta es una de las causas fundamentales que hace a los autores entrelazar la cultura sahariana y la vasca, dando por sentado que la primera origina la segunda, aunque también cabría la hipótesis que la emigración hubiese ocurrido a la inversa, es decir, de la península hacia África, como parece que comienza a ser demostrado.
Sobre este aspecto Rivero-meneses afirma: “¿Se han planteado ustedes alguna vez, señores antropólogos, como se las habrían arreglado para sobrevivir en la gélida Europa, pueblos llegados del centro y del sur de África que habían permanecido desnudos durante durante toda su historia, acostumbrados a desenvolverse en un clima tórrido? ¿No se les ocurre pensar que de haberse producido esa emigración africana con la que sueñan, se habría dirigido hacia las más templadas costas mediterraneas?. Y sin embargo, ¡qué casualidad!, la Europa helada septentrional fue poblada muchísimo antes que la meridional más cálida. Lo que prueba nítidamente que los pobladores del continente euroasiático no procedían de una región cálida sino de una montañosa y fría...como lo es el tercio septentrional de la Península Hibérica del que aquellos “pioneros” que afrontaron el poblamiento del planeta eran originarios.

¿Cuándo se puebla la región del Sahara de una forma significativa?. Pues justa y paradójicamente cuando los fríos polares llegaron a su fin y la nutridísima población de la Península Hibérica inició el poblamiento masivo, primero del Magreb y más tarde de las montañas norteafricanas a los que los griegos, por “real decreto” impusieron un nombre como el de Atlas que jamás habían tenido. Y de ahí la existencia del impresionante yacimiento de grabados rupestres de Slugilla Lawish, en el Sahara Occidental, localizado por un ekipo de arkeologos de la UniVersidad de Girona. Un yacimiento que se extiende por una extensión de roca de cerca de 30 Kms y cuya antigüedad se estima precisamente en 10.000 años”. Diario Alerta, 17 de noviembre del 2002.
La cresta del simiente también juega: En septiembre del 2005 National Geographic sacó un especial sobre África en el que nos hemos encontrado algunas sorpresas: En el centro de Nigería está el macizo de Aïr. En sus escarpadas cumbres habitan unas cabras en peligro de extinción que reciben el nombre de arruí; pues bien, arru en euskera significa “barranco”.También en peligro de extinción está un antílope de cuernos en espiral al que allí denominan adax; en euskera Adar significa “cuerno”.
En los bosques lluviosos de Africa central (esto es la selva del Congo), en el area de los pigmeos mbuti se encuentra el bosque del Ituri, atravesado por el rio del mismo nombre; Iturri en euskera es “fuente”.
Pero sigamos con las traducciones realizadas por Arnaiz-Villena. Por ejemplo,en su último libro Caucásicos, turcos, mesopotámicos y vascos(2001), en el que presentan un estudio lingüistico y poblacional de sumerios, hititas y hurritas, afirman que las tres lenguas fueron idénticas o muy parecidas. Demuestran además, como su escritura cuneiforme y su transliteración permiten hacer unas traducciones correctas desde el euskera antiguo.
Los autores engloban estas lenguas dentro de la familia usko-mediterranea que a su vez es un subgrupo de las denecaucásicas. La familia usko-mediterránea comprende en su mayoría lenguas muertas excepto vasco, beréber y caucásicas y serían, al menos, el ibérico-tartésico, etrusco, minoico, púnico-cartaginés, hitita, egipcio, eblaico, ugarítico, sumerio, hurrita y elamita. Por su parte, la familia denecaucásica, estaría compuesta por idiomas vivos: vasco, cucásico (Checheno, ingusetio), beréber, burusho (norte de Pakistán, cerca del macizo Karakorum), Ket (orillas siberianas del río Yenesei), chino-tibetano, atabasco (Canadá) y navajo-apache (Estados Unidos). Además las pruebas genéticas reflejan que todos estos pueblos (uskos) están emparentados y conformarían el sustrato mediterráneo más antiguo.

La paradoja es que el pueblo griego es el único que no está emparentado y que, al contrario de lo que nos dicen los libros de historia, fue el que más tarde se asentó en la zona (después del 2000 a/C). Y es que, como dicen los autores: “La invención del mito de Grecia –toda la cultura viene de Grecia- en el siglo XIX por Alemania, Inglaterra y otras potencias occidentales no mediterráneas, ha ocultado el antiguo patrimonio circum-mediterráneo en el que hubo durante milenios un flujo genético y lingüístico entre los pueblos ribereños y de Oriente Medio, incluido el Cáucaso”.

El desciframiento de las lenguas usko-mediterráneas a traves de estelas funerarias ha llevado a su vez al conocimiento (como hemos visto anteriormente) de que todos estos pueblos tenían un lenguaje religioso-funerario similar, es decir, compartían creencias y se podría afirmar que existía una religión neolítica común. Esta tesis toma fuerza cuando se traducen sus escritos desde el euskera y se puede comprobar que todos hablan más o menos de lo mismo. Son, al contrario de las traducciones hechas hasta ahora, textos funerarios con un nexo en cuanto a contenido y en cuanto a vocablos que se repiten hasta la saciedad: respeto a su diosa (AMA), a la puerta (ATAN), a la puerta de la oscuridad (ATAN- AS), a los restos del cadáver (SATS), a las llamas (KAR) y a sus pecados contra la madre (AMA-NATA). La “Diosa Neolítica” queda reflejada pues en estas traducciones, lo que las dota de un significado que encaja con la cultura primitiva de todos aquellos pueblos:
El difunto solicita buena acogida en el lugar de la ribera donde suelen reunirse los hermanos ya fallecidos para presenciar el veredicto de la Señora, la divinidad que a veces recibe el título de madre, señora de los barrancos o de las tumbas, etc.”

Es conveniente ahora que nos ocupemos de la gran protagonista del laberinto, de los barrancos del río de fuego o del Tártaro, analizando la evolución de sus nombres a través de los siglos. Nuestro punto de partida sería el más primitivo de los conocimientos de esta divinidad neolítica, que sabemos era la señora de la oscuridad, que es tanto como de los difuntos; pero igualmente de la fecundidad, generadora de las cosechas”.

En los mismos idiomas de posible origen sahariano: tarteso, ibérico, vascuence, etrusco, minoico, etc., la palabra ATE significa PUERTA, y resulta ser la más emblemática de la escatología infernal. Esta “puerta”, valga la redundancia, también puede conducirnos hasta el final del jeroglífico de las creencias neolíticas. Su declinación ATEAN (vasco)= EN LA PUERTA aparece en todas las tablas mencionadas con distintas grafías: ATIN (ibero), ATAN (etrusco), UTAN (osco), ATANO (Minoico) y aunque a veces aparezca como una “H” que no se pronuncia o se sustituya la “N” por “M”, su identidad no varía. Curiosamente también, la encontramos en el dialecto beréber, como es natural en textos funerarios de monumentos como el Daugga (Túnez), y se puede rastrear su vieja raíz en los textos religiosos de Sumer y Egipto. La PUERTA, como hemos repetido en varias ocasiones y el lector ha podido comprobar en las distintas epigrafías, es casi un sinónimo de sepultura, aunque, matizando su sentido religioso, es claramente el de un PASO de la vida terrena al más allá subterráneo” El origen de los vascos y otros pueblos mediterráneos.

Como es lógico no podemos explicar en unas pocas páginas lo que a los autores les lleva cuatro libros.

Por este motivo remitimos al lector a los mismos si es que quiere profundizar en este sorprendente y exhaustivo trabajo. Como ejemplo nosotros recogemos algunos extractos del capítulo referente al archiconocido “Libro de los muertos” egipcio: Extractos de “El vasco en los jeroglíficos egipcios” Antonio Arnaiz Villena y Jorge Alonso García.

Iniciada la traducción de un fragmento del capítulo 30 B del “Libro de los muertos”, en lugar de leer las enrrevesadas letanías de dioses con varios nombres dispares cada uno, seres sobrenaturales y frases irreales, brotaba de aquellas líneas una copia de vocablos semejantes a los encontrados en la literatura funeraria ibérica, etrusca o líbico-bereber. La Diosa-Madre, con sus denominaciones de “AMA”
(vasco=”madre”) o “EMA” (vasco=”hembra prolífica”) o “señora” (vasco=”JAUN” o “IUN”), surgía de los extraños signos con la misma claridad que lo había hecho en los textos de otros países mediterráneos. El léxico religioso se correspondía punto por punto con el empleado en la Península Ibérica, Etruria, el norte de África, etc. Y los exóticos nombres que los actuales escribas habían traducido resultaban términos unidos, deformación de las transliteraciones, voces del idioma vernáculo mal interpretadas. Con el uso del idioma euskera, de pronto, la bruma mitológica que envolvía el sentido de aquellos caracteres, sin el menor parecido con la realidad, se desvanecía como la niebla perforada por los rayos del sol. (...)

Una vez más, también nos encontramos con una morfología y una sintaxis poco desarrolladas, esquemáticas y muy alejadas de todas la metáforas brillantes, sin duda solo producto de la fantasía de los primeros egiptólogos. En aquellos papiros no se hablaba en absoluto de cómo “respirar el aire o dominar el agua del mundo subterráneo”, de cómo “tocarse en una golondrina” o “de navegar hacia el Este en el mundo subterráneo”. El tratamiento recibido por los temas religiosos es mucho menos imaginativo y más reiterativo, pero a todas luces mucho más serio, sin apenas alardes de fantasía En la mayor parte de los casos, bastante lacónico, aconsejando, como en un manual, el empleo de este sitio o aquella colina a la misma llegada del cadáver, o simplemente solicitando con humildad los familiares del difunto tal o cual sepultura para su deudo. En estas descripciones se menciona a menudo el papel que desempeñan las “hermandades” de los creyentes, que se dibujan como eficaces organizadores de los grandes cementerios, con calles de tumbas, casas de recepción de “despojos”, fogones para las distintas clases de incineración. Son muy frecuentes las alusiones al “rio de fuego” del mas allá, a los “vados resbaladizos que rodean esta corriente de aguas hirvientes”, a la “acogida de la madre de los difuntos”.

En síntesis, el argumento principal de estos escritos jeroglíficos es el de unos textos obituarios, que no se diferencian gran cosa del resto de los conservados de los países ribereños mediterráneos traducidos. Del “Libro de los Muertos” nos hemos permitido leer la casi totalidad de los papiros que forman parte de la colección, si bien al lector por cuestión de espacio le ofrecemos la interpretación, desde el euskera, de un solo capítulo. Como es natural, y ante la insalvable divergencia de nuestra versión y la ofrecida por los expertos, en este caso por el señor E.A. Wallis Budge, hemos comparado nuestro léxico de origen usko-mediterraneo con las consideradas en uso por la ciencia egiptóloga. Y en efecto si que coinciden las “transliteraciones”, o sea el producto fonético de los caracteres, pero nunca el significado de las palabras.
Así, algunas voces que tienen para nosotros un valor incontestable por haber sido halladas docenas de documentos distintos, se traducen en las gramáticas clásicas de manera caprichosa, en ocasiones incluso con sentidos diferentes según el autor, o consignadas en diccionarios distintos. Durante más de un siglo, por razones que hemos expuesto en los capitulos precedentes, se han ido elaborando extraños vocabularios, reglas gramaticales, y muy en especial “determinantes”, a nuestro juicio enteramente arbitrarios, que han creado una disciplina apócrifa, absurda e incongruente. La validez de un principio se sustenta con argumentos revisables desde el principio al fin. Y la comprobación que legitima nuestras hipótesis es: 1) las premisas filológicas, de que el egipcio faraónico contenía elementos comunes con los idiomas no solo líbicos, sino de otros países mediterráneos vecinos; 2) la religión de los habitantes del Nilo era asimismo heredera de la religión de la Diosa-Madre; 3) la base genética compartida con las gentes del gran valle con sus vecinos bereberes y con sudaneses. En conjunto, se constata una estrecha identidad religiosa, lingüística y gen ́tica, desvirtuada por varias influencias, pero muy especialmente por las traducciones a nuestro juicio fabulosas.
(...)Todas las denominaciones de la “Puerta”, o lo que representa esa religión, aparecen en todos los papiros, inscripciones de tumbas y relieves de las piramides. Los traductores modernos explican que “MAAT” es el nombre de una localidad, cuando se trata de dos palbras, “AMA-ATA”, unidas por la peculiar ortografía de los pueblos usko-mediterraneos que provocan una unión suprimiendo una vocal.

AMA” (vasco)=”madre” es el nombre cariñoso con que se suele conocer a la divinidad que mora en ultratumba.; ATA es en vasco la “Puerta”, símbolo de entrada al mundo subterráneo que a veces se pinta en las tumbas y nombradía de la religión. Coincidencias éstas que no serían una demostración concluyente si no se multiplicaran hasta alcanzar una totalidad del cien por cien. “ANA” es para la egiptología el “dios de la mano espaciosa”, cuando bien sabemos que en euskera es “hermandad” y en la terminología funeraria las “cofradías” de difuntos. A veces ensamblan dos términos, como en el caso de “AMASU”, que consideran al “dios de Panápolis”, pero que situado en su justo lugar son las palabras “AMA-SU”, en euskera el “fuego de la madre”. “UR”, en euskera “agua”, es un vocablo reiteradamente utilizado por los escribas para referirse no solo a las “aguas” que corrían en la superficie de la tierra, sino también en el mundo de ultratumba. “UR” para los técnicos en papiros es un epíteto de “poderoso”, dado a “RA”, con un cortejo de derivados como “UR-AMA”, el título de Sumo Sacerdote de Heliópolis, o “UR-MAAT-BE”, “el poderoso de los ojos”, nombre de un dios del Panteón tebano; sin embargo, no resulta muy difícil ofrecer su equivalencia: “UR-AMA” (vasco)=”las aguas de la madre” y “UR-AMA-ATE-BE” (vasco)=”las aguas de la Madre de la Puerta abajo”. Dentro del “Libro
de los Muertos” tenemos una serie de seres míticos o sobrenaturales, a los que los egiptólogos no consiguen siquiera asignarles un papel en el Panteón de las divinidades. Ciertos diccionarios tampoco los mencionan o expresan su imposibilidad para señalar sus señas de identidad. Como el número de estos supuestos seres y dioses sube al millar, tomaremos sólo unas cuantas muestras representativas.

AARRU” dicen que era una región donde se situaba el “cielo del faraón”; en otras ocasiones se identificaba con el paraíso. “ARRU” (vasco)=”barranco” es voz usada por los escribas para designar una parte del “cementerio”. “ABBA”, en “El Libro de los Muertos”, es un “dios no identificado”.

ABA” (vasco)=”hendidura”, lo que es tanto como decir un sinónimo de “sepultura”, aunque posee otras acepciones. “ABAIT” se interpreta por los estudiosos de papiros como “una amantis religiosa”: es la expresión “ABA-ITA” (vasco)=”segado en la sepultura”. Otros nombres de “tumba” en los escritos
faraónicos es “ABU” (vasco)=”boca”, que los egiptólogos interpretan como “elefantina”, y que si va seguida de “UR” (vasco)=”agua”, deducen que es un ser “divino de la recensión tebana de El”. “ABA- UR” tiene el significado de “boca de las aguas”. “AMENTET”, el “oeste o submundo en la cosmogonía egipcia” o simplemente “AMAN”, “uno de los nombres de Apep”, es una alusión muy frecuente de la religión neolítica. “AMAN-TITA”, es decir el “pecador de la madre”, se refiere probablemente a los fieles que habiendo cometido faltas o pecados esperan, sin embargo, el “perdón de la señora”. “ATEBU” se estima por los egiptólogos que es una corona envolviendo el disco solar, los cuernos sagrados y las plumas de Osiris; pero “ATEBU”, en euskera “ATE-BOO”, es la expresión “dormir en la puerta”, que se emplea para los difuntos que duermen “el sueño de la muerte”.

SATIDEMUI”, que denominan los egiptólogos la “serpiente de los dos cuchillos”, es en vascuence SATS-DAMU-UI” (SATS= “restos humanos”; DAMU=”arrepentido”; UI=”nicho”); quiere decir en el lenguaje funerario “los restos arrepentidos en el nicho”. “ATI” en los textos faraónicos la traducen como “noveno nomo del bajo Egipto”, cuando su correcta interpretación en el lenguaje religioso-funerario es el de “ADI” (vasco)=”adios”, una ceremonia de despedida del cadáver antes de ser sepultado. “SUKATI”, teniendo por un “dios del submundo”, es la frase “SUKA-ADI”, una despedida antes de la cremación de los despojos humanos. “SUKA-ADI” desde el euskera sería interpretado como el “adiós del fuego”.

(...)Cuando el cien por cien de las palabras que se registran en inscripciones y textos faraónicos son idénticas o semejantes a las del euskera y de los idiomas mediterráneos, es casi imposible hacer concesiones gratuitas al azar, la aculturización u otras explicaciones. La estadística es una ciencia muy
digna de tenerse en cuenta, y cuando las 500-600 palabras que hemos encontrado en la lectura de casi una veintena de textos se comparan con las del resto del vocabulario usko-mediterraneo, tal porcentaje de parentesco no es posible considerarlo un heco casual”. Egipcios, bereberes, guanches y vascos.
Curioso es que en quechua, la palabra padre se diga TAITA, cuando en euskera se dice AITA. ¿Una casualidad?, podría ser, pero la cuestión es que éste no es un ejemplo aislado; así en turco, padre es ATA. En Dakota (lengua de los Sioux) se dice ATE. En nahuatl TATA, igual que en maltés, rumano,
sinales, fidjiano o talago. En esta familia de parentescos podemos añadir al inglés, DADY o DAD, o en galés TAD.

ARGI significa luz en euskera, mientras en sánscrito ARQ es brillante. Igual significado tiene la palabra griega ARGES.

En finlandés, TUNTURI es monte bajo y redondeado; en euskera, esa misma palabra expresa la idea de cumbre, cima o chichón, refiriéndose a una prominencia redondeada. GAROA en vascuence es rocio, igual palabra en quechua significa llovizna.

La raiz IST en euskera expresa algo que desprende rayos de luz, la encontamos en tximISTu, que es rayo, electricidad. En inglés y en otras lenguas de origen germano, hallamos las palabras STARN, STERN, etc...STAR podría treducirse perfectamente en euskera como hace o despide rayos de luz, o lugar u origen de los rayos de luz o STERN, que despide rayos de luz. Igual sgnificado tiene la palabra ISTHAR, STELLA, ESTRELLA, STELLE, etc...tienen su nacimiento en el arcaico término IST, todavía conservado en euskera.

SU, es fuego, mas su expresión antigua se refería al sol. SUN en inglés es sol. SURA o SURYA en sánscrito tiene igual origen, significando Propiedad del sol creador. Egialde

Capítulo IV
La palabra (Etimología del Euskera)

Para los lingüistas el euskera es una lengua de origen desconocido, cuando en realidad, el euskera es testigo natural del nacimiento del lenguaje articulado, por lo tanto, el único lenguaje que aclara su origen a través de sus monosílabos originales, fuentes primarias del lenguaje. El euskera, del que se ha dicho que no tiene padre ni madre, conoce mejor que las lenguas clásicas y las actuales de su entorno la historia de su origen, porque la tiene grabada en la audición de sus voces significantes y en el entramado de sus estructuras de cuerpo general del lenguaje [...]” Felix Zubiaga “Origen y desarrollo del lenguaje” . Cuadro extraído de “El juguete de Mari”. Jakue Pascual y Alberto Peñalva.

1) LAS LENGUAS PRIMITIVAS

Recorrí las voces Bascongadas y ví en ellas puntualmente observadas todas aquellas reglas que nos dejó vinculadas la naturaleza [...] Nuestras raíces todas ellas tienen un propio y peculiar significado: pero un significado no arbitrario, no forjado por el hombre a su antojo, sino un significado prescrito y delineado por la propia naturaleza” P. Pedro de Astarloa.

Después de todo lo visto a lo largo de esta tercera parte, podemos afirmar sin miedo a equivocarnos que el euskera es un tesoro lingüístico viviente. Las diferentes investigaciones repasadas hasta ahora derrumban los viejos mitos establecidos por los historiadores clásicos y son los primeros rayos que alumbran una nueva forma de entender las cosas. El pueblo “vasco” preserva generación tras generación la lengua que nos une a nuestros antepasados del paleolítico, la originaria lengua aborigen de los pueblos del Cantábrico (la toponimia y la similitud de las mitologías cantábricas así lo indican).

Para hacernos una idea de la antigüedad del euskera baste decir que “hacha” se dice “Aizkora”, y “hazada” se dice “Aitzurra”; el termino aitz-(piedra) que contienen ambas palabras nos da una idea aproximada de la época a la que se remontan ambos términos: “la edad de piedra”.

Con el fin de entender mejor dicha lengua, y poder ver como todas sus raices están unidas a la naturaleza, hemos recogido unos extractos de los libros de Imanol Mugika “Iainkoa” y “Lingüística basca”, ya que a nuestro parecer hacen comprensible la etimología del euskera para aquellas personas que desconocen dicho idioma. Y para terminar el capítulo hemos incluido la “Sorgin taula”; una tabla teórica de sonidos elaborada por Bizi-hitza, así como un un cuadro con “los siete arquetipos del lenguaje” (Félix Zubiaga). Estos estudios son caminos abiertos por dichas personas y no deben tomarse como dogma. Son ejemplos en los que nos podemos fijar para abrir luego nuestros propios caminos. Comencemos con el precioso estudio de Imanol Mújika:
(...) En este capítulo nos aplicaremos en analizar la vibración o el sonido, utilizando para ello uno de los medios más viejos y naturales que existen en la humanidad. Ese sonido vibratorio que utilizaremos será la palabra y para analizar la palabra nos valdremos de la lengua basca como expresión de las más genuinas que hoy día está presente en la humanidad y es estudiada en las universidades del mundo entero.

(...) Las lenguas primitivas con raíces propias son una ciencia, ya que explican muy bien la vida y expresan con exactitud el concepto que de las fuerzas de la naturaleza tenían aquellas gentes que levantaron sus estructuras.

Las lenguas primitivas, base y levadura de las lenguas modernas, reproducen los sonidos o vibraciones naturales. Establecen un sistema de acción natural, pues unían con el fonema, el mundo mental del ser humano con las leyes naturales (...); el significado o aplicación de ese mundo mental con el ente nombrado; e identificaban el fonema o fonemas con el campo vibratorio del objeto nombrado, con los sonidos naturales u onomatopeya. (...) Empezaban imitando las vibraciones y onomatopeyas naturales, tomando así de su madre tierra los materiales iniciales de sus lenguas.

(...) La lengua vasca tiene raíces propias. Raíces que la conservan unida a la naturaleza. Está situada en el grupo de lenguas básicas de la humanidad.” Iainkoa “(...) En el euskera hay una métrica y un numero de raices, que en su combinación permiten formar palabras nuevas a cada paso, y según sea el estado psicológico y circunstancial del individuo y del momento. Estas raices representan ideas esenciales y son cual los átomos para la materia, cuya combinación dan los elementos. Estos elementos combinados producen los objetos materiales, especies, familias sin número. Estas ideas o elementos esenciales, son, en el baskuence de dos tipos definidos, y como en el proceso mental, se reducen a dos grupos: unos son propios de la vida física y animal, externas al ser humno, y por lo tanto, concretas: otras, son propias de la vida mental del individuo y por lo tanto, abstractas. Por ello tenemos ideas que representan formas concretas, que están representadas por los sonidos de las consonantes en las lenguas e ideas abstractas que representan creaciones puramente mentales, y que estan representadas en las lenguas por las vocales.

Así, cuando decimos: árbol, esta palabra representa una idea de una forma concreta y existente en la naturaleza. Pero, cuando decimos: valor, es una idea que no existe en si en la naturaleza. Esta idea abstracta es, pues, una apreciación mental de una cualidad del animal, o representa riqueza o precio.
El idioma fue deducido de la naturaleza como todas las cosas, pues el ser humano, al constituirse, como animal consciente, hace conciencia de algo que ya fue creado con anterioridad. Asi, el arte es, en un principio, imitador de las formas naturales, pero hoy se quiere pintar la idea o el alma de las cosas que viene a ser la esencia que forma e integra a la idea. Todo en la naturaleza sigue el proceso de desarrollo de la ciencia, ya que sus conocimientos son un derivado de las leyes naturales, y por ello, la formación de los idiomas es idéntica, y obedece al siguiente hecho: Cada ser o ente, constituido como individual, posee un campo magnético, y una vibración determinada, que da un sonido o nota determinada, y también, un color. El origen de las lenguas es el intento humano de reproducir ese sonido vibratorio natural. (...)

La fonética de cada lengua esta formada por dos componentes esenciales que son las consonantes y las vocales.

Las consonantes imitan el sonido vibratorio ya existente en la, naturaleza, y por ello forman el cuerpo concreto u objetivo de la palabra. La vocal fija esa vibración formando un símbolo o silaba que encierra a la vibración. Así, si la consonante indica comer o la idea de subir, la vocal dará la cualidad de ese comer o subir, y será, comer suave, agradable; subir fuerte o largo... Y si bien, en la naturaleza, lo importante es la vibración, en la vida mental del ser humano, lo importante es la idea; lo importante en la vida objetiva diaria de la persona, es el cúmulo de ideas que encierran esas palabras formadas a través de la imitación de la vibración natural, pues arrancamos siempre de la parte objetiva con la finalidad de llegar a la abstracción. Las vocales, segun lo dicho, serían una apreciación mental nuestra de aquello que es lo abstracto, para poder fijar o catalizar esa vibración natural.

Es decir: unimos a través de la vida mental del ser humano lo objetivo y lo subjetivo formando la sílaba y las palabras.” Lingüística baska
Y empezamos el estudio semántico de sus fonemas, dividíendolos en dos grupos: vocales y consonantes. Empezaremos con las consonantes por ser ellas las materiales, y estar deducidas de la onomatopeya o sonidos naturales, pero de la naturaleza física. Y luego las vocales, que son inmateriales, y están educidas de los sonidos del Ego o Yo interno.

2) ESTUDIO DE LAS CONSONANTES
La consonante es lo positivo o concreto. El sonido está educido del ruido natural objetivo. Es onomatopeya. Es del mundo externo a la persona.
El significado de cada consonante, está educido de la forma de acción o trabajo que efectúa. El fonema de cada consonante está educido de la vibración que produce, que es la onomatopeya.

El sonido, la onomatopeya, el fonema y el significado de la consonante, son diferentes aspectos de una sola cosa.

Las consonantes están divididas en grupos opuestos, siguiendo la idea de la naturaleza, puesto que a través de la oposición, como ley básica de la vida, se produce la sucesión hereditaria, y con ella, la posibilidad de un desarrollo a través del tiempo. Dualidad formativa:
Energia: R, R (doble)
Materia: M
Energía: consonantes R, R (doble)

Fonemas aducidos del ruido que produce toda acción violenta al manifestarse un potencial energético de la naturaleza. Es la onomatopeya del trueno, de la ola marina al romper, del galope de una manada de caballos. Es el sonido que produce cualquier cosa o ser que se arrastra o mueve con violencia en la naturaleza.

La R doble, indicará en la lengua basca actividad y poder, siendo la R sencilla, la materialización de esa energía ya disminuida. Así, un ruido fuerte y cercano es una R doble. Y cuando ya se ha alejado es una R sencilla. La mayor o menor importancia del fenómeno esta indicada por la intensidad en la emisión del fonema. Por ello se puede afirmar, que en la lengua basca, todas las consonantes tendrían varias formas de emisión o intensidad en su pronunciación, indicando así, la condición o importancia de la actividad o acción representada.

A la consonante R (doble) le damos el significado de energía, por ser más amplio que el de fuerza. Es la energía, pero manifestada en un potencial X, a través de un trabajo. Así decimos «diez caballos de fuerza». Y hablamos de forzudos bascos, ya que su trabajo se mide en kilos y en fuerza muscular.
En la vida actuamos en uso de una energía, y a la cantidad producida o consumida le llamamos fuerza.

La R (doble) es una energía. Su consumo es fuerza. Y el efecto producido es trabajo R: ninguna palabra empieza por esta consonante en euskera. Como sufijo, indica acción y movimiento, y forma el infinitivo de los verbos, así:
ekarri, traer; erakarri, hacer, traer; etorri, venir; eratorri, hacer venir; rirra,
raspar (onomatopeya); tarra, rasgar (onomatopeya). Etxe, casa; etxera, a la
casa; etxeratu, albergarse en la casa; etxeraño, hasta la casa; etxeruntz, hacia la casa.
Materia: consonante M
Sonido que representa a la tierra o mineral, y que oímos siempre que estamos en el interior de la tierra, en una cueva, túnel o lugar aislado de los sonidos directos del mundo exterior.
Esta consonante hace referencia a todo aquello que es pasivo en la naturaleza; a todo aquello que espera ser fecundado o vitalizado por el factor activo. Es el factor que va a fijar la energía, produciendo la vida y la evolución. Cuando en nuestros juegos infantiles poníamos a rodar, el trompo, quedando éste girando sobre si mismo, pero sin traslación, o solamente con el movimiento de rotación sobre su eje, decíamos que el trompo estaba "jota ma", indicando que estaba dominado por ma (yo [jo moderno] es pegar). No se puede expresar mejor al principio que es, en si, estático e inactivo, mientras no es fecundado. Ra, es el principio activo solar; y, Ma, es el pasivo y magnético en las mitologías. Es la Madre Cósmica que en los Vedas es llamado: Nada; la Voz del Silencio o el sonido insonoro, o aquello que es el sonido, pero que todavía no suena, puesto que no ha entrado en acción. Es el Infinito que medita antes de empezar la Creación y la formación del espacio. Es el estado estático de la esencia creadora. Por ello: cuando la frase "jota ma" era pronunciada por los
labios infantiles (en Zarauz, Guipuzcoa), se rememoraba este hecho, conservado en los vascos y vascas a través de la evolución. Ma es el poder vital terrestre que, fecundado por el Sol, produce la evolución. Tal idea expresan las palabras Mari y Mai, diosa de la Tierra, símbolo del magnetismo terrestre, que fija y cataliza el rayo solar, formando la base de la vida a través de la biokimika de los minerales. . .

Mai, mesa; magal, regazo; mail, escalon y grada; maite, querer; makal, flojo; makil, estaca; makur, encorvado; malu, martillo; mando, mula; mats, uva; me, delgado y sutil; mear, estrecho; mea zulo, galeria de mina; men, facultad energia; mende, autoridad y dominio; miin, lengua; min, dolor; mindu, amargar; minge, mudo; mota, casta y clase; motail, mala casta; mote, brote y yema; muga, limite; muge, infinito (sin limite) ; mun colina; murritu, despojar; murritz, pelado; musu, cara; mutil, mozo; mutur, hocico.

Consonantes activas:
Actividad inmatcrial: Z, S
Actividad material: B, P, F
Activas inmateriales: consonantes Z, S

Fonema que imita el sonido producido por la chispa eléctrica o rayo. La consonante S es el mismo sonido algo mas silbado. Su significado es el de una energía en actividad, y se aplica a la energía y a la vitalidad del ser humano, pero consideradas como energía, como energías que pro-duciran la fuerza muscular, la fuerza vital y la energía que circula por los nervios. Por ello son inmateriales.

La palabra zain (nervio), nos dice en su etimología: hacer (in) energía (za), o lo que da a za. Y sabemos que la energía que circula por los nervios es de naturaleza eléctrica. Con significados semejantes tenemos las voces zal (brioso), Zalkor (excitante) y zar (patriarca), que en su etimología nos dice: el poder (ar) de la energia (za). La palabra zail (duro) es: il (poco) za (energia). Lo mismo encontramos en Zain-il (apático).

La consonante S hace referencia a la energía vital, diferenciandose así de la consonante Z, que hace referencia a la energía nerviosa.

Las voces que comienzan con la consonante S hacen referencia a la energía vital. Tenemos asi las palabras: sendo (vital), sendatu (sanado), senide (pariente), senar (marido), sortu (aparecer).

Las etimologías de estas voces son las siguientes: Sendo (vital). Do o duna (el que tiene) sen (la vitalidad).
-Sendatu (sanar). Es sendoa artu; o sea, artu (tomar) sendoa (la vitalidad.
-Senide (pariente). Es sen kide; o sea, kide (con igual) sen (vitalidad), que equivale a consanguineo.
-Senar (marido). Ar (poder de) sen (vitalidad) o poder de vitalizar o en este caso, poder de fecundar.
-Sortu (aparecer). Tu (hacerse) sor (energia vital). Hace referencia al cuerpo vital y al desdoblamiento.

Activas materiales: Consonantes B, P, F

Es la onomatopeya de la actividad de la lava o barro volcánico quo hace bor-bor, o produce el borbotón y hervir del agua o barro. Las consonantes P y F, son sonidos derivados de la primera, como sonidos dobles o más fuertes. El significado de este fonema es de actividad material.

Una de las voces raíces básicas de la lengua basca es la composición Bel, que encontramos en las palabras ya explicadas en el capítulo anterior y en las siguientes voces: Belar (hierba), belaun (rodilla, generación), belari (oreja).

La etimología de estas palabras es la siguiente:
-Belar (hierba). Ar (poder de), bel (materia viva). Hace referencia a la vida vegetativa.
-Belarri (oreja). Arri (piedra), bel (vida vegetativa). Se refiere al cartílago de la oreja, o los tejidos endurecidos o petrificados.
-Belaun (rodilla, generacion). Aun (monte), bel (vitalidad). Monte o promontorio de la vitalidad. Se refiere al punto saliente que forma la rodilla. Y el hecho quo también signifique generación, se refiere a la biokímika del cuerpo humano.

Esta raíz bel la encontramos en otras lenguas con el significado de energía material o materialidad abundante o gigante, pues la palabra belask (pelaskos), los antiguos pelasgos. Belaskez, belakua, beragua, beltsebú y Luzbel, tienen una raíz afín a todas ellas que es Bel a la que añadimos la raíz ask. Esta raíz ask significa mucho. Es un aumentativo. Lo que hace que la raiz bel tome el significado de Gigante, pues Belask es; mucha energia material o mucha materialidad. Y la semántica de Ask, es la siguiente: as (vitalidad) K (es el abstracto). Lo que hace que la. vitalidad sea sin medidas fijas. Y además porque la sílaba As indica una vitalidad indeterminada, no limitada. Es lo contrario de Sa que es una vitalidad determinada en una persona o ser al que se le atribuye. (...)
Unos pueblos han tenido un dios al que llamaban Belo, que es lo mismo que decir «el dios vitalidad». Y en Zugarramurdidi era el Akerrar o macho cabrio, símbolo de la vitalidad y fecundidad en la iniciación de los jóvenes a la edad viril. Y otros pueblos han usado para sus ritos de iniciación el ciervo en vez del aker. Pero siempre es un símbolo de la vitalidad.

Uno de los nombres de Akiles era Bélida. Lo que quiere decir el gran luchador, el invencible, pues igual que la palabra latina Belum, hacer la guerra, hacen referencia a la aplicación de la materialidad o cuerpo físico o bel. Es decir, que luchar era para los antiguos aplicar el cuerpo físico y la fuerza vital.
La consonante B es una de las letras más usadas en la lengua basca y son numerosas las palabras que comienzan con esa letra. Asi tenemos las voces; bai (si), bat (uno), batu (reunir), baso (bosque), baso ura (agua del bosque), beatz (dedo), bular (pecho), bizkar (espalda), begi (ojo), belori (bazo), beso (brazo).

La consonante P pocas veces está comenzando palabra, y casi siempre esas palabras son onomatopeya. La consonante F es un sonido moderno en la lengua basca.
P: Pa, beso; pagadi, hayal; paparo, buche; par, risa; pikortu, granularse; pikoa, higo; pilatu,
amontonar; pipil, capullo; piport, granos; pitz, grieta.

Consonantes pasivas:
Pasivas inmateriales:N
Pasivas materiales: L, L(doble)
Pasivas inmateriales: N

Fonema educido del sonido de la consonante T, pero algo mas gutural que el. La consonante N es claramente pasiva cuando esta en principio de palabra. Así; Nai (querer), indica un deseo en forma de petición, que encierra la idea de pasividad, ya que depende del consentimiento de otros para su realización. Es un deseo que no puede entrar en acción por si mismo.

Las voces nagi (perezoso), neka (cansancio), naro (piel), negar (llorar), nabar (oscuro), naaba (atolondrado), negu (invierno), nini (muñeca), llevan el significado de pasividad.

A la consonante N la encontramos al final de palabra haciendo de conjunción y en el gerundio de los verbos, por lo que adquiere una nota de actividad.

Pasivas materiales: consonantes L, L(doble)
Sonido educido de la R. Fonéticamente es una cuarta parte de R, siendo la L algo más fuerte. Su significado se aleja mucho del de la R, pero cuando esta comenzando la palabra pues toma una nota de pasividad. Pero cuando esta cerrando la palabra, su significado ya es afin con la consonante R, igual que lo es su posición, ya que la consonante R nunca esta al comienzo de palabra. La consonante L al final de palabra es aumentativa, y en esa posición su significado es parecido al de las consonantes Tz y Ts.

La consonante L tiene un significado parecido con el de la consonante M cuando abre palabra.
Asi, muchas de las palabras que hacen referencia al campo y a los minerales, empiezan con la consonante L.

Las palabras lur (tierra), lan (trabajo), landa (campo), leza (barranco), lokatz (barro), lore (flor), lara (silvestre), laar (zarza), landare (plantita), hacen referencia al campo.

Consonantes aumentativas:
Aumentativas materiales: K, G
Aumentativas materiales: Tz, Ts
Aumentativas materiales: consonantes K,G
Consonantes educidas del sonido que produce el golpear de algo hueco. Su significado es de cosa inmaterial o sin dimensiones fijas. Se refiere al hueco o a algo que es vacío o no ocupado por algún cuerpo denso. Nos dan esa idea las siguientes palabras:
Kutxa, que etimologicamente significa, pequeno hueco, o pequeno (txa) hueco (ku); ke (humo), keriz (sombra), kabi (nido), kai (puerto), kuku (acecho), kuxkux (espiar), kolko (seno), Kaiku (cuenco), Kako (gancho), Koska (abolladura), Kutxa (arca), Kankarro (cacharro), Kankar (cabeza), Kapel (boina), Karakel (caracol).

La consonante G, es fonéticamente la mitad de la anterior. El sonido de la K es el doble del sonido de la G. Las palabras gogo (espíritu, pensamiento), goi (arriba), gar (llama), gari (trigo), gatz (sal), gain (alto), expresan esa idea inmaterial, sin dimensiones fijas, como apreciación mental o sensitiva del hombre. La consonante G es inmaterial con respecto a la K, que expresa una idea más material.

Aumentativas materiales: Consonantes Tz, Ts.
Son aumentativas numerales. Estan formadas por la unión, de dos sonidos simples, indicando que lo simple o la unidad, la consonante T puesta en acción por la consonante Z y la consonante S, produce la idea de cantidad, puesto que la idea de cantidad, que es abstracta, el humano la educe a través de la acumulación de unidades. Ambas consonantes compuestas, nos dan la idea de aumento o acumulación y son prefijos característicos en la lengua basca.

TS: Se usa solamente como sufijo abundancial, así: azi (semilla), azitsa (granero); o arri (piedra), arritsa (pedregal).

TZ: Muy pocas palabras empiezan con esta consonante, y casi todas son onomatopeyas. Como sufijo, indica acción, y es abundancial, así: yayo (nacer) y yayotz (nacimiento); lar (zarza) y lartza (zarzales); tzin-tz-arri (cencerro).

Consonantes diminutivas:
Materiales: T, D, X, Tx, N.
El sonido de la consonante T esta educido de la onomatopeya de la gota de
agua que cae sobre la roca, siendo el sonido de la D, algo mas suave que el
anterior. Su significado es de cosa menuda y de poca importancia. Así, en la
lengua basca, gota de agua es “tantan”, voz que es claramente onomatopeya.
Muy pocas palabras comienzan con estas consonantes, siendo casi todas, voces que imitan los sonidos naturales. Las silabas Di y Ti, son prefijos numerales característicos en la lengua basca, y según la ley de oposición, tienen un significado contrario al que indican cuando van al principio de palabra.

Las consonantes D y T son diminutivas y expresan cosas menudas o de poca importancia, cuando comienzan las palabras. Pero al encontrarse en su final, formando las silabas Di y Ti, tienen significado aumentativo, debido a que la unidad representada por la D y T, ha sido agrupada formando cantidad.

D: Danga, golpe (onomatopeya); dardar, temblor; deitu, llamar (hacer ei!); dindil, colgar; dirdira, brillar; dizdiz, resplandor. Casi todas las palabras que empiezan por D son onomatopéyicas.

T: Takateko, latido; tantan, gota; tatar, menudo; titi, teta; tontor, montículo; totorriko, en cuclillas.

-Las consonantes X, Tx y Ñ, son sonidos derivados, los dos primeros, de la S y de la T, siendo el sonido de la Ñ, el que corresponde a la N doble. Originalmente, este fonema parece euzkériko y su escritura en el erdera (castellano), deriva de la lengua baska, ya que las consonantes dobles se escriben en euzkera con una raya o acento encima de la letra. El significado de estas tres consonantes es siempre diminutivo cuando abren palabra.
X: Xaal, ternero; xaar, viejecito; xamur, tierno; xe, menudo; xirola, silvo.
Tx: Txabol, choza; txala, ternero; txe, menudo; txilbor, ombligo; txindi, chispa; txitxi, vianda y carne; txitxil, pene; txotxa, brizna y ramita.
Ñ: ñabar, abigarradito; ñaño, enano o pequeño de estatura; ñekato, muchachita.

-Analizando las consonantes, hemos repetido constantemente, que tienen un significado determinado en su origen, ya que son la expresión simbólica de una idea, y esta siempre tiene un contenido.

Hemos dado casi siempre a la consonante una polaridad, ya que toda cosa existente en el mundo de tres dimensiones, lo primero que debe hacer es definirse y caracterizarse.

Hemos tratado de explicar el origen de la idea, que arranca a través de la reproducción del campo magnético de los seres o izena. O también imitando una onomatopeya.

El izena de las cosas, es el sonido abstracto o anímico y de animación o lo que da vida. Es el alma de las cosas. La onomatopeya es el sonido concreto o físico y material del ente. Primero el azti basco educe el sonido partiendo de la vibración o de una onomatopeya. Luego, educe el significado de ese sonido a través del trabajo, acción y cualidades de ese ente o fuerza de la naturaleza. El sonido o fonema y el significado se suceden y persiguen. Son formasdiferentes en su expresión. El fonema es expresión fonética y el significado expresión mental.

Y el hablar de nuestros aitonas (abuelos) era una comunicación con la naturaleza. Y su vida consciente, una reproduccion de la naturaleza. Y de esta forma, el humano es la misma naturaleza, pero en estado de consciencia (...).
El humano mide las cosas a través de la fórmula, mediante el fonema, mediante la imagen mágica o dibujo. Tal es el significado de las pinturas de nuestras cuevas. Y hemos sido bien burros, pues llamamos salvajes a aquellas gentes. Y si reconocemos nuestro error es porque nuestra cultura esta dejando de ser limitada.

3) ESTUDIO SOBRE LAS VOCALES

Las vocales representan el factor abstracto de las lenguas, pues mediante ellas fijamos la vibración de las consonantes, dándoles la forma precisa que dicta la mente y conciencia del ser humano, y por ello son un factor mental y también una abstracción. Las raíces de la lengua euzkérika se forman de la manera siguiente:
Y expondremos un ejemplo que es la forma que sirve de metro en la formación del hablar euzkeriko.
El significado de las vocales, es, en su esencia, el siguiente, puesto que en el uso muchas veces degenera por pasar la lengua a ser del dominio público, y perderse a través de los siglos la idea original que fue madre de la lengua:
La vocal A, indica el factor activo de la naturaleza. Significa fuerza y la raíz que la caracteriza es Ar; macho en euzkera. Está en relación con el plexo solar.
La vocal E, indica el factor pasivo de la naturaleza, y la raíz que la caracteriza es Em (eme), hembra en euzkera. Está en relación con la tiroides.

La vocal I, indica una dimensión: la de penetración o profundidad en lo que es espacio. Y es asi que aquel que posee el poder de penetrar en la densidad, la anula, situándose automáticamente en una Cuarta Dimensión, que es la dimensión de la Conciencia. Por eso cuando el hombre sea un ser Plenamente Consciente, estará en una cuarta dimensión. La raíz que lo caracteriza, es iz; luz y principio vital, o agua (las aguas o esencias vitales en que se produce la vida, según las mitologías).

Está en relación con la pituitaria.
La vocal O, indica otra dimensión: la altura; y la raiz que lo caracteriza, es Ortz; el cielo o boveda celeste. Está en relación con el corazón.
La vocal U, indica otra dimensión: la longitud o lo bajo y lo hueco, y la raiz que la caracteriza, es Ur (uri), sitio habitado, población, que con la consonante L, que indica pasividad o carencia, forma la palabra, lur: tierra o sitio donde vivían. Está en relación con el sacro-coxis.

Por lo tanto: uniendo la vocal con la consonante se forman todas las palabras que expresan la idea completa, pues unimos lo material con lo inmaterial, formando la creación viviente y activa, y al ser humano abstracto-concreto.

Esta es la formación característica del idioma euzkaro:

Ats = aliento. Etimologicamente, abundancia de a, poder vital.
Etz=relajarse (de etzin, hacer etz o tumbarse): abundancia de e.
Itz = palabra. Abundancia de i (indica mucha penetracion).
Otz=frio. Abundancia de o (mucha altura y cuanto mas alto, mas frio).
Utz=vacio. Abundancia de u (mucho de lo bajo, y falta de lo vital.)

Resumimos lo dicho, así:
A: poder activo (+), fuerza; (Sugaar).
E: poder pasivo (-), suavidad; (Mari).
I: una dimension: la profundidad en el Espacio.
O: una dimension: la altura.
U: una dimension: la longitud.

Dirigiendo la fuerza (a) conforme a la Ley Natural (e), lograremos penetrar en el Tiempo (i) a traves del espacio (0-U).

Con la vocal i comienzan las palabras que indican acción humana:
Iaio: nacer. In: hacer,
Iainko: Dios. Il: morir.
Io (jo): pegar. Igo: subir.

Esta construcción es natural, pues el hacer del ser humano está determinado por su pensamiento y debe manifestarse como palabra a través de la vocal i.
Las lenguas humanas están formadas así: las consonantes son lo concreto; las vocales, lo abstracto.

De la misma forma, el ser humano es materia e idea; concreto y abstracto; Tercera y Cuarta Dimensión.

La bipolaridad o energía vital activa y pasiva: A, E
La vocal A es la polaridad o fuerza vital activa. No es la fuerza material activa de la consonante B. Es una fuerza vital activa y creadora, que se reproduce a si misma y se multiplica. La vocal E, es la polaridad pasiva. La vocal A es masculina. La vocal E es femenina. .

La vocal A: la vocal A, indica en la lengua basca, una fuerza activa. Es la vocal positiva y masculina. Si la unimos con la consonante R (doble), nos da la idea de una energía activa y positiva. Ar significa, macho. Su etimología es: energía (rr) positiva (a), indicando que el hombre posee la energía solar fecundante. La raíz Ar es muy frecuente al final de palabra, con el significado de «poder de». Asi, izar (estrella), senar (marido), indar (fuerza), Zar (patriarca).

-Izar (estrella). Ar (poder de), iz (luz).
-Zidar (plata). Ar (poder de), zi (luz materializada) es luz o energía mineralizada en oposición con Iz, que es luz no atrapada o no catalizada.

-Indar (fuerza). Ar (poder de), in (hacer). La posibilidad de acción esta en la fuerza disponible.

La consonante d es eufónica.
-Zar (patriarca). Ar (poder de), za (energia nerviosa) o energia catalizada en los nervios.

Zar traducido como patriarca quiere decir, que se consideraba sabio y patriarca al hombre que ya sabía actualizar su energía nerviosa y podía actuar con el control de su magnetismo y energía vital.
La palabra Zar, no significa viejo. Viejo en la lengua basca es Xar, de Xe (poco o menudo), ar (poder). Se refiere a la falta de fuerzas en el hombre anciano o viejo. Con esta palabra ha pasado lo que con otras muchas, pues la idea de sabio y anciano van siempre juntas. Es anciano, pero por otro motivo: lo es porque ha vivido mucho, ha aprovechado bien su tiempo en otras vidas,
consiguiendo sabiduría. Ese hombre es sabio y viejo en el tiempo.
La raíz Ar, usada como sufijo, da a la palabra un significado de una energia activa. Pero la raíz cambia su significado al cambiar de sitio, y estar al principio de palabra, o como prefijo.
La raíz Ar, usada como prefijo, toma el significado de una abstracción o apreciación mental humana. Asi, laguntar significa poder del amigo: encierra la idea de amigo íntimo y sin paliativos. Pero urlagun significa amigo del poder o despota. Arrerio significa criminal. Argaldu, enfermo.

La raiz Ar es, pues, negativa inmaterial, en principio de palabra y positiva material al final de palabra. Es la ley de oposición.

La vocal E: la vocal E es la polaridad pasiva. Es femenina. Asi eme (hembra) o pasividad (me) suave (e), indicando que no es la polaridad activa, sino la recipiente. (...)
La movilidad y sensibilidad y su opuesto: O, U
La vocal O, nos da la idea de altura, movimiento y sensibilidad. Tiene las características determinantes del reino animal. La vocal U, nos da la idea de profundidad y falta de movilidad.
Tiene las características del reino mineral y vegetal.
La vocal O: esta vocal, nos da la idea de altura y movimiento. Asi otz (frio), es Tz (abundancia) o (altura); Ots (ruido), es Tz (abundancia) o (movimiento). Or (ahi) es r (fuerza) o movimiento, indicando que una cosa cuando se movía era vista. Las palabras bola, bolada, borobil (redondo), bol-ibar (molino), nos dan idea de algo que se mueve, y para ello o es redondo en sí, como en bolibar, o da vueltas sobre si mismo en redondo para poder seguir su movimiento.

La vocal U: esta vocal, nos da la idea de profundidad e inmovilidad. Asi, Ur tiene el significado de energia (rr) U (mineral). Es la tierra donde vivían, que ahora se ha convertido en la voz Uri, que significa pueblo. Ur es el sitio o tierra donde vivían. Es la cueva o habitación con la comarca circundante.
Diferenciamos esta raiz con Ur (agua), con erre sencilla, teniendo en cuenta que la vida empieza en el agua y que popularmente el uso las confunde.
La raiz Ur tambien se refiere al cuerpo humano o a la carne, y asi urratu (rasguñar) indica esa semejanza. Ur es, pues, el mineral en general y la biokímika humana. La vida empieza en el agua.

Esta en el ácido nucleico.
Y de la raiz Ur, con el significado de energía o vida en el mineral, se forman las siguientes palabras, también con un significado afín. Así, añadiendo a la raiz ur una L, formamos la palabra Lur (tierra), que añade a la raiz una nota de pasividad con la consonante L. Y anadiendo a Lur una E, formamos la palabra Elur (nieve), o tierra que es debil o sin cuerpo estable.

La raiz Ur es una de las voces basicas de la lengua. La palabra Aur (niño) está formada asi: a (fuerza activa), ur (en el mineral), o la fuerza que se hizo carne o se materializó y nació o apareció. En basco asaldu (aparecer) proviene de asal (pellejo). Es decir, que nacer es tomar pellejo o mineralizarse que tambien es Aur.
Con la raiz Ur (agua) formamos la palabra eur, que se traduce por agua suave o desmenuzada. Y anadiendo una I formamos la palabra Euri (lluvia), que nos dice: E (suave) ur (agua) i (que penetra). Y la palabra Europa, puede proceder de la palabra Euriopa, que seria un país e región así llamado porque ofrece (opa) agua (euri), o Europa sería según la composición de la lengua basca un continente que ofrece o tiene abundante agua.
La inteligencia o penetración en lo que es denso: I
La vocal I, nos da noción del pensamiento. Hace referencia a la inteligencia, que educe las leyes existentes en la naturaleza, y determina la acción de los cuerpos densos. Tiene características del reino racional y del ser humano.

La vocal I: esta vocal, nos da la idea de cosa penetrante y de inteligencia. Asi, la voz Itz (palabra) nos dice: tz (abundancia) I (de penetraci6n). La palabra Iz (luz), es; z (energia) I (que penetra).
Que la vocal I representa a la inteligencia, se aprecia muy bien en las palabras que son verbos bascos, ya que muchos de ellos comienzan con la vocal I. Y algunos de ellos son toda una composición de esa vocal. Asi tenemos las voces Iaio, il, in, izan, iakin, ikasi, itxi, ibili, ipini, iritzi, iriki, ietzi, iaso... Y como el verbo indica la acción del sujeto, la sabia lengua basca nos enseña que el humano, ser racional, está impulsado a la acción por un pensamiento previo.(...)

En la lengua euzkalduna el comienzo de palabra o frase es de significado inmaterial o mental, y el final de palabra es material. Por ello, las finales y sufijos usados en el euzkera, son los que dan significado a la frase de sentido material. Y es por ello que el verbo basco va al final y cerrando la oración, pues indica la acción del sujeto en el plano material.
En la composición de la sílaba, si la vocal cataliza a la consonante, el significado es material, ya que la vocal da la nota de individualidad a la consonante, la particulariza y fija. De un sonido que era onomatopeya, la consonante unida a la vocal, se convierte en algo aplicable materialmente en el mundo de la forma. La vocal infunde la idea a la consonante, dentro del conjunto mental clasificatorio consciente.

Y si la consonante no es fijada por la vocal, se refiere a algo inmaterial o a una energía no cristalizada o condensada. Así tenemos la palabra Izar (estrella) y su oponente zidar (plata), que hace referencia a la luz plateada de las estrellas. Azkar (inteligente) y zakar (torpe) presentan esta doble oposicion en su formación y en su significado. Y ambas palabras al llevar la letra Z deben referirse al aspecto intelectual del ser humano y no a la torpeza física.

Según esta relación de oposición, la palabra Izatu significa licuarse o iluminarse, y tiene su opuesto en la palabra Ziatu, quo significa helarse, solidificarse el agua y tambien mineralizarse.

La palabra Olaizola esta formada de la siguiente manera: ola aitz ola. Significa, lugar de construcción de hachas de piedra. Ola, al principio de palabra es fabrica actualmente, y aplicado a esta palabra es redondear la piedra. Y el ola del final de palabra es un sufijo numeral que nos dice quo las fabricas son varias. Olaizola significa lugar donde hay fábricas de hachas do piedra.

Nuestros antepasados golpeaban o tallaban la piedra y la redondeaban hasta adaptarla a su mano para usarla como mazo o como proyectil. Y mas tarde, al pulir la piedra, si era claramente redondeada.

Y por ser la vocal la que fija el sonido de la consonante, es el motivo por el que en la lengua basca la consonante R nunca comienza la silaba, sino que esta al final. Si la consonante R abriera silaba tendria que ser catalizada y limitada por la vocal, lo cual es imposible en la lengua basca y en la práctica, ya que es un imposible científico, puesto que la consonante R representa a la energía. Y la energía no puede ser atrapada o fijada, puesto que dejaría automáticamente de ser energía. La energía y el movimiento deben ser siempre libres y sujetos solamente a la ley que las rige, para que sigan siendo energía y movimiento.

Científicamente esta claro que la energía no puede ser fijada o atrapada, ya que lo que nosotros fijamos o usamos en nuestra vida moderna son formas de energía o efectos de la misma. Y puesto que una ley natural no se manifiesta como ley, lo hace a traves de sus efectos, ya que la ley si se manifestara como ley se destruiría.

4) EL FONEMA ASPIRADO (H)

Actualmente las palabras que empiezan con la vocal I, se pronuncian como jota (j). Asi ian se pronuncia Jan. Iaio, Jaio. Esta sustitución incorpora el sonido gutural espirado a la lengua basca.

Este sonido que imitando a la jota castellana es espirado o efectuado como los demás fonemas expulsando el aliento, es un sonido gutural. (...)
El sonido de la gutural hache aspirada, es el anuncio de una nueva vocal que esta en relación con la apertura o desarrollo de un nuevo sentido inmaterial. Se dice que es una nueva vocal, ya que el fonema gutural aspirado acompaña a la dicción o discurso, intercalándose entre las sílabas y palabras como las vocales actuales. Pero esa intercalación obedece a una ley o una necesidad psiíquica, que va relacionada con el estado emocional del orador.
Y como es el sonido el que tiene contenido y como la letra escrita es símbolo representativo de un fonema, es por ello que en el euzkera toda letra escrita se lee. Y nada hacemos llenando de haches, colocadas a priori y por donde caen, nuestros escritos, si no las pronunciamos.

Además, en el euzkera no cabe ni puede haber una letra quo no tenga sonido, ya que es como poner algo que a la vez no esta. Y también porque al desconocer el origen de esa aspiración en el hablar, que se ha usado como un adorno en la dicción o algo eufónico, nunca podemos aplicarlo en la practica, salvo error casi seguro.

Desde luego que el sonido aspirado deberá ser incorporado a la lengua basca. Se efectuará a través del tiempo, y ningún académico o filósofo debe pensar que ello esta a su alcance. Lo hará el uso popular a través de la evolución natural en unidad con el ser de la naturaleza. El académico o filósofo debe centrarse en su propio desarrollo, pasando de una reflexión intelectual a una meditación contemplativa que le dará el saber intuitivo.

Los cambios que nosotros podemos efectuar en la lengua basca son modificaciones en forma, no de estructuras. No podemos alterar las ideas centrales y formativas de la misma. Debemos respetar las raíces. Atacar a las raíces es iniciar la destrucción de la lengua.

La lengua basca es una ciencia y con eso no se puede jugar caprichosamente. Estudiar la lengua basca es matricularse en una universidad. Es indagar en la sabiduría de la naturaleza, expresada en el mundo de tres dimensiones a través de la palabra, el habla y las lenguas. El fonema de la hache aspirada es un sonido que esta en todas o con la mayoría de las lenguas mundiales. Es un sonido como los otros, pero que por ser de gran valor consciente sensitivo ha perdido en la actualidad su significado al irse confundiendo las lenguas, dando lugar a las lenguas modernas, que ya no pueden explicar el origen o significado de las cosas.

El sonido aspirado es un fonema parecido a una ga y tiene relación con la aspiración o toma de aliento. En su origen es una representación del aliento universal o energía de vida, por ello que es aspirada y muy emocional. Está en relación directa con el estado emotivo o emocional del individuo que habla o narra algo con una carga emocional afín con el hecho narrado. Es así un sonido libre y no puede estar sujeto a reglas fijas. Se usa según el momento y según sea la expresión individual del momento. Ese es el gran valor del fonema aspirado. Además, hemos dicho que es el anuncio del desarrollo de una nueva vocal. Y ese es el caso y la esencia del sonido, puesto que al ser una vocal que anuncia la contemplación a través de la intuición y desarrollo sensitivo, estamos ya en el mundo individual e inmaterial, donde las leyes y reglas materiales que rigen a las lenguas, desaparecen. Se puede poner o no poner la hache aspirada escrita como una letra, pero nunca se puede materializar y atornillar a algunas palabras con esa letra, porque la usamos en forma contradictoria a lo que es su origen y significado.

Y puesto que ese fonema convertido en una letra no es nada mas que un símbolo como todas las demás letras, cuando lo importante es el sonido aspirado. Procederemos con supina torpeza si nos quedamos con la letra y el símbolo y olvidamos su significado y fonema. Eso es como pasa con muchas ideas sin contenido. O es comerse la cascara echando la pulpa.

El sonido aspirado ya es una letra muda en el latín clásico. Asi tenemos la palabra homo. Pero si pensamos que al llegar la escritura, atribuida a los fenicios, al comenzar a escribirse la lengua latina, cada fonema debía representarse con una letra. Es decir, que si no hay fonema, no hay letra. Entonces, parece un contrasentido, el que pusieran o adjudicaran una letra a algo que no había. Se ve claramente quo existía un sonido al que adjudicaron la letra hache, y que luego, al cabo del tiempo, el sonido cae en desuso, se va olvidando y se pierde, conservándose la letra hache muda como testigo de algo que existió, como una vergüenza colgada a la conducta humana, que pierde con la mezcla sus mejores enclaves con el mundo del consciente y memoria de la naturaleza.

Este sonido aspirado existía antes de la implantación de la escritura atribuida a los fenicios. Y la encontramos en el latín. Aparece en el griego. Esta en el fenicio con un sonido heth y existe en el cuneiforme usado en Sumeria. Aparece en la cultura de Ebla, donde es símbolo del aliento vital. Esta en la lengua hebrea con un sonido gutural fuerte, que corresponde al número cinco. Lo encontramos en la lengua maya. Es un sonido universal. La aspiración es símbolo del aliento universal, que va directamente a vitalizar al ser humano para que pueda actualizar su consciente en unidad con su carga sensitiva personal.

El sonido aspirado, nos dice quo todo lo que el individuo hace tiene valor, en cuanto que expresa una sensibilidad y una personalidad individual. Toda la vida del individuo esta condicionada por sus impulsos afectivos y sentimientos, que en el caso de la hache aspirada se canalizan en función del discurso o narración y habla del individuo.

El sonido aspirado es un sonido gutural y lo que mas se acerca o se asemeja a el es el sonido ga cambiando de vocal. Además de la lengua basca, la letra Ga se usa muchas veces como eufónica y es una de las aplicaciones apuntada por R. M. Azkue en su diccionario. Asi decimos indistintamente en la lengua basca, eon y egon (estar), ein y egin (hacer). Es lógico pensar que la aspiración se convirtió a través del tiempo en ga en unos casos y se hizo muda en otros al perder su sonido. Y así podemos decir muy bien o escribir muy bien ein y egin, o también ein, ehin. Y egon equivaldría a ehon, puesto que la aspiración de la hache nos daria el sonido ga.

El sonido aspirado al ser emocional y de uso libre es el motivo, o asi lo parece, de que en el euzkera fuera usado como letra en la escritura por algunos. Se ve que no era imprescindible en la escritura como lo son los demás fonemas y letras. De ello se desprende que tenía un valor u origen diferente al de las demás letras y que representaba, algo más que una idea del plano material. Y que el valor y origen de este fonema, es el que se deriva de su estudio, a través de las culturas antiguas.

El fonema aspirado, es de uso libre y no puede estar sujeto a reglas fijas. Su uso depende del estado anímico y emotivo del individuo, lo que convierte al fonema aspirado, en un sonido sagrado, que esta en relación directa con el desarrollo humano.

El sonido gutural aspirado es el anuncio de la apertura de un nuevo sentido anímico en relación con la inteligencia. Es una nueva vocal. Representa el desarrollo de un nuevo centro etérico y de la clarividencia. Lleva a la persona a otra dimensión. Incorpora a su vida otra vibración y, por lo tanto, un nuevo sonido. Este nuevo centro ha sido llamado: «el ojo psíkiko», «el ojo de dios», «el tercer ojo», «el ojo del profeta»... Esta en relación directa con la glandula pituitaria en su unión con la glándula pineal, con el consciente humano, con la imaginación y con el intelecto. Su desarrollo producirá el ser humano contemplativo.” Imanol Mujika. “Iainkoa” .

Para entender la “Sorgin Taula”Cuadro extraído de “Origen y desarrollo del lenguaje”. Felix Zubiaga.